Ford reúne en su nuevo Focus ST todos los elementos necesarios para disfrutar de la conducción deportiva sin contemplaciones. No obstante, tampoco han desarrollado un coche especialmente “radical” en su planteamiento (para eso reservan las siglas “RS”) y la versión ST resulta agradable de conducir y plenamente utilizable en el uso cotidiano, con una equilibrada puesta a punto de todos sus elementos para moverse con un nivel de confort razonable, aunque preparado para poder sacar la quinta esencia al motor con una destacable sensación de eficacia y facilidad de manejo, incluso en conducción muy exigente.
Con 250 CV de potencia, el nuevo motor 2.0 Turbo EcoBoost de cuatro cilindros en línea le sienta muy bien al Focus ST y su mayor ligereza respecto al motor 2.5 Turbo de cinco cilindros en línea que llevaba el anterior modelo (225 CV) ayuda a incrementar su agilidad y precisión de guiado en carreteras viradas. Además, la adopción de la inyección directa de gasolina, su menor cilindrada y aquilatado peso le permiten rebajar de forma considerable las cifras de consumo, claramente inferiores a las del anterior Focus ST.
Con 25 CV más y 75 kilogramos menos que el modelo al que sustituye, el nuevo Focus ST es más rápido en prestaciones y resulta más eficaz en su conducción. Además, la adopción de nuevas ayudas electrónicas, como el frenado electrónico del diferencial “TVC” o el control de subviraje en curva “CUSC”, también proporcionan su pequeña aportación para incrementar la facilidad de conducción y eficacia cuando nos ponemos en plan “exigente”. El nuevo Ford Focus ST es un coche muy asequible en sus reacciones y permite rodar a un ritmo elevado casi sin darnos cuenta, un nuevo pasito hacia delante respecto al anterior modelo, que ya destacaba especialmente en este sentido.
El nuevo Focus ST mantiene unas dimensiones exteriores similares a las del modelo anterior y apenas hay variaciones en aspectos como la habitabilidad o la funcionalidad interior. Al comercializarse con carrocería “Berlina” de cinco puertas (ya no está disponible la carrocería “Coupé” de tres puertas) el acceso a las plazas posteriores no plantea ningún problema, aunque en la parte trasera el espacio disponible resulte algo justo para tres posibles pasajeros (lo habitual entre los coches compactos como el Focus).
En Ford han hecho un nuevo esfuerzo para ofrecer un aspecto interior que transmita una mayor sensación de calidad percibida, aunque ciertos plásticos duros sigan pareciendo mejorables en un habitáculo bien acabado en líneas generales.
Lo que no admite crítica son sus posibilidades de equipamiento, muy abundante de serie y con nuevos dispositivos que no defraudarán a los conductores más exigentes, ávidos de poseer los últimos avances en tecnología de seguridad, confort y multimedia.
Sin tener en cuenta los distintos descuentos promocionales que ofrecen las marcas, el Ford Focus ST es el modelo que tiene el precio más ajustado dentro de su categoría. Tan solo el Renault Megane Coupé RS 2.0 (265 CV) le supera ligeramente en su relación entre precio y potencia (115,5 euros/CV), aunque solo está disponible con carrocería de tres puertas. Teniendo en cuenta que cualquiera de sus rivales presenta buenos argumentos mecánicos para gustar, no me atrevería a anteponer la recomendación del nuevo Focus ST respecto a otro modelo, pero sí tengo claro que es un coche plenamente satisfactorio y supondrá una compra acertada a quien tome la decisión de optar por el modelo de Ford, tanto en el uso cotidiano como a la hora de buscar diversión al volante.
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