La variante más potente y deportiva de la gama Q5 va a ser turbodiésel. Su nombre es Audi SQ5 TDI y no llegará al mercado hasta el próximo año.
Es la primera vez que la marca alemana realiza una versión “S” con un propulsor alimentado por gasoil, pero su presentación durante las 24 Horas de Le Mans de 2012 (prueba en la que Audi ha obtenido la victoria en varias ediciones con sus motores TDI) no es más que una demostración de que las versiones con propulsor diésel no tienen por qué estar reñidas con la deportividad.
Las cifras hablan a su favor, con una potencia de 313 CV, 650 Nm de par máximo, una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 250 km/h. Dentro de sus características de filosofía deportiva, el único aspecto que nos resultará extraño será encontrar la zona roja del cuentavueltas a tan “solo” 4.600 rpm.
En el exterior, Audi ha querido reforzar la imagen deportiva del nuevo SQ5 TDI con un faldón delantero más prominente, tomas de refrigeración de mayor tamaño en la parrilla frontal, nuevos bajos de carrocería, la cubierta de los retrovisores pintada en color aluminio, un falso “difusor” trasero y cuatro salidas de escape en la parte posterior, además de llantas de aleación de 20” de diámetro con neumáticos en medida 255/45 R20 101 W (en opción estarán también disponibles unas llantas de 21”). El emblema “SQ5” en la parrilla delantera, el portón trasero y las pinzas de freno, junto con el anagrama “V6T” en las aletas delanteras desvelan que no estamos ante un Q5 cualquiera.
En el interior también recibe ciertos retoques que realzan su aspecto dinámico. Además del volante y los asientos delanteros de corte deportivo, el cuadro de instrumentación está pintado en color antracita y el velocímetro escalado hasta 300 km/h. El emblema “SQ5” queda resaltado en el cuentavueltas, el volante y el pomo del cambio, además de visualizarlo en relieve en el respaldo de los asientos delanteros.
El SQ5 lleva de serie una tapicería combinada de piel Napa y Alcántara, aunque opcionalmente puede ir recubierto completamente en cuero. El aluminio se emplea en los pedales, las molduras del salpicadero y la consola central, el pomo del cambio, los tiradores de apertura de las puertas y las levas del cambio situadas detrás del volante.
El nuevo Audi SQ5 TDI se empieza a comercializar en España en noviembre de 2012, con un precio de 68.100 euros.