Tracción a las cuatro ruedas y cambio “ISR” robotizado
El Lamborghini Veneno también cuenta con el mismo sistema de transmisión que lleva el Aventador, aunque con ligeras mejoras para adaptarlo a la configuración específica de este súper deportivo.
Su motor V12 está asociado al cambio denominado “Independent Shifting Rods” (“Varillas de Cambio Independientes”), con embrague bidisco rebotizado. Según declaran en Lamborghini, dicha caja pesa 70 kilogramos y es un 50 por ciento más ligera que una de doble embrague automatizado, al ser más compacta.
Este cambio “ISR” tiene siete marchas y detalles tan llamativos como los anillos sincronizadores realizados en fibra de carbono o un diseño mecánico que permite la selección de marchas con mayor rapidez. Para conseguirlo, cuenta con cuatro varillas de accionamiento independientes que trabajan de forma paralela y permiten engranar la siguiente marcha al mismo tiempo que se desengrana la marcha seleccionada, reduciendo así el tiempo de cambio.
Además de la selección completamente automática o completamente manual (con levas fijas de cambio situadas en la columna de la dirección), la caja “ISR” ofrece tres modos de funcionamiento que el conductor puede seleccionar mediante los mandos situados en la consola central. El programa “Strada” ofrece un funcionamiento adaptado para el uso cotidiano, mientras que el programa “Sport” muestra una respuesta más deportiva y el programa “Corsa” está puesto a punto para obtener las máximas prestaciones en conducción a fondo, incluyendo el control de arrancadas desde parado “launch control”.
El sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas está encomendado a un dispositivo Haldex de cuarta generación. Mediante un embrague multidisco controlado electrónicamente, el dispositivo reparte par de tracción al eje delantero de forma activa. En función de la adherencia de las ruedas traseras, el sistema puede enviar hasta un 60 por ciento del par motriz al eje delantero.