Síguenos

Lamborghini Veneno / Veneno Roadster

Escrito por: Víctor M. Fernández - 23 octubre 2013

Suspensión y frenos de competición

El Lamborghini Veneno comparte suspensiones con el Lamborghini Aventador, aunque recibe unos ajustes adaptados a las características del nuevo modelo y su diferente configuración aerodinámica (que aporta una mayor carga sobre los ejes).

Recurre a un sistema de suspensión independiente de tipo “push rod” (“brazo de empuje”) en las cuatro ruedas, utilizado asiduamente en vehículos de competición pero infrecuente en coches de calle. Este dispositivo lleva el conjunto muelle-amortiguador colocado transversalmente en posición casi horizontal y trabaja en combinación con dobles triángulos superpuestos y un brazo de unión a la mangueta (todos ellos fabricados en aleación de aluminio forjado).

La suspensión “push rod” aporta una conexión más rígida con el chasis y permite al muelle y al amortiguador trabajar con mayor eficacia, aportando así unas reacciones de conducción más precisas. También permite reducir la dureza de los muelles sin afectar a la estabilidad, incrementando de esta manera el confort de suspensiones para rodar por carretera.

Para solventar el problema que supone su escasa altura libre al suelo en determinadas situaciones de conducción cotidiana (al entrar en un aparcamiento subterráneo, sortear un badén urbano, etcétera), el Lamborghini Veneno lleva unos amortiguadores delanteros equipados con un sistema hidráulico que permite elevar la altura 40 mm al pulsar un botón situado en la consola central.

En el equipo de frenos, Lamborghini ha recurrido a enormes discos ventilados y perforados en material carbono cerámico (similares a los utilizados en el Aventador). Su medida es tan llamativa como el propio coche, con 400 mm de diámetro y 38 mm de espesor en el eje delantero y 380 x 38 mm en el eje trasero. La campana interior flotante está fabricada en aluminio, metal ligero que también se emplea en sus pinzas fijas monobloque, de seis pistones delante y cuatro pistones detrás.

Las llantas de aluminio forjado de 20” delante y 21” detrás son exclusivas del Lamborghini Veneno / Veneno Roadster, con fijación monotuerca y un anillo realizado en fibra de carbono que cumple una función aerodinámica (con efecto turbina) para refrigerar con mayor eficacia el equipo de frenos.

Los neumáticos “P Zero” desarrollados por Pirelli para este modelo no son menos impresionantes. Son de tipo “semi-slick” (con leve dibujo), en medida 255/30 ZR20 delante y 355/25 ZR21 detrás.

Al igual que el cambio “ISR” automatizado, la dirección cuenta con asistencia variable en base a los modos de conducción “Strada”, “Sport” y “Corsa”, seleccionables por el conductor a través de un mando situado en la consola central.