Un coche muy dinámico, pero también cómodo
Este coche es una versión “R-Design”, pero no es un producto “R” de radical. Cumple por tanto un compromiso de confort satisfactorio en el uso cotidiano, pero tiene un toque deportivo en la puesta a punto del bastidor que permite disfrutar mucho de la conducción.
El chasis deportivo “R-Design” lleva unos muelles que rebajan 15 mm la altura de la carrocería y amortiguación menos flexible que las versiones convencionales, pero no llega a ser tan firme como la amortiguación regulable “Four-C” que llevaba el Volvo S60 R de la anterior generación, en donde el reglaje “Advance” era más duro que un disco doble de “AC / DC”.
El motor de seis cilindros, colgado por delante del eje delantero, incide directamente en cierta tendencia subviradora en las curvas más cerradas y notamos como el morro se muestra algo perezoso a la hora de guiar las ruedas delanteras. Así pues, le van mejor los trazados rápidos que los tramos sinuosos, aunque también en ellos se mueve con agilidad más que suficiente para aportarnos plena diversión al volante.
En curvas de radio cerrado nos obliga a parar bien el coche para inscribir el morro, debemos ser un poco pacientes para apuntarlo en la salida y podemos acelerar pronto, aprovechando la buena motricidad de su tracción a las cuatro ruedas. La tracción total “AWD” con Haldex lleva un sistema denominado “CTC” (Corner Traction Control) que se encarga de compensar el subviraje en curva y evitar que la rueda interior patine (actuando a modo de autoblocante). Por el contrario, en curvas rápidas, la sensación de aplomo es excelente y nos transmite una elevada sensación de seguridad y eficacia en todo momento.
El control de tracción y estabilidad (DSTC) no son desconectables, aunque nos permiten seleccionar un modo “DSTC Sport”, más permisivo con el deslizamiento. Con él activo podemos provocar un leve deslizamiento de las ruedas traseras que nos ayuda a colocar mejor el morro cuando exploramos los límites de este coche, aunque en los giros más cerrados nos costará hacer deslizar la zaga (de ahí que cueste más inscribir el morro en las curvas lentas).
En las zonas de curvas enlazadas es donde también apreciamos que la suspensión no es lo suficientemente “R” y le cuesta contener los movimientos de la carrocería cuando exploramos sus límites, aunque una conducción fina y sin brusquedades, nos permite rodar realmente rápido con este coche.
Con todo esto, queda claro que el S60 R-Design T6 no es un verdadero deportivo, aunque sí un producto realmente satisfactorio para realizar una conducción rápida y divertirnos al volante, un producto cómodo en el uso cotidiano y realmente suave y silencioso en marcha, aunque capaz de dibujarnos una sonrisa cuando queremos disfrutar al volante.