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Audi R8 LMX Coupé V10 5.2 FSI quattro S Tronic

Escrito por: Víctor M. Fernández - 24 septiembre 2015

Coincidiendo con la aparición comercial del nuevo Audi R8 II de segunda generación, no hemos querido dejar de contaros lo que se siente al volante del Audi R8 LMX, la última versión fabricada del primer modelo, que se ha producido en edición limitada a 99 unidades.

El Audi R8 LMX ha sido también la versión más rápida y potente fabricada de la primera generación, dotada de los componentes más evolucionados a nivel mecánico. Su motor V10 5.2 FSI potenciado hasta los 570 CV es el mismo que llevaba el anterior Lamborghini Gallardo LP 570-4 Squadra Corse, con el que también comparte el mismo equipo de frenos carbono cerámicos y el esquema de suspensiones, con dobles triángulos superpuestos fabricados en aluminio.

El cambio más importante en el Audi R8 LMX lo encontramos en la caja “S Tronic” de doble embrague robotizado y siete velocidades que lleva de serie y que tiene un funcionamiento mucho más rápido que el anterior cambio robotizado “R Tronic” de seis marchas con embrague bidisco (empleado también en el Lamborghini Gallardo con el nombre de “E-gear”).

Los retoques introducidos en el exterior son ya toda una declaración de intenciones que apuntan a la máxima deportividad y prestaciones de este modelo. Deflectores aerodinámicos en el frontal, un faldón delantero más pronunciado, el alerón trasero fijo de mayor tamaño y un difusor posterior más evolucionado (todos ellos fabricados en fibra de carbono) aportan una mayor carga aerodinámica a este deportivo biplaza desarrollado para ofrecer la máxima eficacia en circuito.

La carrocería Coupé de nuestra unidad de pruebas estaba pintada en un exclusivo color “Azul Ara”, cuyo brillo metalizado contrasta con el color antracita oscuro de sus llantas de aleación de 19”, que rematan el aspecto rabiosamente deportivo con anchos neumáticos Pirelli PZero en medida 235/35 ZR19 delante y 305/30 ZR19 detrás.

La fibra de carbono está presente también en las molduras decorativas de los laterales (“side blades”), que además hacen la función de tomas de aire, al mismo tiempo que recubre todo el vano motor para ensalzar su carácter “racing”.

02_Audi-R8-LMX_primeras-impresionesContemplar el dibujo de su doble caja de admisión a través de la luneta trasera es suficiente para dibujarnos una sonrisa infinita, esperando escuchar el rugido que emana de sus diez cilindros en “V”.

Cuando accedemos al interior, los bajos de puerta nos reciben con unos embellecedores realizados en fibra de carbono, sobre los que destacan unas exclusivas molduras de aluminio que reflejan el número de unidad limitada del modelo (42/99 en nuestra unidad de pruebas) y el anagrama “R8 LMX”.

El plástico reforzado con fibra de carbono sigue siendo protagonista es su habitáculo biplaza (recubre buena parte de la consola central, los tiradores de las puertas y el marco que envuelve todo el puesto de conducción), pero también combina a la perfección con la tapicería en piel napa de suave tacto que reviste todo el interior (asientos, salpicadero y puertas) y los llamativos bordados “Azul Sepang”que aportan un agradable toque de color a un interior acabado al detalle.

Todo en el habitáculo transmite una sensación de calidad sobresaliente y el nivel de equipamiento parece más propio de una lujosa berlina que de un deportivo dispuesto a salir a pista.

Entre dicho equipamiento de serie se encuentran sus exclusivos faros con tecnología láser (que aportan la denominación “LMX” a esta versión), aunque en nuestra soleada toma de contacto no hemos tenido ocasión de probar sus virtudes.

Si en otro artículo anterior de Autolimite.com te contamos todos los detalles de cómo es el Audi R8 LMX, ahora ha llegado el momento de saber cómo va, de sentarnos al volante, girar la llave de contacto y… entrar en pista.