Un motor de gasolina, un motor eléctrico y 362 CV de potencia
El BMW i8 recibe una propulsión híbrida para disfrutar de 362 CV de potencia y un par máximo de 570 Nm. Para ello cuenta con un motor térmico situado transversalmente por delante del eje trasero y con un motor eléctrico colocado sobre el eje delantero.
El nuevo deportivo híbrido estrena un motor gasolina de tres cilindros en línea que tiene 1,5 litros de cilindrada y tecnología BMW TwinPower Turbo. Está fabricado enteramente en aluminio y cuenta con inyección directa de gasolina, cuatro válvulas por cilindro, un sistema de distribución variable “Valvetronic” (que regula de forma continua la alzada de las válvulas de admisión) y un turbocompresor de alta sobrecarga cuyo aire de admisión está refrigerado por un “intercooler”.
Dicho motor de explosión desarrolla una potencia máxima de 231 CV y un par máximo de 320 Nm que se transmiten a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de seis marchas.
El BMW i8 es el primer modelo de serie de la marca alemana que lleva un motor de tan solo tres cilindros, aunque dicho propulsor tiene la potencia específica más elevada de todos los motores desarrollados por BMW para sus vehículos de calle (nada menos que 154,1 CV/litro), incluso más alta que el motor del BMW M6 de 560 CV (127,4 CV/litro) o del BMW M3 DTM de competición con 500 CV (125 CV/litro).
El empleo de un árbol de compensación de vibraciones y su afinamiento mecánico han permitido que BMW pueda afirmar que el funcionamiento de este nuevo motor de tres cilindros se asemeja al de sus tradicionales motores de seis cilindros.
A esto hay que añadir el motor eléctrico BMW eDrive, que desarrolla una potencia de 131 CV y 250 Nm de par constante, moviendo las ruedas delanteras a través de una caja reductora automática con dos niveles de desmultiplicación.
Sus baterías de ion-litio de alto voltaje están situadas longitudinalmente en un túnel central ubicado entre los asientos y cuentan con un sistema de refrigeración por agua, además de ofrecer una capacidad útil máxima de 5 kWh. Dichas baterías se pueden recargar en cualquier toma de corriente eléctrica doméstica en menos de tres horas y permiten conducir el BMW i8 en modo completamente eléctrico, ofreciendo una autonomía de hasta 35 kilómetros y una velocidad máxima de 120 km/h.
El propio motor eléctrico puede actuar como generador en fases de deceleración y contribuye a la recuperación de energía de las baterías. El motor de arranque de alto voltaje, encargado de poner en funcionamiento el motor 1.5 TwinPower Turbo, también hace labores de generador y alimenta las baterías de corriente eléctrica cuando el propulsor térmico está en marcha, asegurando así que el motor eléctrico siempre disponga de la energía suficiente para su funcionamiento.
Cuando al funcionamiento del motor eléctrico se suma el motor térmico, el BMW i8 pasa a convertirse en un deportivo con tracción a las cuatro ruedas, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos cuando exprimimos todo su potencial mecánico, mientras que la velocidad máxima está autolimitada electrónicamente a 250 km/h (puede alcanzar dicha velocidad simplemente con el funcionamiento del motor de combustión).
En condiciones de uso eficiente, BMW anuncia un consumo medio de 2,5 litros/100 km, con unas emisiones contaminantes de tan solo 59 gr/km de CO2, cifras tan bajas gracias al empleo exclusivo del motor eléctrico en buena parte del ciclo homologado.