Suspensión “AMG Ride Control” con tarado exclusivo GT Black Series
El Mercedes-AMG GT Black Series cuenta con suspensión independiente en las cuatro ruedas, mediante paralelogramos deformables compuestos por dobles triángulos superpuestos fabricados en aluminio forjado, aleación ligera que también se emplea en las manguetas y los portarruedas de ambos ejes, rebajando así el peso del coche y de las masas no suspendidas.
En lugar de los tradicionales “silent-blocks” elásticos, todas las articulaciones de los brazos transversales delanteros y traseros cuentan con rótulas esféricas “Uniball”, una solución también empleada en los coches de competición que aporta un guiado más preciso del coche, al eliminar posibles holguras de la suspensión en los movimientos longitudinales (aceleración y frenada) y transversales (apoyos en curva), manteniendo siempre precisa y respectivamente estable la convergencia de las ruedas y su caída (que admite también regulación mecánica en ambos ejes).
Al igual que ocurre en la versión AMG GT R, el nuevo Mercedes-AMG GT Black Series cuenta con un sistema de amortiguación regulable (electrónicamente) y con muelles helicoidales roscados que permiten ajustar la precarga (mecánicamente), aunque con un tarado específico para esta versión Black Series.
Otra solución adoptada del mundo de la competición son las barras estabilizadoras regulables en ambos ejes (mecánicamente), que en el eje delantero está fabricada de fibra de carbono y ofrece dos posibles ajustes (de fábrica sale con el reglaje menos flexible), mientras que en el eje trasero está construida en acero aligerado (tubular hueco) y ofrece tres posiciones de ajuste (de fábrica sale con el reglaje intermedio).
El sistema de amortiguación pilotada “AMG Ride Control” se regula por vía electrónica y adapta automáticamente la flexibilidad del amortiguador en cada una de las ruedas, en función de la situación de conducción, la velocidad y el estado del asfalto.
El ajuste electrónico individual en compresión y extensión de cada uno de los amortiguadores permite optimizar la capacidad de amortiguación en situaciones de curva, frenada y tracción, reduciendo los movimientos de balanceo y cabeceo, además de asegurar el máximo contacto del neumático contra el suelo (cuenta con un coeficiente elástico más rígido en curva y frenada).
Mediante uno de los botones situados en la consola central (“AMG Drive Unit”) se puede elegir entre cualquiera de los tres reglajes de flexibilidad disponibles (“Comfort”, “Sport” y “Sport Plus”), que también se adoptan de manera automática a través del dispositivo “AMG Dynamic Select” con el que seleccionamos los distintos modos de conducción (en el volante o en la consola central).
Según las recomendaciones de Mercedes-AMG, la selección de los distintos ajustes de amortiguación en la versión AMG GT Black Series presenta algunas diferencias respecto al AMG GT R (gracias al trabajo de evolución realizado en la gestión electrónica de la amortiguación regulable).
El programa “Comfort” sigue siendo recomendable en ambas versiones para su uso por vías públicas y carretera mojada, terreno al que ahora se suma también el programa “Sport” para su uso deportivo por carretera abierta en seco o en condiciones de mojado sobre circuito.
La evolucionada puesta a punto del programa “Sport Plus” permite ahora su utilización en todo tipo de circuitos con asfalto seco (al ser capaz de analizar la calidad de la calzada), adaptando su funcionamiento y flexibilidad a pistas perfectamente asfaltadas y también a pisos más ondulados como el trazado de Nürburgring-Nordschleife (para el que se recomienda el programa “Sport” en el AMG GT R).
No obstante, dependiendo del programa de suspensión seleccionado, el estilo de conducción, la velocidad instantánea y el peso puntual del vehículo, la gestión electrónica ajusta de forma continua e individual el reglaje de cada amortiguador para reducir al máximo los movimientos de la carrocería.