Tracción total “quattro” con diferencial central virtual y una sola marcha
La tracción a las cuatro ruedas “quattro” del Audi RS Q e-tron tiene poco que ver con los tradicionales sistemas mecánicos de tracción total utilizados por la marca alemana.
La principal diferencia se encuentra en la ausencia de un árbol de transmisión que conecte el eje delantero y el eje trasero, así como la ausencia de un dispositivo mecánico que actúe como diferencial central (eliminando elementos que se pueden romper durante la carrera, que aportan peso y ocupan espacio en el habitáculo).
En este caso, los dos motores eléctricos (uno en cada eje) son los encargados de mover de manera independiente las ruedas del eje delantero y trasero, contando para ello con un evolucionado control electrónico que se encarga de optimizar la distribución del par motor y del reparto de tracción en cada eje, actuando a modo de diferencial central virtual.
La puesta a punto introducida por los ingenieros de Audi Sport en el “software” que gestiona el reparto de tracción del Audi RS Q e-tron es capaz de adaptarse a las situaciones puntuales de la conducción y a la adherencia de las ruedas en tiempo real, obteniendo así la máxima capacidad de tracción y las mejores prestaciones en todo momento.
Este “buggy” eléctrico tampoco tiene una caja de cambios convencional, sino que cada motor eléctrico está acoplado a una caja de transmisión con una sola marcha (cada una con un desarrollo 20:1), que mueve el coche desde parado hasta su velocidad máxima (170 km/h limitado por el reglamento).
Ambas cajas de transmisión trabajan conjuntamente con un diferencial autoblocante electrónico (uno en cada eje) que incrementa la capacidad de tracción del Audi RS Q e-tron en los complicados terrenos sobre los que se mueve en competición (tierra, arena blanda, barro, etcétera).
Aunque su funcionamiento no está especificado en la información oficial aportada por la marca, es muy probable que el Audi RS Q e-tron disponga de forma permanente de los 288 kW (391 CV) de potencia a los que está autorizado por el reglamento en el Rally Dakar.
Cada motor es capaz de ofrecer una potencia máxima de 250 kW (340 CV), lo que supondría una potencia total de 500 kW (680 CV) si no estuviera limitado por la reglamentación, pero la compleja gestión electrónica del coche es muy posible que reparta dicha potencia de forma inteligente entre ambos motores y ambos ejes para optimizar la capacidad de tracción del coche y su eficacia de conducción, contando siempre con la potencia máxima autorizada cuando el piloto acelera a fondo (el reglamento limita la potencia final del coche, no la potencia de cada propulsor eléctrico).
Teniendo también en cuenta el elevado par motor disponible (el secreto mejor guardado por Audi) y la respuesta instantánea de los motores eléctricos, todos estos son algunos de los principales factores que aportan una gran ventaja mecánica al nuevo Audi RS Q e-tron, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos (sobre arena blanda) a pesar de ser también el coche más pesado de la máxima categoría “T1” en la que está encuadrado (el reglamento técnico limita su peso mínimo a 2.000 kilogramos).