¡Mercedes über alles! Entrenamientos de Bahréin 2014
Nunca se distinguió Niki Lauda por ser compasivo, ni siquiera consigo mismo. Frío, calculador, inteligente y tenaz, pero jamás compasivo.
Ahora, en su cargo de Presidente no ejecutivo del Consejo directivo del equipo Mercedes F1, cree tener la sartén por el mango y demuestra que no está dispuesto a soltarla, aunque se queme. Él que sabe mejor que nadie lo que es un incendio en la Fórmula 1.
En Renault, educadamente, están echando chispas. Intentaron conseguir una extensión en el plazo de homologación de las unidades de potencia (“UP”) y el viejo Niki les cerró el paso, diciendo que las normas son las normas y los plazos hay que cumplirlos.
Extraña pérdida de memoria en quien no recuerda que, hace menos de un año, su equipo Mercedes recibió en Montmeló un salvavidas con forma de neumático Pirelli, que les rescató del naufragio al que estaban apuntados la temporada 2013.
Si las estadísticas sirvieran de algo, el título de esta temporada que comienza en unos días en Australia, habría que dárselo ya a un equipo impulsado por una UP firmada por Mercedes, ¿ Mercedes, McLaren, Williams, Force India? Según la estadística, tras las ocho jornadas de entrenamientos libres celebradas en el circuito Sakhir de Barhéin, ellos y nadie más que ellos, parecen preparados para disputar la victoria. Pero la Fórmula 1 es el reino de los espejos deformes y puede que no todo sea lo que parece en este momento.
Jenson Button (McLaren-Mercedes) afirma con asombro la facilidad con la que Daniel Ricciardo le superó por el exterior en plena curva 11 de Sakhir, a los mandos del nuevo Red Bull RB10-Renault.
Es cierto que todos los equipos dotados de propulsor Renault están probando las amarguras de un calvario, impensable cuando se conoce la tradición motorista de la marca, siempre en la vanguardia de la Fórmula 1.
Rob White, Director General adjunto de Renault F1 reconoce que no han podido completar el programa de trabajo con todos los equipos: “Apenas solucionamos unos problemas, aparecen otros, quizás de menos cuantía, pero suficiente para impedir el normal desarrollo de las actividades programadas”. Confiesa que su unidad de potencia se encuentra aún en una fase “inmadura, sin garantías de seguridad”.
En el centro de esta polarización producida por el fulgor de las mecánicas Mercedes y el ocaso temporal de Renault, se encuentra Ferrari, con Fernando Alonso y Kimi Räikkönen trabajando diligentes para la marca del “cavallino”, todo aparentemente correcto, sin borrones, pero sin brillo.
En esta quinta primavera, el piloto asturiano espera el renacer de los frutos prometidos por sus jefes de Maranello, ahora que su túnel de viento hablará en una lengua inteligible por sus técnicos, para que ellos conviertan la brisa de la campiña de la Emilia Romagna en la furia capaz de barrer frustraciones recientes.
Una de ellas, el pobre rendimiento de Felipe Massa, diez años vestido de “rosso” y casi siempre a la sombra de gigantes: primero Michael Schumacher (el dios que sigue luchando por regresar a la vida desde un hospital en Grenoble, tras su grave accidente de esquí en las navidades de 2013); después Kimi Räikkönen (campeón de rebote en 2007); a continuación la frustración de sentirse campeón durante apenas unos segundos en aquel diluvio del GP de Brasil de 2008; inmediatamente, el accidente del GP de Hungría de 2009; y finalmente, Fernando Alonso, un martillo pilón, capaz de convertir en pequeño a cualquier compañero, en su gigantesca pelea contra las armas superiores de sus rivales.
Ahora, parece que el piloto brasileño podrá recuperar la autoestima y regenerarse a los mandos de su Williams FW36-Mercedes, con el que su tiempo de 1 m 33,258 s, conseguido el día 1 de marzo, ha sido capaz de situarse apenas a un segundo de la “pole” de Nico Rosberg en la temporada pasada, motivando el deseo de Sir Frank Williams de acercar su silla de ruedas al “pitwall” de Sakhir.
Nunca hasta hoy se ha vivido una pretemporada con tantas incógnitas por despejar, toda una esperanza de que la Fórmula 1 de 2014 no será, estrictamente, un campeonato de regularidad, ¿o sí?
Los anteriores intentos de poner algún freno o algún límite a la progresión en las prestaciones de los Fórmula 1, resultaron, afortunadamente, baldíos. ¿Estaremos viviendo un renacer o el ocaso?
Hemos escuchado tantas opiniones (incluida la de Bernie Ecclestone) que parecen incidir en la incertidumbre de lo que pueda ocurrir sobre el asfalto de los circuitos en esta temporada, que cualquier predicción estará abocada al ridículo más espantoso.
Desde este “observatorio” de Autolimite.com, el “Abuelete del M3”, con la única ventaja de haber vivido como aficionado todas las temporadas del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 (de la primera a la última), os digo: mi único consejo y mi secreta esperanza es que debemos ir poniendo el despertador en hora, para no perdernos, a partir del día 14 de Marzo de 2014, ni un solo segundo de lo que ocurra sobre el trazado del Albert Park australiano, porque hoy, “Mercedes über alles” (“Mercedes por encima de todos”), parece una certeza, pero, ¿lo será mañana?
martes, 11 marzo 2014 a las 14:16
Hola Abuelete.
Mi conocimiento de la F1 es muy pequeño, pero recuerdo una pretemporada de no hace tanto tiempo en la que los Honda iban indiscutiblemente como un tiro (creo que los pilotos eran Button y Sato) y luego… pues eso, igual que las botellas de champan bien agitadas.
Con eso me adhiero plenamente a eso que llamas “juego de espejos deformes ”, si algo bueno tiene el campeonato y su duracion es que lo importante es ser campeon cuando pases por la ultima bandera de cuadros. Massa sabe muy bien de lo que hablamos.
Curiosos sus tiempos con Williams, verdad? Aun no se que conclusion sacar sobre su pretemporada, quiero verle en calificacion, en carrera, a mitad de temporada… A lo mejor sir Frank ha dado con la tecla, no sería raro en una de las escuderías mas laureadas de la F1.
En cualquier caso, la carrera de Australia promete mucho, sobre todo el viernes de entrenamientos libres, donde todo quisqui estará mas tenso que un sordo cruzando la via del tren, pues si ahi las cosas se tuercen, mal panorama para el fin de semana.
Veremos, veremos…
martes, 11 marzo 2014 a las 16:40
Hola Gzk, a priori, uno de los mayores alicientes de la próxima temporada es que no sabemos ni remotamente, quienes agitarán el champán a final de temporada. Son tantas las incógnitas y la temporada tan larga, que cualquier predicción será, únicamente, un ejercicio propio de un Rappel, ó una Bruja Lola, de todo a 100. Tiempo al tiempo y desear que lo que ocurra sea sobre la pista. Ya queda poco para que se abra el semáforo y por aquí estaremos para contarlo.
Respecto a Massa, tengo la misma «curiosidad» que tú, ojalá pudiéramos contarle entre los que se baten el cobre de verdad, que no se quede en aquello en que se quedaron Button y Sato, allá por 2004-2005.