El Ford GT es un nuevo modelo de altas prestaciones presentado durante el Salón de Detroit de 2015 (12 al 25 de enero). Este súper deportivo viene a dar continuidad al Ford GT que la marca americana reeditó en 2004, tomando como fuente de inspiración el Ford GT40 “Mark II” original lanzado en 1966.
Por lo tanto, no sé si sería correcto denominarlo como un modelo de tercera generación, pero está claro que este nuevo Ford GT del Siglo XXI viene cargado de tecnología y presenta las últimas innovaciones mecánicas introducidas en el ámbito del automóvil hasta la fecha, algunas de ellas provienen del mundo de la competición.
Continúa la tradición de mantener el motor en disposición central longitudinal trasera y la propulsión a las ruedas posteriores, pero la caja de cambios es ahora automatizada, de doble embrague robotizado con 7 velocidades y levas de cambio secuencial detrás del volante.
Su nuevo motor EcoBoost 3.5 V6 recibe la sobrealimentación de dos turbocompresores para superar los 600 CV de potencia (en Ford no declaran todavía la potencia exacta que tendrá este modelo). Cuenta con inyección directa de gasolina, empujadores de válvulas de baja fricción y su arquitectura deriva del propulsor empleado en competición por el prototipo Riley-Ford IMSA Daytona ganador de las 12 Horas de Sebring en 2014.
Para obtener el mejor resultado en la lucha contra el peso, el Ford GT cuenta con una carrocería fabricada íntegramente en fibra de carbono (chasis monocasco, paneles de carrocería, puertas, faldón aerodinámico delantero y extractor de aire trasero), siendo también el aluminio el principal metal empleado en su construcción (subchasis delantero y trasero, brazos de suspensión, pinzas de freno, llantas de aleación, bloque y culata del motor, etcétera).
En Ford afirman que gracias al empleo generalizado de metales livianos y piezas estructurares de fibra de carbono, el Ford GT mostrará una de las mejores relaciones peso/potencia de todos los coches fabricados en serie.
Sólo hace falta echar un vistazo a su diseño exterior para contemplar el elaborado trabajo aerodinámico realizado en este modelo, que tiene un habitáculo en forma de gota de agua (inspirado en el fuselaje de los aviones) y un nuevo alerón trasero activo (con ángulo de inclinación y altura variables), además de mostrar imponentes tomas de refrigeración, evolucionadas canalizaciones aerodinámicas a lo largo de la carrocería y un efectivo extractor de aire en la parte posterior.
La suspensión independiente a las cuatro ruedas del Ford GT también deriva del esquema empleado en muchos coches de competición, con paralelogramos deformables tipo “push-rod” configurados por dobles triángulos superpuestos. Además cuenta con un sistema que permite elevar la altura de la suspensión delantera para facilitar el acceso en aparcamientos subterráneos.
El equipo de frenos se ha encomendado a cuatro discos flotantes carbono cerámicos desarrollados por los especialistas de “Brembo”, que están mordidos por pinzas fijas de aluminio de seis pistones delante y cuatro pistones detrás. Completan las masas no suspendidas unas llantas de aleación ligera con 20 pulgadas de diámetro, montadas sobre neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medida 245/35 ZR20 delante y 325/30 ZR20 detrás, con un compuesto y estructura puestos a punto específicamente para el Ford GT.
El acceso al habitáculo biplaza se realiza a través de sus puertas con apertura hacia arriba y los asientos tipo bacquet están integrados fijos en el monocasco de fibra de carbono (solución también empleada en el Ferrari LaFerrari). Así pues, los ajustes se realizan directamente en el volante y los pedales para adaptar la posición de conducción adecuada. Dicha configuración no solo reduce el número de piezas y el peso de los asientos sino que también permite optimizar el reparto de pesos dentro del habitáculo y aporta una conexión sensorial más directa del conductor con el chasis (lo que los pilotos denominan sentir las reacciones del vehículo con el “culo”).
El diseño y configuración del volante está inspirado en los empleados por los monoplazas de Fórmula 1 y los “sport prototipo”. Está achatado por arriba y abajo y cuenta con todos los principales mandos de control integrados en su parte frontal: intermitentes, luces, limpiaparabrisas, control de audio, control de crucero, selección de modos de conducción (“Wet”, “Sport” y “Sport +”) y la múltiple configuración del cuadro de instrumentación (con pantalla en color). De esta manera, detrás del volante tan solo encontramos dos enormes levas para seleccionar las marchas del cambio secuencial robotizado.
El Ford GT ha sido desarrollado por los ingenieros de “Ford Performance”, la división de coches de altas prestaciones de Ford, que ampliará su trabajo con otros 11 nuevos modelos de características deportivas antes de que finalice el año 2020 (entre ellos el Focus RS, F-150 Raptor, Shelby GT350 Mustang y Shelby GT350R Mustang).
El nuevo Ford GT comenzará su producción a finales de 2016, coincidiendo así con el 50 Aniversario del triple podio del Ford GT40 en las 24 Horas de Le Mans de 1966.
NOTA: si quieres ver unas radiografías del Ford GT40 original pincha aquí.