Sus primeros pasos en el automovilismo
Nacido en Argentina en 1911, a los 13 años ya trabajaba como aprendiz de mecánico en un taller de Balcarce, su pueblo natal. Realizando encargos sobre una vieja furgoneta, surca caminos llenos de polvo y fango en donde adquiere el dominio que le impulsaría, en 1936, a participar en su primera carrera de ámbito local.
Con rapidez se va haciendo un palmarés en el que se incluye la victoria en el Gran Premio Internacional del Norte, que discurre a través de los Andes, sobre una distancia de más de 9.000 kilómetros, parte desde Buenos Aires (Argentina) y llega hasta Lima (Perú), ida y vuelta.
La Segunda Guerra Mundial y sus desastrosas consecuencias paralizan la actividad deportiva y es, a partir de 1946/47, cuando se reinician las carreras con los viejos bólidos que no fueron destruidos durante el conflicto, pilotados en su mayoría por una nómina de maduros supervivientes que buscaban recuperar el tiempo y las victorias que les había robado la contienda.
Entre ellos se encontraba Fangio que, en 1949, después de ganarlo todo en su enriquecida Argentina y con la ayuda de su gobierno, decide dar el salto a Europa. Ese mismo año ya participa en 10 carreras en el Viejo Continente y, fiel a su estilo de buscar la victoria dándolo todo, obtiene 6 rotundas victorias y 4 rotundos abandonos, pilotando bólidos tan dispares como los Maserati 4CLT, el Simca-Gordini T15 de Fórmula Libre (después denominado de Fórmula 1) o el Ferrari 166 de Fórmula 2.
Surge entonces la pregunta: ¿Con 38 años cumplidos, era Juan Manuel Fangio un recién llegado al automovilismo?