Tracción total y dirección a las cuatro ruedas “4RM-S”
El Ferrari BR20 hereda del Ferrari GTC4Lusso el sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas “4RM Evo” (“4 Ruote Motrici”).
A la tracción total se une un dispositivo de dirección a las cuatro ruedas, que configura así el sistema “4RM-S” (“4 Ruote Motrici e Sterzanti”) que caracteriza a este deportivo.
La tracción a las cuatro ruedas “4RM Evo” que lleva este Ferrari es un sistema patentado por la marca italiana, que cuenta con la caja de cambios montada sobre el eje posterior (disposición “transaxle”), un diferencial autoblocante trasero “E-Diff” (con gestión electrónica y control vectorial de par) y una caja de transferencia “PTU” (“Power Transfer Unit”) en el eje delantero.
De esta forma, se ha evitado la necesidad de contar con elementos adicionales para reenviar par de tracción a las ruedas delanteras (desde la caja de cambios situada en el eje posterior), consiguiendo así reducir el peso un 50 % respecto a los sistemas de tracción total convencionales (según afirman en Ferrari).
La caja de transferencia “PTU” toma la fuerza directamente del cigüeñal del motor (su velocidad de giro no está influida por la caja de cambios) y lleva integrado un conjunto de engranajes y dos embragues multidisco independientes (con accionamiento electrohidráulico) que se encargan de realizar un reparto de par variable entre la rueda interior y exterior del eje delantero (en función de la situación de conducción y adherencia), realizando un control de par vectorial que agiliza la precisión de guiado del eje delantero (llega a transmitir hasta un 90 % del par de tracción en la rueda exterior).
El evolucionado sistema “4RM Evo” de tracción total que fue introducido en el Ferrari GTC4Lusso del que deriva el Ferrari BR20 es más preciso que el estrenado inicialmente por el Ferrari FF (“4RM”), mejorando la gestión del par frontal gracias al dispositivo “PTU” (cuyo tiempo de reacción es un 30 % más rápido que un sistema convencional).
El sistema activo de dirección en las ruedas traseras que tiene el Ferrari BR20 integra un módulo de control dinámico que permite incrementar la agilidad del coche a la entrada de las curvas, reducir la tendencia al sobreviraje y minimizar las correcciones que el conductor tiene que realizar a lo largo de los giros (con un menor movimiento del volante).
Para conseguirlo, las ruedas traseras adoptan unos grados de giro en sentido contrario al de las ruedas direccionales delanteras en la entrada a las curvas más pronunciadas, para cambiar de nuevo su giro y adoptar el mismo sentido de las ruedas direccionales delanteras a la salida de las curvas, todo ello gestionado de forma activa en función de la información recibida por sus múltiples sensores (velocidad, ángulo de giro del volante, nivel de adherencia y reparto de par de la tracción total).
El sistema “4RM-S” (tracción y dirección a las cuatro ruedas) trabaja conjuntamente con los dispositivos dinámicos del Sistema de Control de Deslizamiento “SSC4” de cuarta generación (“Side Slip Control 4.0), que integra el control de tracción “F1 Trac”, el diferencial electrónico trasero “E-Diff” y la amortiguación variable “SCM-E” (“Sospensioni a Controllo Magnetoreologico Elettronico”).
El diferencial electrónico trasero “E-Diff” y la caja de transferencia delantera “PTU” ejercen en ambos casos un control de par vectorial (capaz de repartir de forma activa el par de tracción entre las ruedas interiores y exteriores) que permite repartir el par de tracción de forma selectiva e independiente en las cuatro ruedas, consiguiendo así la máxima capacidad de tracción y una mayor precisión de guiado (al intervenir sobre las situaciones de subviraje y sobreviraje).
La disposición de su motor V12 centrado longitudinalmente por detrás del eje delantero y la colocación de la caja de cambios en el eje trasero permite mantener un reparto de pesos prácticamente del 50 % entre ambos ejes.