El nuevo viaje de Fernando Alonso
Cuando escribo estas líneas se ha producido ya la confirmación oficial de la incorporación de Fernando Alonso al nuevo proyecto del equipo McLaren-Honda en 2015.
Todo parece encajado, todo y todos se han puesto de acuerdo para el regreso del piloto asturiano a un lugar del que salió, a finales de 2007, sacudiéndose el polvo de sus botines, un lugar de regreso aparentemente imposible y, sin embargo…
Hasta que el secreto a voces ya se ha confirmado, han pasado siete largas temporadas en las que Fernando Alonso ha vivido, las dos primeras (2008 y 2009), con la expectativa de firmar con Ferrari, mientras se refugiaba en Renault, el hogar de acogida del que se había despedido tras conquistar brillantemente dos campeonatos del mundo (2005 y 2006).
Después, tras su llegada al que parecía ser su lugar definitivo para conquistar la gloria, Alonso ha pasado en Ferrari cinco interminables temporadas (2010, 2011, 2012, 2013 y 2014) en las que ha viajado, de la certeza en que llegarían los laureles, a la decepción total.
Hasta donde el Abuelete del M3 recuerda, en su largo caminar de aficionado, pocos han sido los viajes de retorno como este de Fernando Alonso a McLaren.
La Fórmula 1 es una embaucadora madrastra que recibe con los brazos abiertos, pero expulsa sin contemplaciones a los que adoptó alborozada si no recibe lo que espera. Hay que ser muy grande y muy fuerte para sobrevivir dentro de ella y a muy pocos le son permitidas ciertas piruetas.
Grande era Niki Lauda, quien, tras cuatro años en la Scuderia Ferrari y ganar dos títulos (1975 y 1977) se permitió dar el portazo en Maranello y descender a los infiernos, pilotando el Brabham de Bernie Ecclestone durante dos insoportables temporadas (1978 y 1979), tras las cuales, sin completar la segunda, decidió abandonar la competición para dedicarse a la aviación comercial.
Cuando quedó patente la peligrosidad financiera de su nueva pasión, el piloto austríaco fue rescatado por Ron Dennis, ya al mando de McLaren y fichado para el período de 1982 a 1985, consiguiendo en 1984, en dura pelea con Alain Prost, su tercer título mundial, por tan solo medio punto de diferencia.
Grande como piloto era, sin duda, Alain Prost, quien tras su debut en McLaren (1980) emigró a Renault, tras el señuelo de sus potentes motores Turbo (1981 a 1983), para regresar de nuevo a McLaren, demostrando una vez más, Ron Dennis, un extraño poder de atracción para llevar de nuevo a su redil las ovejas descarriadas.
Las seis temporadas de “El Profesor” Prost en McLaren (1984 a 1989) estuvieron llenas de éxito y tensiones, tres títulos (1985, 1986 y 1989) y dos subcampeonatos (1984 y 1988), pero no bastaron para retener al piloto francés, que emigró a Ferrari con su tercer entorchado.
En buena medida, su rivalidad extrema con Ayrton Senna, durante los años que convivieron en Woking, fue la que acabó motivando su espantada.
Tampoco resultó feliz su estancia en Maranello, donde a las cinco victorias y el subcampeonato de 1990 vestido de rojo, siguieron la decepción de las siete retiradas de la temporada siguiente (1991). Tras un año sabático, su entrada en Williams-Renault le llevó a coronarse campeón del mundo por cuarta vez en 1993, marcando además su cénit de victorias en la misma temporada (13 pole positions, 7 victorias y 6 vueltas rápidas en carrera).
Con la misma intensidad y apasionamiento vivió otro de los más grandes, Ayrton Senna, su propio viaje. Seis temporadas en McLaren (1988 a 1993) en las que se produjo el más enconado enfrentamiento de la historia de la Fórmula 1.
Compañeros de equipo en 1988 y 1989, Ayrton Senna y Alain Prost, dos duelistas que llevaron su rivalidad al extremo de usar todas sus armas, incluso las del fichaje gratuito de Senna para ocupar plaza en Williams (junto a su enemigo) y la del veto por parte de Prost para impedirlo.
Los tres campeonatos del mundo del brasileño (1988, 1990 y 1991), conseguidos durante sus años en McLaren, no fueron bálsamo suficiente para Ayrton. Tras la retirada de Alain Prost y ocupar su asiento en Williams, para la temporada 1994, pareció haber llegado a su meta, pero tan solo unos meses después (1 de Mayo de 1994) vino la curva fatídica de Tamburello en el circuito de Imola, aunque esa es ya otra historia.
De regreso al protagonista de este nuevo viaje, nada tan engañoso como el doblete conseguido por Fernando Alonso y su compañero Felipe Massa en su primera carrera pilotando para Ferrari, en el GP de Bahréin de 2010.
Pareció que el piloto español hubiera llegado al destino deseado y que, a partir de ese momento, sería solo una cuestión de tiempo alcanzar cualquier meta, existiendo el precedente de Michael Schumacher.
Es una historia tan reciente que nos permite mantener en la memoria sus cifras con la Scuderia Ferrari: 96 Grandes Premios, 11 victorias, tres subcampeonatos y una gigantesca decepción.
Un notable documental producido por Atresmedia y emitido por televisión en los días posteriores a su última carrera con Ferrari (GP de Abu Dhabi 2014) reflejaba mucho de lo que puede sentir Fernando Alonso en este doloroso, a la vez que esperanzado, tránsito de Maranello a Woking.
Son dos horas apasionantes en su aparente sencillez, el relato de un fin de semana en el que un hombre, Fernando Alonso, está despidiéndose de un lugar, unos compañeros y algunos amigos, con los que había compartido un sueño que se fue transformando en pesadilla.
