El Porsche Panamera es la berlina de lujo más dinámica en la que me he montado. Pocas veces es posible realizar una afirmación tan directa y contundente, pero este coche sorprende, por su capacidad para transmitir sensaciones al volante y por su imponente calidad de terminación.
Que esté bien acabado y repleto de equipamiento es algo que ya damos por hecho cuando hablamos de una berlina de lujo, pero que sea capaz de moverse con tanta agilidad en cualquier tipo de carretera es algo que nos llama la atención en cuanto nos ponemos al volante.
Y llama nuestra atención en mayor medida cuando estamos hablando del Porsche Panamera Diesel, a priori, la versión más “sosa”, menos potente (300 CV) y menos “apetecible” de la Gama Panamera, aunque su equilibrada relación entre precio, prestaciones y consumo hayan convertido esta versión en una de las más vendidas del mercado europeo.
Ese equilibrio es, probablemente, el que convierta al Panamera Diesel en una de las elecciones más acertadas, porque prestaciones no faltan, el consumo no se desborda y las sensaciones que transmite al volante no solo no defraudan, sino que convencen.
Hablar de deportividad podría parecer incongruente en este coche tan grande y pesado, pero los ingenieros de Porsche han conseguido engañar a las leyes de la física para ofrecer un modelo superlativo en eficacia y agilidad de conducción, eso sí, ayudado por la suspensión regulable “PASM” (“Porsche Active Suspension Management”) que se ofrece en opción y que llevaba nuestra unidad de pruebas.
En su interior, definido para cuatro pasajeros, se percibe calidad de acabado en cada elemento y el nivel de equipamiento puede ser realmente abundante si estamos por la labor de gastar una buena suma de dinero en su lista de opciones.
El conductor se recrea con agradables sensaciones en conducción dinámica, pero los pasajeros también disfrutan de un confort soberbio en condiciones de viaje, rizando el rizo en calidad de rodadura y comodidad de marcha.
Sus rivales directos también están bien preparados y modelos como el Audi A7 Sportback 3.0 BiTDI quattro (320 CV) o el BMW 640d Gran Coupé (313 CV) le superan incluso en potencia y prestaciones, aunque no llegan al nivel de eficacia del Porsche Panamera Diesel cuando se quiere extraer el máximo partido a sus cualidades dinámicas.
El Panamera es una berlina de representación con mayúsculas, que no solo satisface plenamente en su cometido de “vender imagen” y agradar a los pasajeros, sino que también nos permite disfrutar de una jornada de circuito (“track day”) con la seguridad de que lo pasaremos muy bien, aunque no haya sido específicamente desarrollado para ello.
Ahora, súbete conmigo a bordo del Porsche Panamera Diesel y continúa leyendo para conocer al detalle cómo va y todo lo que ofrece.