Suspensiones, dirección y frenos de competición
El Aventador J está directamente derivado del Aventador LP 700-4, del que toma el motor V12 de 700 CV, la transmisión ISR de siete velocidades y la tracción total conectable Haldex, pero también las suspensiones, frenos, dirección y subchasis de aluminio. En las suspensiones se utiliza un esquema directamente inspirado en la competición, con doble triángulo superpuesto en cada rueda y conjunto muelle-amortiguador “inboard”. Lejos de las ruedas, emplazados en posición transversal movidos a distancia, los muelles y amortiguadores ahorran masas no suspendidas. A esto ayuda el hecho de que los triángulos y las manguetas son de aluminio forjado.
Al contrario que algunos de los últimos monoplazas de Fórmula 1, que retornan al sistema “pullrod” de los años 80, el Aventador utiliza un sistema “pushrod”, que transmite por compresión los movimientos de las ruedas hasta los elementos elásticos a través de bieletas y balancines que también controlan el movimiento de las barras estabilizadoras. Junto a otras ventajas, este sistema permite muelles algo más cómodos sin perder precisión de guía, y hasta facilita la instalación de sistemas auxiliares como la regulación de altura a voluntad del conductor (basta pulsar un botón y el morro sube 40 milímetros, los necesarios para sortear guardias tumbados y otros obstáculos).
En lugar de pesados discos de acero, se equipan discos de freno carbocerámicos, para completar una estructura ligera y de gran precisión. Los delanteros son de 400 mm de diámetro, con pinzas fijas de seis pistones, y los traseros de 380 mm, con pinzas de cuatro pistones, frenos de competición para detener un coche capaz de superar los 300 km/h.
La dirección, con asistencia hidráulica, incluye tres programas de funcionamiento, más o menos rápidos y firmes, que el conductor puede seleccionar a voluntad.