“Extraño” motivo sobrenatural del accidente de Alonso

Hace solo unos días, Fernando Alonso ha sufrido un “extraño” accidente en el circuito de Montmeló, durante las limitadas jornadas de pruebas de pretemporada que se están llevando a cabo antes de que el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2015 dé comienzo en el Gran Premio de Australia (13 – 15 de marzo).

Y escribía antes “extraño” porque, los motivos de su accidente, me han parecido difíciles de creer, según la versión oficial aportada por el equipo McLaren-Honda y el representante del piloto, Luis García Abad.

Dicha versión oficial no es otra que, Fernando Alonso, perdió el control de su nuevo monoplaza McLaren-Honda MP4-30 a la salida de la curva 3 a causa de un fuerte viento racheado, pisó el césped artificial (“AstroTurf”) situado en la parte exterior de la curva y salió despedido hacia el muro interior, impactando con tal violencia que el piloto español experimentó una fuerte deceleración de 30 G en el golpe, sufriendo una posible conmoción que le mantuvo dentro del “cockpit” durante varios minutos y le impidió salir del coche por su propio pie.

Según declaraba su representante a los medios, “no hubo explosiones, ni abducciones extraterrestres, ni nada por el estilo antes del accidente. Fernando iba frenando y reduciendo marchas antes del impacto, algo que uno no puede hacer si no está plenamente consciente” (se ha especulado con que Alonso pudo sufrir una descarga eléctrica y perder el conocimiento momentáneamente antes de tener el accidente).

Lo cierto es que, todo lo sucedido y las explicaciones realizadas pueden parecer algo “extraño”. Este mismo término, “extraño”, ha sido la forma en la que ha descrito Sebastian Vettel el accidente de Alonso (el piloto alemán iba justo detrás de Fernando en el momento del accidente).

Como “extraño” es que un Fórmula 1 pierda la trayectoria por una ráfaga de “viento impredecible y racheado”, vamos, a no ser que sea una ráfaga de viento sobrenatural, sin necesidad de que los extraterrestres tengan que entrar en juego.

No menos “extraño” resulta que Fernando Alonso haya perdido el control de su monoplaza por pisar el “AstroTurf”. Es cierto que dicha hierba artificial es una superficie más deslizante (está puesto precisamente para impedir que saquen provecho de las escapatorias exteriores), pero cualquier piloto con experiencia sabe cómo abordar la situación para evitar perder el control (lo vemos en cada entrenamiento).

También me parece “extraño” que Alonso haya experimentado una deceleración tan extrema contra el muro, cuando ni siquiera las ruedas del lado derecho parecían excesivamente dañadas. Es evidente que al mínimo impacto lateral contra un muro, los triángulos de suspensión de un Fórmula 1 se hacen añicos, a no ser que la construcción del nuevo monoplaza de McLaren se acerque a la definición de “tanqueta”.

Además, si el golpe no hubiera sido realmente tan fuerte como nos cuentan, resulta “extraño” que Alonso no fuera capaz de salir del monoplaza, una suposición que cabe lugar cuando el estado del coche tras el impacto tampoco incita a pensar que resulto muy fuerte (aunque, muchas veces, el estado en el que queda el coche pueda no ajustarse a la realidad del accidente).

Y si el golpe no fue realmente tan fuerte como nos han querido hacer creer, también resulta “extraño” cómo es posible que Alonso haya tenido que permanecer en observación hospitalaria durante 72 horas. Los accidentes que sufrió en el GP de Brasil 2003 y en el GP de Japón 2007 fueron realmente fuertes y no tuvo que estar en observación durante tanto tiempo.

Tan “extraño” parece todo este asunto que ni siquiera la F.I.A. lo tiene claro, así que han decidido abrir una investigación adicional sobre el suceso, para tratar de esclarecer los hechos y sacar conclusiones al respecto que ayuden a prevenir accidentes similares (o eso es lo que dicen).

Van a requerir toda la información aportada por el equipo McLaren-Honda, así como las imágenes grabadas por las cámaras del circuito interno del trazado de Montmeló, imágenes que no han salido a la luz para que podamos verlas el resto de los mortales. ¿Tendrán quizá algo que esconder con ello?

En la Fórmula 1 son jugadores al despiste en este tipo de situaciones, contando medias verdades o medias mentiras y ocultando con celo todo lo que no les interesa. Yo, la verdad, es que me creo más bien poco de lo contado, aunque también he de decir que no tengo datos directos de la telemetría del coche y reservo todavía un pequeño porcentaje al beneficio de la duda en este “extraño” accidente.

Lo mejor de todo es que, Fernando Alonso, después de permanecer en observación durante tres noches en el hospital y ser sometido a todo tipo de pruebas, parece que se ha recuperado de forma satisfactoria y ha salido con gesto risueño y ganas de seguir trabajando en la puesta a punto de su nuevo McLaren-Honda, aunque cause baja definitiva en los últimos entrenamientos de pretemporada (disputados en Montmeló los días 26, 27, 28 y 29 de febrero) y haya tenido que ser sustituido por Kevin Magnussen (el piloto reserva de McLaren).

En McLaren-Honda les queda todavía trabajo por hacer… y mucho.

Vaya por delante que, todo lo que aquí expongo, puede ser erróneo e incluso puedo estar equivocado, pero no me negaréis que, al menos, es realmente “extraño”.

Cada cual que saque sus propias conclusiones 😉