Tracción total, 549 CV y unas prestaciones superlativas
El Nissan GT-R 2014 mantiene sin cambios el propulsor 3.8 V6 Biturbo (“VR38DETT) que llevaba anteriormente (con las distintas evoluciones introducidas desde su aparición). Este motor de inyección indirecta multipunto está fabricado en aluminio (el cárter inferior es de magnesio), cuenta con pistones de aluminio, cilindros con un recubrimiento de plasma en sus paredes (para reducir la fricción), distribución variable en las válvulas de admisión y escape (refrigeradas por sodio), lleva doble turbocompresor “IHI” e intercooler (uno para cada bancada de cilindros), desarrolla una potencia de 549 CV a 6.400 rpm, tiene una potencia específica de 144,5 CV/litro y alcanza un par máximo de 632 Nm entre 3.200 y 5.800 rpm.
Cada propulsor está montado a mano por uno de los ocho especialistas que se encargan de ello (denominados “takumi”) y su nombre está grabado en una chapita de aluminio personalizada que está situada por delante de los colectores de admisión.
El motor está ubicado longitudinalmente, centrado levemente por detrás del eje delantero, mientras que la caja de cambios está colocada por delante del eje trasero, permitiendo así un reparto de pesos del 47 % sobre las ruedas delanteras y el 53 % restante sobre las traseras.
El Nissan GT-R cuenta con un sofisticado sistema de transmisión “4WD”, consistente en una caja de cambios de seis marchas con doble embrague robotizado y un dispositivo de tracción permanente a las cuatro ruedas con reparto inteligente de par entre ambos ejes.
Su tracción total “ATTESA-ETS” (“Advanced Total Traction Engineering System for All Electronic Torque Split”) cuenta con dos árboles de transmisión, uno que va desde el motor hasta la caja de cambios (fabricado en fibra de carbono) y otro que reparte el par desde la caja de cambios hacia las ruedas delanteras. En condiciones normales, el motor transmite toda la potencia a las ruedas traseras (que tienen un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado “LSD”), pero el sistema se encarga de repartir par a las ruedas delanteras (hasta un 50 %) al mínimo indicio de patinamiento de los neumáticos traseros. El reparto de par inteligente entre ambos ejes se realiza también en situaciones de subviraje y sobreviraje, restringiendo la tracción sobre el eje delantero cuando se va de morro y aportando un mayor par a las ruedas delanteras cuando el coche derrapa de atrás.
La caja de cambios automatizada está desarrollada por los especialistas de “Borg Warner” para el Nissan GT-R. Tiene doble embrague robotizado, seis velocidades que el conductor puede seleccionar secuencialmente a través de las levas de magnesio situadas detrás del volante (fijas en la columna de dirección), dos modos de uso (manual o automático) y tres programas de funcionamiento (“SAVE”, “Normal” y “R-Mode”). El primero de ellos trata de adaptar el cambio para reducir al máximo el consumo de combustible, en el programa “Normal” el engranaje de marchas se produce en 0,5 segundos de tiempo, mientras que en el programa “R-Mode” los cambios se realizan en tan solo 0,2 segundos.
Dicho sistema de transmisión y el tamaño de su carrocería son los principales motivos por los cuales el Nissan GT-R alcanza un peso en vacío de 1.740 kilogramos (elevado para un deportivo), mostrando así una relación peso/potencia de 3,17 kg/CV.
Sin embargo, su evolucionada transmisión, equilibrado reparto de pesos y contundencia mecánica permiten al Nissan GT-R ofrecer unas prestaciones simplemente estratosféricas, anunciando una velocidad máxima de 315 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 2,7 segundos. El Nissan GT-R transmite al suelo cada uno de sus 549 CV con tanta eficacia que es capaz de batir en aceleración pura a coches mucho más potentes y ligeros, como el Ferrari 458 Speciale (605 CV / 1.395 kg / 3,0 segundos), el Lamborghini Gallardo Squadra Corse (570 CV / 1.340 kg / 3,4 segundos), el McLaren MP4-12 C (625 CV / 1.434 kg / 3,1 segundos) o el Mercedes SLS AMG Black Series (631 CV / 1.550 kg / 3,6 segundos).