Han pasado veinte años desde la aparición del primer Viper y, ahora, en su tercera generación, el nuevo modelo es más potente, más ligero, más rápido, más eficaz y todavía más impresionante. Además, ya no se encuentra dentro de la gama Dodge (en EEUU) o Chrysler (en Europa), sino que el fabricante americano ha convertido en marca lo que antes era simplemente su división de modelos deportivos, “SRT” (“Street and Racing Technology).
El SRT Viper es un coche completamente nuevo, aunque su diseño exterior combina ciertos rasgos estilísticos de las dos generaciones anteriores y también conserva algunos de sus elementos mecánicos, convenientemente evolucionados.
Respecto al modelo anterior mantiene unas dimensiones muy similares e idéntica distancia entre ejes (2.510 mm). Ha crecido 3 mm en longitud, 30 mm en anchura y 36 mm en altura, mientras que las vías se han ensanchado 29 mm delante y 3 mm detrás. El trabajo más importante se ha realizado en el aligeramiento del vehículo, empleando materiales como el aluminio y la fibra de carbono en el chasis, la carrocería y los principales elementos del motor, suspensión y frenos. Semejante cura de “adelgazamiento” ha permitido reducir hasta 46 kilogramos en el nuevo modelo (72 kg si lleva el “Paquete SRT Track”).
El motor V10 sigue siendo seña de identidad en el Viper. Mantiene la misma base mecánica y cilindrada (8,4 litros), pero recibe importantes retoques con los cuales se ha incrementado la potencia y reducido el peso. El SRT Viper alcanza ahora los 648 CV de potencia máxima (48 CV más que en el modelo al que sustituye) y desarrolla unas prestaciones de auténtico súper deportivo.
Con un chasis que ha incrementado su rigidez estructural un 50 por ciento, más potencia, menos peso, mayor eficiencia aerodinámica (Cx 0,365) y mejoras en la suspensión, la transmisión y los frenos, anunciar una mayor estabilidad en curva y eficacia sobre el asfalto resulta completamente obvio. Además, el nuevo SRT Viper cuenta con nuevas ayudas electrónicas que permiten no solo una conducción más sencilla y segura, sino que también disponen de diferentes programas seleccionables para incrementar la eficacia de conducción. Ahora lleva de serie control de tracción, control de estabilidad “ESC” y control de salidas “Launch Control”.
En su habitáculo biplaza también se ha experimentado una evolución importante respecto al modelo al que sustituye, con un nivel de equipamiento más abundante y una calidad de acabado muy superior en cuanto a revestimientos y ajuste percibido de los distintos elementos, además de incrementar su grado de funcionalidad con nuevas guanteras repartidas en su interior y un maletero más grande (396 litros).
En el momento de su lanzamiento, este modelo de SRT se ofrece en dos versiones diferentes, el Viper estándar y el Viper GTS, ambos con carrocería cupé, aunque en un futuro es más que probable que también salga a la luz la variante descapotable (como en las dos anteriores generaciones).
Por potencia, dimensiones y características técnicas, el nuevo SRT Viper es simplemente brutal, una “víbora” más bella y con una picadura todavía más bestia.
NOTA: Aunque en la marca hablan del nuevo SRT Viper como quinta generación, lo cierto es que, en realidad, tan sólo está precedido por dos generaciones de modelos completamente diferentes (que se han fabricado con carrocería cupé y descapotable). El primer Viper (RT/10 y GTS) se produjo entre 1992 y 2002, mientras que la segunda generación de Viper (SRT-10 Roadster y Coupe) se comercializó entre 2003 y 2010.