Súper deportivos que aparecen y otros que no llegan

Dicen que, en tiempos de crisis, los pobres son más pobres y los ricos son más ricos todavía. Sea como fuere, lo cierto es que al mercado del súper lujo no parece afectarle la crisis y, en 2013, llegarán a los concesionarios nuevos modelos destinados exclusivamente para fortunas muy bien saneadas.

Aunque el segmento de “súper deportivos” podríamos decir que existe desde los inicios del automóvil (BMW M1, Ferrari 512 BB, Ford GT40, Lamborghini Miura, Mercedes 300 SL “Gullwing”, Porsche 917…) lo cierto es que fue a mediados de los años 80 donde parece que tomo un mayor auge. La aparición de modelos como el Ferrari F40 (478 CV) o el Porsche 959 (450 CV) dio continuidad a otros como el Cizeta-Moroder V16T (540 CV), Bugatti EB110 (553 CV), Jaguar XJ220 (542 CV), McLaren F1 (627 CV)… Tras ellos llegaron otros superdeportivos derivados de la competición, fabricados en limitadísima serie, como el Porsche 911 GT1 (544 CV), el Nissan R390 GT1 (557 CV) o el Mercedes CLK GTR (612 CV) y también aparecieron nuevas marcas como Pagani o Koenigsegg. El resto es de sobra conocido: Bugatti Veyron (1.001 CV), Ferrari Enzo (660 CV), Lamborghini Reventon (650 CV), Maserati MC12 (632 CV), Mercedes SLR McLaren (626 CV), Porsche Carrera GT (612 CV)… y un largo etcétera.

Ahora, en 2013, el mercado de los súper deportivos se ampliará con la aparición del nuevo Ferrari F150, el McLaren P1 o el Porsche 918 Spyder, todos ellos abanderados por nuevas tecnologías “híbridas” y superando de largo los 800 CV de potencia.

Sin embargo, también se ha quedado por el camino uno de los nuevos súper deportivos que se iba a presentar a lo largo del año. Los responsables de Jaguar han anunciado recientemente que no van a fabricar las 250 unidades que tenían previsto producir del Jaguar C-X75, otro de los exclusivos deportivos con tecnología híbrida esperado para finales de 2013.

La crisis existente es el argumento alegado para esta marcha atrás, pues entienden que en estos tiempos de austeridad no resulta muy coherente comercializar un coche cuyo precio iba a rondar el millón de euros.

Teniendo en cuenta que, quien tiene semejante cantidad para gastar en un coche, no creo que esté demasiado preocupado por la crisis, a mí la explicación, cuando menos, me resulta extraña. Además, cuando una marca toma la decisión final de producir un coche, es raro que se echen para atrás en la fase final, más teniendo en cuenta lo que cuesta el desarrollo de un súper deportivo de estas características.

Según especulaciones filtradas a otros medios de prensa, en Jaguar podrían haber tomado la decisión de no seguir adelante con el proyecto tras realizar las primeras pruebas del grupo motopropulsor híbrido y no resultar del todo satisfactorias (el tiempo y el coste de evolución jugarían en su contra). Sin embargo, la ausencia de un número adecuado de clientes interesados en el nuevo súper deportivo parecería ser la verdadera causa. No obstante, también declaran que han sellado cerca de 100 patentes tecnológicas durante el desarrollo del Jaguar C-X75, innovaciones que podrán emplear para la fabricación de sus futuros modelos y motores de producción en serie.

Jaguar había desarrollado para el C-X75 un compacto propulsor de cuatro cilindros el línea que, con tan solo 1,6 litros de cilindrada y sobrealimentado mediante un compresor volumétrico y un turbocompresor, era capaz de alcanzar los 500 CV de potencia (312,5 CV/litro), lo que unido a otros dos motores eléctricos, desarrollados conjuntamente con los ingenieros del equipo Williams F1, permitía al nuevo Jaguar C-X75 rondar los 900 CV de potencia.

En cualquier caso, el Jaguar C-X75 no pasará a la historia como el coche que nunca se llegó a fabricar, pues la marca británica tiene la intención de producir cinco unidades, dos de las cuales se quedarán en las instalaciones de Jaguar y las otras tres serán subastadas. Quizá, esta sea una inteligente estrategia para comprobar lo que realmente están dispuestos a pagar por el Jaguar C-X75 los cerca de 100 clientes que ya habían mostrado su intención seria de adquirir uno.