Ricciardo contra los gladiadores. GP de Hungría 2014
Daniel Ricciardo ha obtenido una espectacular victoria en el GP de Hungría 2014, en una carrera revuelta, intensa y muy emocionante, en donde el piloto australiano y el equipo Red Bull han sido los que mejor lectura hicieron de las condiciones cambiantes que la han hecho tan complicada, sobre asfalto mojado, en condiciones de seco y con varios “Safety Car” debiendo entrar en pista tras diversos accidentes en carrera.
Ya los entrenamientos clasificatorios comenzaban de forma atípica. Durante la Q1, el Mercedes W05 de Lewis Hamilton se convirtió en “flecha incendiaria” y se detenía en la entrada del “pit lane” de este circuito de Hungaroring, donde el piloto británico ya ha sumado cuatro triunfos anteriormente.
Dicho conato de incendio le obligaba a comenzar la carrera desde la línea de boxes y llegaba a insinuar ante los medios si esa acumulación de incidencias puede achacarse, exclusivamente, a la mala fortuna (en la clasificación del anterior GP de Alemania se le habían roto los frenos).
En esa misma fase de la “qualy”, Kimi Räikkönen (Ferrari) quedaba también apeado de la lucha por un mejor puesto, tras cometer su ingeniero un error táctico por el que luego debían disculparse ante el piloto finlandés.
Fernando Alonso (Ferrari), con la pista mojada por la llovizna, procuraba evitar errores y conseguía el quinto lugar de la parrilla de salida, el máximo al que puede aspirar alguien que pilota un coche que, en opinión de Niki Lauda, quizás recordando viejas pendencias, es una “mierda”.
No podía imaginar el viejo cascarrabias austriaco que, ese Ferrari F14 T al que desdeña, pilotado por el mejor Alonso de la temporada, sería capaz de doblegar a sus brillantes “Flechas de plata”, pese a que Nico Rosberg (Mercedes) volvía a ocupar la “pole position” el domingo.
Por detrás del Mercedes alemán, saldrían Sebastian Vettel (con su Red Bull cada vez más afinado), Valtteri Bottas (con un Williams que ya no es una sorpresa) y Daniel Ricciardo (Red Bull), esta vez por detrás de su compañero y por delante de un Fernando Alonso (Ferrari) decidido a continuar divirtiéndose, mientras llegan tiempos mejores.
Justo antes de la salida, un intenso aguacero caía sobre el trazado magyar y la dirección de carrera, en ese propósito de enmendar cautelas innecesarias, permitía la arrancada sin la rémora del “Safety Car”, comenzando todos los monoplazas con neumáticos de lluvia intermedios.
Con 20 bólidos entre él y su compañero, Nico Rosberg (Mercedes) marcaba rápidamente la distancia en carrera y, ya en las primeras vueltas, hemos asistido a un festival de intentos de adelantamiento y al primer error de Hamilton (Mercedes), que con los frenos todavía fríos (al arrancar desde el “pit”) se salía de pista en la segunda curva y golpeaba levemente su alerón delantero contra las protecciones. Por fortuna, el piloto británico volvía a la carrera, sobre una pista mojada que siempre incrementa las opciones de reducir las diferencias cuando pilotas con maestría y conduces el mejor coche.
En la vuelta octava, cuando Nico Rosberg lucía una trabajada ventaja de 8 segundos sobre Valtteri Bottas (Williams), Fernando Alonso (Ferrari) viajaba cuarto y Lewis Hamilton (Mercedes) era decimotercero, un espectacular accidente de Marcus Ericsson (Caterham) obligaba a poner el “Safety Car” sobre la pista.
Se disparaban entonces las estrategias de parada para cambiar ruedas y Daniel Ricciardo (Red Bull) era el primero en entrar para montar neumáticos de seco (la pista se estaba ya secando), mientras que Jenson Button y Kevin Magnussen llevaban al equipo McLaren a la debacle al apostar de nuevo por una amenaza de lluvia que no iba a llegar.
La acertada decisión del piloto “aussie” le colocaba así primero tras el “coche de seguridad” pilotado por Bernd Mäylander, que se mantendría en la pista hasta la vuelta 13, volviendo a entrar en acción en la vuelta 23, tras la colisión de Checo Pérez (Force India) contra el muro de la recta de meta.
