Los peligros de Pirelli
En este Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2013 se está hablando de los neumáticos más de lo normal. Hay muchas personas que creen positivo el dicho ese de “que hablen de mí, aunque sea mal”, aunque no creo que sea eso lo que han pretendido en Pirelli.
Está claro que los neumáticos están jugando un papel quizá demasiado relevante en esta temporada, pero también es cierto que, gracias a los neumáticos, estamos viendo una mayor alternancia en los puestos del podio en los últimos años, en donde la puesta a punto de cada monoplaza, el estilo de conducción de cada piloto y la estrategia de cada equipo están desempeñando un papel fundamental de cara al resultado.
Pirelli volvió al “Gran Circo” como proveedor exclusivo para todos los equipos en el año 2011 y, además de aportar las especificaciones tecnológicas requeridas para un neumático de Fórmula 1, también han intentado complacer las directrices marcadas por los organizadores del campeonato en lo que a espectáculo se refiere. Ese es el motivo fundamental por el cual han estado introduciendo distintas especificaciones y compuestos en sus neumáticos que condicionan su degradación, aportado así más movimiento en el “pit lane” y animación en las carreras.
Aunque los neumáticos son los mismos para todos los monoplazas, también es cierto que los cambios introducidos en 2013 han supuesto un gran beneficio para algunos equipos (Renault), un auténtico desastre para otros (Mercedes) y un verdadero quebradero de cabeza para todos, a causa de su rápida degradación (obligando a realizar entre tres y cuatro paradas durante la carrera).
Las críticas hacia Pirelli han sido tan acusadas tras el Gran Premio de España que los responsables de la marca italiana han decido volver a introducir en el próximo GP de Canadá (7 de junio de 2013) nuevos neumáticos. Con dichas modificaciones, las carreras contarán con no más de tres paradas para cambio de ruedas, intentando así complacer a todos los equipos (algo probablemente imposible).
Según Paul Hembery, el Director deportivo de Pirelli Motorsport, “vamos a coger los diseños de la actual temporada y también algunos elementos de los productos de 2011 y 2012 que funcionaron bien”. De esta forma, su intención es “no hacer ningún cambio drástico que favorezca a ningún equipo, ni tampoco penalizar a los equipos que han trabajado en cuidar los neumáticos”.
Pero el auténtico problema que tiene Pirelli, el verdadero peligro de todo este tinglado, es la imagen que está percibiendo sobre la marca el usuario de a pie, el que compra sus neumáticos de calle. Ahora son muchos los que tienen la sensación de que Pirelli no sabe hacer bien su trabajo y que los neumáticos que venden al público se deben degradar tan rápido como lo hacen sus neumáticos de Fórmula 1. Y nada más lejos de la realidad.
En Pirelli simplemente han hecho lo que se les había pedido (neumáticos con una duración limitada) y lo han hecho bien. Os aseguro que, si quisieran, podrían desarrollar unos neumáticos de “madera” que duraran toda la temporada (tienen la tecnología y los conocimientos para ello). Sin embargo, su intención de animar el espectáculo les ha llevado a ofrecer una imagen de “fragilidad” en sus neumáticos que les puede pasar factura en su volumen de ventas, en definitiva, una imagen completamente dañina de un producto que es realmente satisfactorio en líneas generales.
Los neumáticos Pirelli P Zero de calle forman parte del equipo original de una buena parte de los deportivos de altas prestaciones que se comercializan en todo el mundo (Ferrari LaFerrari, Lamborghini Aventador, McLaren P1…) y su compromiso entre adherencia, calidad de rodadura y duración es el adecuado. A mí, por lo menos, me parecen realmente recomendables y no creo que los fabricantes monten neumáticos que no sean excelentes en el equipo original de sus coches de 600, 700 y hasta más de 900 CV de potencia.
Lo peor de todo esto es que, el caso de Pirelli, no es más que una demostración de que el trabajo bien hecho no siempre se interpreta y reconoce en su justa medida.
miércoles, 15 mayo 2013 a las 20:19
Yo he sido siempre más de Michelín, hasta hace pocos años, en que he comprobado que prácticamente todas las marcas saben hacer buenos neumáticos. Hasta entonces, influyó mucho en mí, quizás demasiado, que monté un juego de Pirelli en un Seat Ddauto y los tuve que desechar porque les salieron unos bultos enormes en los flancos de las ruedas delanteras. Pero está clarísimo que las marcas «premium» no montan las PZero por capricho. Tiene razón el autor de este blog en su reflexión sobre el daño que le hace a la marca la actual «fragilidad» de las gomas de la Fórmula 1 y pienso también en la «p…» que representará para las marcas que han sabido adaptar sus monoplazas a las características del calzado diseñado para la temporada.
jueves, 16 mayo 2013 a las 21:03
Estoy completamente de acuerdo. Y no sólo eso, además si no fuera por lo neumáticos, la F1 sería un tostón infumable (todavía más).
Creo que Pirelli lo ha hecho perfecto, de hecho, creo que deberían durar menos aún y que los pilotos se vieran obligados a hacer más paradas en boxes, pero que el tiempo que estuvieran en pista, fueran vueltas de clasificación puras y duras. Sería como ver una Q3 durante hora y media. Así ningún equipo saldría penalizado con paradas cada 8-10 vueltas…… o volver al concepto antiguo y quitar tanto alerón y tanto carbono.
viernes, 17 mayo 2013 a las 13:44
Hola Alberto, a mí me sorprende la facilidad con que cualquier constructor cuestiona todo aquello que piensa le puede perjudicar a su desarrollo. El asunto de los neumáticos ha sido siempre polémico y ya en los años 30, durante aquellos GP en que se batían el cobre marcas como Mercedes con sus Flechas de Plata del W125, que llegó a superar los 600 cv.y Auto Unión con el Type C de 540 aprox. tenían que establecer sus estrategias pensando en lo que les podían durar aquellos neumáticos súper estrechos de la época, incapaces de aguantar las prestaciones que ofrecían aquellos monstruos en Grandes Premios como el Avus,Trípoli, etc, donde se alcanzaban medias en torno a los 250 km/h y una duración superior a las 3,5 ó 4 horas de carrera.No me gusta nada la postura de Mercedes ni la de Red Bull en este momento, independientemente de que Pirelli pueda estar deseando el cambio para intentar combatir la mala «prensa» y mejorar la imagen de su producto.En cuanto alerones y carbono, son inevitables y aportan bastante en las técnicas de diseño de los coches de calle. Cosas de los tiempos. Un saludo.