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Volkswagen Beetle 2.0 TSI Sport DSG

Escrito por: Luis Villamil - 12 abril 2012

Utiliza la base de un Golf

Como en la generación anterior, para realizar este Beetle se ha tomado como base el Golf. Pero no se trata del actual Golf, si no el de hace dos generaciones, convenientemente puesto al día. En este sentido, lo más significativo técnicamente hace referencia a las suspensiones traseras, donde el eje semirígido torsional ha dejado paso en esta versión de 200 caballos a un multibrazo, como el empleado en el actual Golf. Para el resto de versiones, en cambio, se recurre a un eje rígido “guiado” por una barra Panhard que aumenta la rigidez transversal, una solución quizás demasiado básica para los tiempos que corren.

Estéticamente el resultado es muy satisfactorio, porque ahora es más bajo, más ancho y más largo y, sin traicionar el espíritu del original, se percibe como un automóvil más musculoso, sólido y dinámico. A la vista de los resultados pasados y presentes uno tiene la sensación de que los diseñadores y los ingenieros de la marca, para hacer la segunda generación, colocaron una silueta de escarabajo encima de un coche y ahora en esta tercera han partido de un coche y lo han vestido de Beetle.