Ante la segunda salida del “Safety Car”, Daniel Ricciardo (Red Bull) descubría su juego a tres paradas, mientras que Fernando Alonso (Ferrari) decidía resistir liderando la carrera, extrayendo de sí mismo lo que el Ferrari F14 T no tiene, en una estrategia a dos paradas en donde cuidar la degradación de los neumáticos se convertía en una prioridad.
Jean-Eric Vergne (Toro Rosso) parecía salir en su ayuda en la vuelta 30. El piloto francés se colocaba segundo en carrera y taponaba con su monoplaza todos los huecos de adelantamiento que intentaban encontrar sus furiosos perseguidores, Nico Rosberg (Mercedes), Sebastian Vettel (Red Bull) y Lewis Hamilton (Mercedes).
En la vuelta 35, Vergne volvía a entrar el “pit” para cambiar sus neumáticos y comenzaba a deshacerse el tapón que le había permitido a Fernando Alonso cobrar una cierta ventaja, justo antes de que el asturiano realizara su segunda y definitiva parada en la vuelta 38.
Por todo ello, asistimos nuevamente a un festival de acometidas, escaramuzas individuales y alguna clave extraña, con órdenes de “ceda el paso” que, al menos Hamilton, no está dispuesto a facilitar, por mucho que se lo pidan.
Daniel Ricciardo (Red Bull) cabalgaba entonces como líder, con 12 segundos sobre Alonso (Ferrari), hasta que, en la vuelta 55, el piloto australiano entraba por tercera vez a cambiar sus neumáticos. En ese instante comenzaba a forjarse sobre los hombros de Alonso una esperanza de redención de todas esas penas acumuladas durante los últimos grandes premios.
Sobre el asfalto, en pocos metros y a pocas vueltas del final, se han dado cita entonces tres gladiadores (Alonso, Hamilton y Ricciardo) que, con sus armas, destreza y coraje han hecho levantarse de sus asientos a cuantos hemos sido testigos del singular combate, sin olvidar que Rosberg se encontraba a la caza, recortando cada vuelta hasta 3 segundos de tiempo a sus rivales.
Alonso (Ferrari) conseguía aguantar los envites de Hamilton (Mercedes), que a su vez resistía la extrema presión de Ricciardo (Red Bull), hasta que la mayor adherencia de sus neumáticos ha permitido al piloto australiano superar a ambos y colocarse cómodamente en primera posición para pasar como vencedor bajo la bandera de cuadros.
Con apenas un solo segundo de diferencia entre ellos, han llegado enzarzados en la gresca final Fernando Alonso (Ferrari), Lewis Hamilton (Mercedes) y Nico Rosberg (Mercedes), completando un final de carrera de los que quitan el aliento.
Por segunda vez en la temporada, Ricciardo ha obtenido la victoria (es el único que ha sido capaz de ganar a los pilotos de Mercedes en lo que va de año), mientras que Rosberg mantiene el liderato provisional, Hamilton le recorta puntos a su compañero de equipo y Alonso nos ha vuelto a hacer soñar con la victoria de un Ferrari, demostrando nuevamente por qué muchos le consideran como el mejor piloto del mundo.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE HUNGRÍA 2014
1º Daniel Ricciardo (Red Bull-Renault), 70 vueltas en 1 h 53 m 05,0 s
2º Fernando Alonso (Ferrari), a 5,2 s
3º Lewis Hamilton (Mercedes), a 5,8 s
4º Nico Rosberg (Mercedes), a 6,3 s
5º Felipe Massa (Williams-Mercedes), a 29,8 s
6º Kimi Räikkönen (Ferrari), a 31,4 s
7º Sebastian Vettel (Red Bull-Renault), a 40,9 s
8º Valtteri Bottas (Williams-Mercedes), a 41,3 s
9º Jean-Eric Vergne (Toro Rosso-Renault), a 58,5 s
10º Jenson Button (McLaren-Mercedes), a 1 m 07,2 s
lunes, 28 julio 2014 a las 19:56
En este Gran Premio de Hungría 2014 me he vuelto a acordar de todos los que dicen sistemáticamente que la Fórmula 1 no tiene emoción 😉
martes, 29 julio 2014 a las 10:50
Buenos días a todos,
La verdad es que pese al dominio mecánico de los Mercedes llevamos ya unas cuantas carreras bastante espectaculares. De esas de tenerte de pie frente a la pantalla durante bastantes momentos de la carrera.
