Versiones deportivas del Ford Fiesta con cuatro décadas de historia
El primer Ford Fiesta ST 2.0 (2004 – 2008), tomaba como base la quinta generación del Ford Fiesta y contaba con un chasis deportivo, neumáticos más anchos (195/45 R16), un aspecto exterior más llamativo y un motor “Duratec” 2.0 16V atmosférico con admisión variable que desarrollaba 150 CV a 6.000 rpm y un par motor de 190 Nm a 4.500 rpm.
El interior también recibía unos asientos de corte deportivo y una presentación con detalles personalizados “ST”.
Con sus 150 CV de potencia, cambio manual de cinco marchas y un peso de 1.137 kg (7,57 kg/CV), anunciaba una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos, una velocidad máxima de 208 km/h y un consumo medio de 7,4 litros/100 km.
La segunda generación del Ford Fiesta ST 1.6 EcoBoost (2013 – 2017) introducía muchas mejoras en el chasis, un diseño de carrocería completamente renovado a nivel estilístico, llantas de 17” con neumáticos 205/40 R17 e importantes novedades en el equipamiento y la mecánica, destacando la introducción de un nuevo motor 1.6 EcoBoost turboalimentado que desarrollaba 182 CV a 5.700 rpm y 240 Nm entre 1.600 y 5.000 rpm.
La sobrealimentación no solo proporcionaba una mayor potencia y valor de par motor, sino que también aportaba un nivel de prestaciones claramente superior, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y una velocidad máxima de 220 km/h, aprovechando en mejor medida su nuevo cambio de seis marchas y un peso en vacío de 1.163 kg (5,81 kg/CV).
En 2016 llegaba una segunda versión denominada Ford Fiesta ST200 (2016 – 2017), que incrementaba la potencia del motor hasta los 200 CV a 6.000 rpm y alcanzaba un par máximo de 290 Nm entre 2.500 y 4.000 rpm, anunciando así una velocidad punta de 230 km/h y 6,7 segundos para acelerar de 0 a 100 Km/h.
Pero, los Ford Fiesta ST, no han sido las primeras versiones de la gama Fiesta con carácter deportivo, puesto que las anteriores generaciones tuvieron también su correspondiente versión deportiva con otras denominaciones.
Todo comenzó con el Ford Fiesta XR2 (1981 – 1983), el que fue realmente la primera versión deportiva de la gama Fiesta. Aquel coche tenía un motor Kent 1.6 de carburación que desarrollaba 84 CV a 5.500 rpm, caja de cambios manual de cuatro marchas, un peso de 800 kg (9,52 kg/CV), suspensiones con reglaje menos flexible, frenos sobredimensionados, llantas de 13” con neumáticos 185/60 R13 y una estética exterior e interior que remarcaba el acento deportivo.
Con semejantes características técnicas, el primer Ford Fiesta XR2 era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 170 km/h y aceleraba de 0 a 100 Km/h en 10,1 segundos.
La segunda generación del Ford Fiesta también tuvo su correspondiente versión Fiesta XR2 (1984 – 1989), que introducía un nuevo motor 1.6 CVH de carburación que desarrollaba 96 CV a 6.000 rpm y cambio de cinco marchas, para alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos con 840 kg de peso (8,75 kg/CV).
El Ford Fiesta XR2i de tercera generación (1989 – 1992) aparecería con una renovada imagen y elementos tan interesantes como el sistema antibloqueo de frenos “ALB” (en opción). El motor 1.6 EFI tenía ahora inyección electrónica, alcanzando así los 110 CV a 6.000 rpm con un peso de 893 kg (8,12 kg/CV), que le permitían acelerar de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y anunciar una velocidad punta de 192 km/h.
En 1990 se presentaba una versión aún más potente, denominada Ford Fiesta RS Turbo (1990 – 1992). Gracias a la introducción de un turbocompresor Garrett T02, su motor 1.6 EFI desarrollaba una potencia de 133 CV a 5.500 rpm y un par máximo de 184 Nm a 2.400 rpm, elevando su velocidad máxima hasta los 205 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos.
El Ford Fiesta RS Turbo tenía un peso de 920 kg (6,92 kg/CV) y se distinguía exteriormente por sus nuevas tomas de refrigeración en el capó, una línea de color verde que recorría todo el contorno del coche y sus llantas específicas de 14” con diseño de tres radios, que estaban montadas sobre neumáticos en medida 185/55 R14.
La fama de peligrosos que adquirieron los pequeños deportivos turboalimentados en la década de 1990 y el acoso que ejercieron las compañías aseguradoras por su alta siniestrabilidad llevó a buena parte de los fabricantes a buscar soluciones alternativas, llegando la moda de los motores 16V.
Ford no fue ajena a los dictados del mercado y sustituyó su potente Ford Fiesta RS Turbo por un nuevo Ford Fiesta XR2i 16V (1992 – 1994), que tenía un nuevo motor Zetec 1.8 16V y desarrollaba 130 CV a 6.250 rpm con un peso en vacío de 955 kilogramos (7,35 kg/CV).
A pesar de contar con una potencia similar, las prestaciones de la nueva versión atmosférica no eran tan brillantes con en la anterior versión turboalimentada, acelerando de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y con una velocidad máxima de 200 km/h.
El Ford Fiesta experimentaba una restilización en 1995 y daba paso a lo que se iba a conocer como la cuarta generación del Ford Fiesta (1995 – 2006), modelo que no contaría con una versión deportiva verdadera.
Habría que esperar hasta 2004, con la llegada del primer Ford Fiesta ST, para volver a disfrutar de una versión deportiva del Fiesta, dando un salto dinámico realmente cualitativo respecto al último Ford Fiesta XR2i 16V (denominado Fiesta RS1800 en el mercado británico).
En el Salón de Ginebra de 2004, Ford presentó el Fiesta RS Concept, un prototipo de lo que podría ser una versión aún más radical de su pequeño deportivo, aunque la marca del óvalo no haya creído oportuno volver a comercializar una versión “RS”, hasta la fecha (después del Ford Fiesta RS Turbo de 1990).
El Ford Fiesta ha servido como base en muchos coches de competición desde la aparición del modelo en 1976. Desde los últimos años, el Ford Fiesta ha sido también el coche elegido para representar a la marca en el Campeonato del Mundo de Rallies WRC (Ford Fiesta WRC), en la categoría WRC 2 (Ford Fiesta R5 WRC 2) y en el Campeonato del Mundo de Rallycross (Ford Fiesta ST WRX).