Stirling Moss habla de Fangio
Stirling Moss relata que “Fangio podía sacar lo mejor de cualquier coche. El Maserati 250 F y el exigente circuito de Nürburgring, son testigos de su gran triunfo en aquel mítico Gran Premio de 1957”.
Fangio era casi 20 años mayor que Moss cuando el piloto inglés se unió con él en 1955 para conducir los famosos Mercedes-Benz W196 “Flecha de Plata”. Este compañerismo se convirtió en una amistosa rivalidad cuando tuvieron que competir los siguientes años en coches de diferentes marcas.
Para Moss, “Fangio era especial porque era imbatible. Pero también era una persona muy especial, siempre amable y educado, un hombre muy cercano. Fue siempre un hombre bueno, pero eso no quiere decir que fuera un hombre demasiado simpático, no sé si me comprende… y como piloto desde luego era imbatible. En carreras de Turismos le gané unas cuantas veces, pero me refiero a la Fórmula 1, que para mí es lo máximo de las carreras de coches”.
Prosigue Moss en su comentario afirmando que “en un coche de Gran Premio, Fangio era capaz de ser siempre el más rápido y no solo eso, también era capaz de mantener esa velocidad el tiempo que fuera necesario, a pesar del calor que pasábamos dentro de esos coches. El calor era el principal problema en aquella época, pasábamos un calor a veces dramático y, para Fangio, eso era un estímulo. Era un hombre muy fuerte, pero también un hombre muy preciso. Yo conduje muchas veces muy cerca de él y notaba que iba muy seguro. Siempre tomaba las curvas por el sitio idóneo y hacía lo mismo una y otra vez. Pasaba rozando las balas de paja, siempre igual, por mucha presión que hubiera sobre él, siempre actuaba así”.
Ya plenamente situados, volvemos a nuestro “ficticio” documental y continuamos con el relato de su rival y buen amigo Stirling Moss:
”Su grandeza se debe a su talento, Fangio era un hombre que cogía un montón de hierros y lo hacía volar como un Concorde. Tenía la facultad de conducir más rápido que los demás. Todos nosotros podíamos hacer una gran actuación en un momento dado, sin embargo, en esto y en todos los órdenes de la vida, Fangio era capaz de mostrar a todas horas su enorme talento, lo demostraba más a menudo que todos los demás.
Entre los pilotos más rápidos no he conocido a ninguno que fuera tan competitivo como lo fue él. Si no hubiera sido tan bueno, yo no habría tratado de imitarle. Fangio fue único, fue un piloto increíble”.