Tecnología y mecánica de su chasis deportivo
Como ocurre en el resto de los modelos de la marca italiana, el Ferrari BR20 cuenta con soluciones mecánicas innovadoras, muchas de ellas elaboradas sobre la experiencia adquirida en sus coches de competición.
El cambio automatizado “F1 DCT” de doble embrague robotizado es una de ellas, permitiendo realizar cambios muy rápidos y suaves en el engranaje secuencial de sus siete velocidades.
La caja de cambios se ha situado por encima del eje trasero (para mejorar la distribución de pesos) y va integrada junto al diferencial autoblocante electrónico trasero “E-Diff”, permitiendo así reducir peso.
Con el equipo de frenos “CCM” (“Ceramic Composite Material”) se juega sobre seguro, con cuatro discos ventilados y perforados desarrollados por los especialistas de Brembo. Son flotantes y compuestos, con la campana interior en aluminio y el disco de fricción en material carbono cerámico (más ligero y resistente al sobrecalentamiento que en fundición gris).
La medida de los discos es de 398 x 38 mm (diámetro x espesor) delante y 360 x 32 mm detrás, mientras que las pinzas de freno son monobloque de aluminio, con seis pistones en las ruedas delanteras y cuatro pistones en las traseras.
Excepto en el caso de una utilización intensiva en circuito, la duración efectiva de estos discos puede superar los 300.000 kilómetros y el Ferrari BR20 requiere en torno a 34 metros para detenerse desde 100 km/h y 138 metros para frenar de 200 a 0 km/h.
En el apartado de suspensiones, el Ferrari BR20 se mantiene fiel a un esquema de paralelogramo deformable en las cuatro ruedas, con una construcción multibrazo en ambos ejes que optimiza su cinemática.
La amortiguación cuenta con un sistema de control magnetoreológico “SCM-E” (“Sospensioni a Controllo Magnetoreologico Elettronico”) que permite modificar su flexibilidad a través de un botón situado en el volante y cuenta con tecnología “dual coil” de doble bobina y una evolucionada gestión electrónica.
Además, tiene un sistema para elevar 40 mm la suspensión delantera, que permite superar rampas y badenes sin riesgo a tocar el suelo con la parte frontal. El sistema se desactiva automáticamente a velocidades por encima de 40 km/h, volviendo la suspensión delantera a su posición convencional.
Para aportar el agarre que merece un coche como este Gran Turismo, lleva montados neumáticos en medida 245/35 ZR20 delante y 295/35 ZR20 detrás, sobre llantas de aleación de 20 pulgadas de diámetro que tienen un diseño exclusivo en este Ferrari BR20.