Un acertado puesto de conducción con acabado “N”
Contar con un puesto de conducción agradable es un aspecto indispensable para sentirse a gusto al volante y, en el Hyundai i30 N, te vas a sentir cómodo desde el primer instante (por ergonomía y presentación).
El amplio reglaje que ofrece el volante y el ajuste eléctrico del asiento del “piloto” (con dos memorias configurables) permiten encontrar la posición perfecta al volante de este deportivo compacto, encontrando todos los mandos correctamente posicionados para su sencillo manejo.
Los asientos delanteros tipo bacquet ofrecen una sujeción lateral adecuada y son cómodos en su forma y mullido, permitiendo adaptarlos muy bien a la ergonomía de nuestro cuerpo gracias a la posibilidad de ajustar a nuestro gusto la longitud de la banqueta y el apoyo lumbar.
El volante “N” de corte deportivo también resulta muy agradable en su empuñadura (contando con un aro más bien grueso y recrecido a las “10:10”) y lleva integrados numerosos mandos de sencillo accionamiento, con los que controlar las funciones del ordenador de viaje, el equipo multimedia, el equipo de audio, el teléfono manos libres y el control automático de velocidad de crucero, aunque algunas de dichas funciones las podemos gestionar también pulsando el botón de “órdenes mediante voz”.
Pero, lo que más me ha gustado, son los dos botones específicos “N” integrados también en el volante del Hyundai i30 N, que están pintados en color azul (“Performance Blue”) y permiten seleccionar los cinco modos de conducción disponibles, el botón izquierdo (“Drive Mode”) para los programas “ECO”, “Normal” y “Sport” y el botón derecho (marcado con una bandera ajedrezada) para seleccionar los programas “N” (el más deportivo) y “N Custom” (que permite configurar el ajuste de todos los elementos a nuestro gusto).
El volante lleva integrado un botón adicional, denominado “REV” (específico del i30 N), con el que activamos o desconectamos de forma manual el sistema “Rev Matching”, el dispositivo que da automáticamente un golpe de gas en las reducciones para hacerlas más suaves y rápidas.
De esta forma, los mandos que afectan directamente a la configuración dinámica y el comportamiento del vehículo se han colocado con acierto en el volante (para su fácil manejo y selección), mientras que en la consola central (junto a la palanca de cambios) se ha situado el botón que permite desconectar por completo el control de tracción y estabilidad (“ESC”).
El anagrama “N” está presente en el respaldo de los asientos tipo bacquet, el volante, el pomo del cambio y el cuadro de instrumentación, que tiene una pantalla en color de 5” donde poder seleccionar numerosa e interesante información (a través de los botones correspondientes del volante), como los datos del ordenador de viaje, información del equipo de audio, detalles de navegación, intervalos de mantenimiento, límites de velocidad del sistema de reconocimiento de señales, control de distancias de aparcamiento o funciones del vehículo que el conductor puede ajustar (puertas, luces, sonido, limpiaparabrisas, sistemas de seguridad…).
Pero, dicha pantalla de la instrumentación, también aporta mucha información adicional que sabrán apreciar los conductores más “racing”, como el indicador de fuerzas “G”, el cronómetro con tiempos por vuelta, la presión de los cuatro neumáticos y los indicadores del estado mecánico (temperatura de aceite, presión de turbo y par motor en tiempo real).
El remate deportivo lo pone la línea de cinco luces “LED” de colores situada en la parte superior del cuadro de instrumentos del Hyundai i30 N, que se van encendiendo en sincronía con el régimen máximo del motor para indicarnos el punto óptimo de cambio de marcha, resultando muy útiles cuando queremos extraer todo el potencial de la mecánica.