Cinco largas temporadas repletas de promesas y esperanzas fallidas. Cinco temporadas dando todo lo que llevaba dentro, vaciándose siempre, dando más de lo que recibía de los que, cada nueva temporada, prometieron lo que nunca fueron capaces de darle: un coche competitivo.
Para los que hubiéramos pensado que la Fórmula 1 es un lugar sin alma (que en ocasiones lo es), tapado por el glamour y regado con abundante champán, las imágenes nos descubren que en ella también habitan almas que gozan y sufren, personas “como nosotros”, ídolos y héroes que también lloran. Y Fernando Alonso es uno de ellos.
Después de sus dudas y vacilaciones ha emprendido un camino de regreso a la promesa de nuevos laureles con el nuevo Team McLaren-Honda, conviviendo con algunas personas (Ron Dennis entre ellas) con las que vivió alguno de sus peores momentos como deportista.
”Cuando se abre una puerta, hay que cerrar la otra, para que no haya corriente”, está escrito en un “tweet” de sus seguidores. La primera ya se ha cerrado.
Nada está escrito de su futuro, solo el ruego de un mecánico anónimo de Ferrari, que le dijo en su abrazo de despedida: “vete para ganar, demuestra lo que eres”. Y la mirada y la lágrima, también anónima, de ese mecánico “de la rueda delantera izquierda”, haciéndole su último cambio de neumáticos en la Scuderia Ferrari.
viernes, 26 diciembre 2014 a las 11:33
Hola Abuelete
Impresionante diseccion de un viaje a lo desconocido que nuestro Fernando acaba de iniciar, sin duda empujado por ese gen superlativamente competitivo que permanece intacto a pesar de no tener que demostrar nada.
O puede que si… Seguramente cierta sensación de injusticia con su talento, unido al logico deseo de entrar en el Olimpo por la puerta grande han llevado a Fernando a dar portazo a Ferrari. Creo que esa es la unica decision que libremente ha tomado, la de plantar a Ferrari. 3 temporadas completas sin una triste pole (2011, 2013 y 2014), las dos ultimas temporadas sin victorias y para colmo en 2014 solo dos podios en 19 carreras. Parece que estamos hablando de Force India verdad? Pues no, queridos todos.
Con todo, el retorno al redil de Woking, bajo mi punto de vista, ha sido la “menos mala” de las opciones disponibles. Y aquí si meto el dedo en la llaga que el Abuelete imagino no puede/no quiere o directamente disiente. Fernando Alonso, piloto superlativo, se ha encargado personalmente de cerrarse muchas puertas incluso antes de que se entreabrieran minimamente.
De todos es conocido el veto que Jean Todt le puso en su dia a fichar por Ferrari como doble campeon del mundo que era (casi nada…). Tampoco en RBR olvidan el “planton” que les dio en su dia. Ahi estan las hemerotecas, creo que los muchachos del Toro le pusieron un cheque en blanco, y él prefirió meterse en el purgatorio de Renault mientras el sr Botin arreglaba su desembarco en Maranello. El mismo Ross Brawn le ofreció el coche que arrasó con su doble difusor y metió a Button para siempre en la gloriosa historia de la F1. Su portazo a McLaren con dos años mas de contrato y un coche ganador (al año siguiente Lewis fue campeón), su reciente salida de Ferrari tambien sin acabar contrato, incluso con cambio profundo en el staff técnico…
Demasiados “cadáveres” en el camino. Y cuando uno se encuentra en el desfiladero sin punto de retorno, como muy bien decía el Abuelete hace algunas cronicas, pasan estas cosas.
Tengo entendido que han sido los jerifaltes de Honda los que impusieron un piloto top a Dennis. Al viejo Ron no le habrá quedado más remedio que tragarse este “sapo” porque entre las piezas de caza mayor disponibles, el mejor posicionado era indiscutiblemente Fernando. Un Fernando que nunca ocultó de manera mas o menos expresa que su deseo era montarse en un Mercedes. Tampoco conozco si ha manejado otras opciones medianamente competitivas (Williams me parecía ahora mismo un bonito desafio, motor Mercedes, escudería con mucha solera y palmarés). Lo único cierto es que es piloto de McLaren-Honda para las proximas 3 temporadas… con muchos euros por delante, no lo olvidemos.
Boullier, Prodomou, un contratazo, mucha inversión de Honda… si lo pensamos bien Ron Dennis parece lo de menos. Un Ron Dennis que ¡ ahora que lo pienso ! permanecía practicamente “oculto” en los ultimos años y ahora que vuelve Fernando a McLaren lo han resucitado milagrosamente y casualmente esta en todo el meollo… No me lo creo, suena mas a morbo interesado de la prensa que a otra cosa.
Coincido en que es un salto al vacio, hacia lo desconocido, pero que logren simplemente 11+1 victorias en 96 grandes premios (no 196… verdad??) y 4+1 poles no parece el más ambicioso de los objetivos para McLaren -Honda durante las próximas 5 temporadas. No menciono las poles conseguidas ni las victorias de los compañeros de equipo (ah, no, claro, que no han conseguido ni una cosa ni otra en 5 temporadas completas, ni siendo brasileño, ni finés…).
El unico “pero” que veo en todo esto es el tiempo que a Fernando le queda al volante. Si gana asiduamente, le quedará aun mucho que decir, pero si esto se convierte por circunstancias de la vida en Ferrari 2ª parte, me temo que 2016 será el año de la retirada definitiva de uno de los mas grandes que el automovilismo vio nacer. Solo queda saber si su palmarés le hará justicia, y ese creo que es el gran reto de Fernando, su leit motiv en estos momentos. Ojala lo consiga.