Habrá versión ST del Fiesta. Lo ha desvelado Ford en el transcurso del Salón del Automóvil de Ginebra 2012. Su lanzamiento no será inmediato y hasta el próximo año no estará disponible en los concesionarios. En cambio si hay certezas sobre sus características mecánicas básicas. El motor será un 1.6 litros con turbocompresor de la familia Ecoboost, que entrega 240 Nm de par máximo y 180 caballos de potencia. Debería ser el mismo que monta el Focus y se anuncian prestaciones muy brillantes: 220 Km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 Km/h en menos de 7 segundos.
La caja de cambios será manual de seis relaciones y en el apartado chasis se recurre a unas suspensiones más firmes y 15 mm más bajas que las del Fiesta normal. A su vez las llantas serán de 17 pulgadas y se montarán en ellas neumáticos de medida 205/40 R17. Para los frenos se anuncian pinzas flotantes con discos ventilados en el eje delantero y macizos en el trasero. Las pinzas estarán ”tuneadas” con pintura roja, pero lamentablemente no tendrán cuatro bombines en el eje delantero, lo que sí marcaría diferencias.
En contrapartida sí parece innovador, en un coche de esta categoría, el anuncio de un Control Electrónico de Estabilidad (ESP) que funcionará en tres modos diferentes (queremos entender, normal, permisivo y desconectado, aunque aún no hay datos al respecto). Y también el sistema “MyKey” (léase “mi llave” en español), que permite al propietario limitar las prestaciones y asegurar la conexión de los sistemas de seguridad (léase aquí la imposibilidad de “jugar” a desconectar el ESP) para que el coche pueda ser utilizado por conductores menos experimentados. La cosa huele a conflictos padres/hijos o similares y el anuncio de Ford de que esperan introducir el coche en el mercado estadounidense debería tener algo que ver en ello. De hecho en ese mercado hay coches de altas prestaciones con dos niveles de potencia a elección del conductor.
A decir del fabricante, el Fiesta ST ha sido desarrollado por el equipo Team RS, encargado de diseñar los vehículos de altas prestaciones dentro de Ford, y testado durante más de 5.000 km en el circuito Nordschleife de Nürburgring (léase antiguo Nürburgring).
Respecto al maquillaje “racing” consustancial de estas versiones, hay que decir que no le falta de nada: parachoques delantero más prominente con faldón integrado, trasero rediseñado con símil difusor, bajos de puerta, o alerón trasero con forma de visera. Sin embargo lo más llamativo de este ST es el nuevo frontal con parrilla a lo Aston Martin que, al parecer, también llevarán los futuros Mondeo y que podría extenderse como seña de identidad de los futuros Ford.
En el habitáculo también encontramos una personalización diferenciadora. Lo más relevante son los asientos tipo bacquet firmados por Recaro y tapizados en cuero/tela, pero no faltan los pedales en aluminio o el volante de cuero. En cambio, los indicadores de la instrumentación solo informan de las funciones más básicas, como sucede con el resto de los Fiesta, donde se ha suprimido hasta la indicación de temperatura de agua. Por filosofía no será un coche para cinco ocupantes, pero el asiento posterior conserva la posibilidad de alojar a tres personas (con cinturón de seguridad de tres puntos y reposacabezas) lo que siempre aporta un plus de versatilidad.