No recuerdo que en el 2013 pasase lo mismo, al menos no tan a menudo.
Uno de los elementos que más me está llamando la atención de este campeonato es la lucha entre el chasis de Red Bull frente al motor Mercedes instalado en el Williams. Me parece espectacular que ese chasis diseñado por Newey les permita ser el segundo-tercer mejor coche, puesto peleado con Williams en función de circuito, con un motor tan lastrado como el Renault. Me gusta mucho ver como luchan coches con puntos fuertes tan opuestos. Las rectas para Williams y las curvas para Red Bull y en función de eso como hacen los adelantamientos en sitios y de formas diferentes.
Es un espectáculo.
Chapeau Newey, otra vez le ha mojado al oreja a todos los demás diseñadores. Con un motor más potente no sé donde estarían pero desde luego casi seguro que a la par de Mercedes sino un pelín por encima, creo yo.
Chapeau Alonso, Ricciardo, Hamilton y Rosberg. Este último con una espinita clavada pues creo que debería haber adelantado a Hamilton al final pero no pudo. Creo recordar que hasta ahora Rosberg no ha podido adelantar a Hamilton nunca cuando ha tenido ventaja mecánica por ruedas y eso es algo que al final le puede pesar.
Buen verano a todos
martes, 29 julio 2014 a las 15:15
Hola Albert.
Tanto en la competición como en los coches de calle, un buen chasis siempre es más importante que un buen motor. Sacar todo el rendimiento a un buen motor sin tener un buen chasis es imposible, pero exprimir un buen motor cuando tenemos un excelente chasis es la combinación perfecta.
En Mercedes este año han hecho el mejor motor (llevan haciéndolo ya tiempo), pero también disponen de un excelente chasis, que les permite ir más rápido que otros equipos que también comparten su motor (McLaren, Williams y Force India).
En el caso de Red Bull, el «mago Newey» ha vuelto a realizar el mejor chasis (con la configuración aerodinámica más eficaz) de la temporada. Los problemas iniciales de la unidad de potencia Renault les hicieron pasar momentos tensos a principios de temporada, pero los ingenieros de la marca francesa se han puesto ya las pilas y parecen haber solucionado los problemas de «juventud», fiabilidad y competitividad que padecieron en las primeras carreras.
Probablemente no es tan bueno como el motor Mercedes, pero tampoco debe haber ya muchas diferencias (en Renault también saben hacer las cosas). De hecho, Red Bull parece ahora el equipo más capaz de luchar contra los Mercedes en las parrillas (además de Williams), siendo los únicos que han sido capaces de arrebatarles la victoria en lo que va de temporada (los dos triunfos de Ricciardo en Canadá y Hungría).
En cuanto a Ferrari, probablemente les falte un poco de motor y un poco de chasis, lo justo para estar ahí más o menos delante (gracias a la aportación indiscutible de Alonso), pero incapaces de luchar de forma constante por las primeras posiciones.
La evolución de todos los equipos se sigue viendo carrera a carrera y la ventaja de Mercedes sigue siendo clara, pero tampoco es tan insultante como en los primeros Grandes Premios de la temporada.
miércoles, 30 julio 2014 a las 11:50
Hola Albert, llevo un verano muy ocupado con el trasiego del botijo de AUTOLIMITE y os tengo un poco abandonados, que no olvidados, ni mucho menos, me tranquiliza que la respuesta de Víctor M. Fernández es muy parecida a la que te hubiera dado yo. Por todo ello, deseándote a ti y a todos unas felices vacaciones, me quedo «de guardia» , con tiempo de poder hacer un análisis más pausado de lo que ha sido esta media temporada en la que, por la razón que sea, comprobamos que la Fórmula 1, continúa vivita y coleando. Felices vacances y no me olvidéis, que yo tampoco os olvido.