Coincidiendo con la remodelación de la gama Gallardo, la marca italiana ha introducido también algunas mejoras y retoques de diseño en su versión de carreras, protagonista de la competición monomarca “Super Trofeo” organizada por Lamporghini con este modelo desde la temporada 2009.
El renovado Gallardo LP 570-4 Super Trofeo 2013 mantiene la plataforma, chasis y base mecánica utilizadas hasta la fecha, pero se ha revisado por completo el apartado aerodinámico para mejorar así su eficacia y velocidad de paso por curva. La adopción de un faldón delantero (“splitter”) más pronunciado, nuevos deflectores aerodinámicos en la parte frontal, un difusor trasero de mayor tamaño y un nuevo alerón posterior más grande (con diez posiciones de ajuste) han permitido incrementar la eficiencia aerodinámica nada menos que un 120% respecto al anterior Gallardo Super Trofeo 2012. De esta forma, con la configuración aerodinámica de menor resistencia se obtiene un apoyo extra de 128 kilogramos, mientras que en el reglaje con la incidencia más extrema se incrementa hasta 160 kilogramos.
En la parte frontal también se han optimizado los conductos de refrigeración del equipo de frenos, incrementando así en un 50% la eficiencia térmica sobre sus discos delanteros. La versión “Super Trofeo” lleva cuatro discos ventilados y rayados en fundición gris, con 375 mm de diámetro delante y 365 mm detrás, amordazados por pinzas fijas monobloque de aluminio de seis pistones en las cuatro ruedas. Además, cuenta con un ABS especialmente calibrado para las exigencias del circuito.
El chasis tiene suspensión independiente en las cuatro ruedas (mediante dobles triángulos de aluminio) y un conjunto específico de amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras, adaptados al uso de neumáticos “slick” sin dibujo (desarrollados por Pirelli) y el efecto aerodinámico de sus alerones. Para aligerar las masas no suspendidas, el Lamborghini Gallardo LP 570-4 Super Trofeo cuenta con unas llantas de aleación ultraligeras de 18” de diámetro, cuyo peso ronda tan solo los 10 kilogramos (cada una).
El motor 5.2 V10 apenas cambia respecto al utilizado en el modelo de serie, alcanzando los 570 CV a 8.000 rpm. Dicho motor V10 a 90º con cárter seco cuenta con inyección directa de gasolina (“IDS”), distribución variable en admisión y escape, 40 válvulas, pistones de aluminio y bielas de acero forjado, además de una línea de escape aligerada y optimizada en su función.
La transmisión está encomendada al cambio robotizado “E-gear” de seis marchas y a un sistema de tracción a las cuatro ruedas mediante acoplamiento viscoso, que reparte el par en una proporción 30:70 respectivamente entre el eje delantero y trasero. El diferencial posterior cuenta además con un autoblocante mecánico tarado al 45 por ciento para transmitir toda la potencia al asfalto con mayor eficacia.
El trabajo de aligeramiento en esta versión de carreras ha permitido situar su peso en vacío en 1.300 kg, repartidos en un 43 por ciento sobre las ruedas delanteras y el 57 por ciento restante en las traseras, ofreciendo así una relación peso/potencia de 2,28 kg/CV.
En el interior se ha prescindido de todo el equipamiento superfluo y el salpicadero está revestido en “Alcantara” para evitar reflejos. Además de los elementos de seguridad (barras antivuelco, equipo de extinción de fuego, corta corriente y cinturones de arnés), lleva un asiento bacquet de competición (en fibra de carbono y kevlar), un volante específico desmontable y las levas de cambio secuencial fijas en la columna de dirección (para permitir cambiar incluso con el volante girado).
Para facilitar a los pilotos la puesta a punto en cada circuito, el Lamborghini Gallardo LP 570-4 Super Trofeo lleva integrado un equipo de toma de datos con los que analizar los diferentes parámetros del vehículo, un display adicional con los tiempos por vuelta y unas luces indicadoras de máximo régimen en el cuadro de instrumentos, todo ello por un precio que supera los 200.000 euros sin impuestos.