Un rallye en el circuito
Tras los bocatas “plastificados” y las dos pasadas matinales de “La Morcuera”, renunciamos al rápido tramo de “El Atazar” y optamos por las pasadas vespertinas en el Circuito del Jarama. Mientras vamos llegando, recuerdo…
Parece que fue ayer, pero han pasado casi 35 años desde que, en el III Rallye Pub Seis Peniques-XV Criterium Luis de Baviera del 1978 (el “Baviera”), tuve el honor de iniciar lo que se ha convertido en tradición. Nadie lo había hecho en España, solo un golpe de intuición y estar en el momento y posición de decidirlo me llevaron a incorporar a aquel Rallye (hoy desaparecido) la feliz idea de convertir en tramo cronometrado el trazado del circuito. En aquella época aún se disputaban en el Jarama los Grandes Premios de Fórmula 1 y hubo quienes lo quisieron ver como un sacrilegio en el templo de la velocidad.
Tuvimos argumentos para que los responsables de la gestión del circuito entendieran aquella experiencia como una oportunidad de acercar al gran público la realidad de un rallye, algo que, para los no aficionados, era poco más que algún ruido y mucho atasco frente al entonces edificio de SEAT en el madrileño Paseo de la Castellana, cuando tomaban la salida, mezclándose con el tráfico normal de la ciudad.
Pero eso es parte de otra historia que relataré en otro momento, así que volvemos al Rallye de Madrid de 2012. Con los puestos de clasificación prácticamente decididos, varios de los participantes y casi todos los “Gr. A Rally Legend” se dedicaron a agradar al numeroso público asistente, “inventando” trazadas cada vez más espectaculares. Las gradas y “pelouse” de las “Eses de Le Mans” rugiendo a cada pasada. Y, en cada pasada, un “drift” más extremo.
Mientras tanto, disfrutándolo como en los viejos tiempos, el Abuelete del M3 aprovechaba también para “chutarse una de colesterol en vena”, con el sabor inconfundible de un bocata cargado con cinco euros de panceta, algo por lo que tampoco pasan los años (tan solo varía el precio).
No es necesario que me obliguéis a responder, os lo digo ya, los rallyes de ayer eran exactamente tan emocionantes como los de hoy, aunque aquellos que los vivimos entonces los añoremos ahora.
Es muy probable que, dentro de otros 35 años, con los coches ecológicos y eléctricos, los rallyes sean tan silenciosos que, a vosotros , los jóvenes de ahora, alguien os plantee la misma pregunta. ¿Y a ti, que rallyes te gustan más? Acordaos entonces de mi respuesta.
Sean como sean en el futuro… ¡larga vida a los rallyes!