El Bentley Continental GT3 va a ser el coche más grande en las competiciones de Gran Turismo. Mide nada menos que 4,95 metros de longitud, pero también pesa 1.000 kg menos que el coche del que deriva (Bentley Continental GT V8), aligeramiento imprescindible para no moverse en los circuitos de carreras como un elefante en una cacharrería.
En realidad los cambios introducidos en el Continental GT3 hacen de esta versión de competición un coche prácticamente nuevo en sus especificaciones técnicas. A parte de las líneas exteriores y la base del motor V8, el resto es completamente nuevo.
La adopción de nuevos elementos aerodinámicos delante (faldón “splitter”) y detrás (alerón posterior regulable y difusor de aire) ha incrementado 144 mm su longitud (4.950 mm) respecto a la versión de calle. También recibe nuevas aletas que han ensanchado 86 mm la carrocería (2.030 mm), mientras que la altura se ha rebajado 54 mm en esta versión de carreras (1.350 mm).
El propulsor 4.0 V8 biturbo se ha reconfigurado para incrementar la potencia hasta los 600 CV sin restrictores de aire (507 CV a 6.000 rpm en el motor de serie), adoptando importantes mejoras que afectan a buena parte de sus componentes y una gestión electrónica elaborada por los especialistas de Cosworth.
De entrada, el sistema de lubricación del propulsor de carreras es de cárter seco, modificación que no solo mejora su calidad de lubricación ante las exigentes aceleraciones (transversales y longitudinales) experimentadas en circuito, sino que también permite situar el motor en una posición más baja (para reducir el centro de gravedad).
El motor se ha asociado a una caja de cambios secuencial de seis marchas elaborada por los especialistas de “Xtrac”, que cuenta con un sistema neumático para que el piloto seleccione manualmente las marchas mediante unas levas situadas detrás del volante. Dicha transmisión está equipada con un diferencial de deslizamiento limitado que permite ajustar su capacidad autoblocante en las ruedas traseras.
El propulsor V8 se ha colocado longitudinalmente por encima del eje delantero (retrasando levemente su posición), mientras que la caja de cambios está colocada por delante del diferencial trasero (en disposición “Transaxle”), optimizando así el reparto de pesos (52 % delante y 48 % detrás). La potencia del motor se transmite a la caja de cambios mediante un robusto y ligero árbol de transmisión realizado en fibra de carbono.
La suspensión del Bentley Continental GT3 cuenta con nuevos esquemas independientes (mediante dobles triángulos superpuestos) que permiten todo tipo de reglajes. Amortiguadores ajustables de cuatro vías, muelles helicoidales y barras estabilizadoras regulables en flexibilidad permiten trabajar sobre la puesta a punto del chasis en cada circuito.
El equipo de frenos es de origen Brembo y presenta cuatro discos ventilados y ranurados, con la zona de fricción en fundición gris y la campana interior flotante en aluminio. Los delanteros tienen 360 mm de diámetro y están mordidos por pinzas fijas de aluminio de seis pistones, mientras que los traseros son de 330 mm y llevan pinzas fijas de cuatro pistones.
Tanto el “ABS” como el control de tracción están autorizados en el reglamento FIA de vehículos GT y el Continental GT3 dispone de dichas ayudas electrónicas, puestas específicamente a punto para su uso en competición. Además, los controles electrónicos tienen varios programas de funcionamiento que el piloto puede seleccionar desde los mandos situados en el volante.
Todos los paneles de la carrocería (aletas, paragolpes, puertas, capó, bajos de carrocería y tapa del maletero) y los elementos aerodinámicos (“splitter” delantero, alerón trasero, fondo plano y difusor posterior) están realizados en fibra de carbono, material ligero que también se emplea en los colectores de admisión, en los conductos de refrigeración, en todo el salpicadero, la consola central, los paneles de las puertas y el asiento bacquet.
En el interior encontramos una nueva estructura tubular antivuelco que incrementa la rigidez torsional del Bentley Continental GT3, los gatos hidráulicos que permiten elevar fácilmente el coche en las paradas de repostaje y el equipo de extinción anti-incendio. Como es lógico, se han eliminado todos los elementos de equipamiento y guarnecidos que son prescindibles en un coche de carreras.
El puesto de conducción se ha retrasado para equilibrar el reparto de pesos y el volante (extraíble) recibe todos los mandos de las funciones que pueden requerir un accionamiento rápido durante la carrera (ajustes de los programas de la respuesta del motor, el ABS y el control de tracción, limitador de velocidad en “pit lane”, radio, ráfagas de luces, limpiaparabrisas, manejo de las funciones de la pantalla de instrumentación, etcétera).
Con todo esto, el peso en vacío del Bentley Continental GT3 se ha situado por debajo de los 1.300 kilogramos, una cifra impresionante teniendo en cuenta su enorme tamaño. Esto supone una relación peso/potencia de 2,2 kg/CV.
Para no perder la tradición, el guarnecido en piel vuelta del volante, los tiradores en cuero de apertura de las puertas y la tapicería textil que reviste el asiento bacquet son confeccionados a mano por los artesanos de Bentley en la factoría de Crewe (Inglaterra).
El nuevo Bentley Continental GT3 ha sido presentado durante el Festival de la Velocidad de Goodwood 2013, pero no llegará oficialmente a la competición hasta 2014, temporada en la cual debutará en las FIA Blancpain Series de GT y medirá sus fuerzas frente a rivales como el Porsche 911, Ferrari 458, McLaren MP4-12C, Nissan GT-R, Mercedes SLS y Audi R8. Hasta entonces será sometido a un buen número de pruebas de resistencia y puesta a punto en circuito y deberá pasar por el trámite de homologación exigido por la Federación Internacional de Automovilismo.