Un oscuro amanecer para el primer GP de 2015
Oscuro amanecer el de la Fórmula 1 de 2015, cuando falta una semana para que se enciendan los motores y se apague el primer semáforo en el GP de Australia.
Oscura Fórmula 1 esta, que aplaza hasta 2017, o más alla, la decisión de convertir sus bólidos en aquello que caracterizó siempre su apuesta por la tecnológica punta.
Oscura cuando, en cualquier circuito se pueden encontrar, desde hace algún tiempo, auténticos monstruos, al estilo del último Ferrari FXX K, poniendo en manos de cualquier aspirante a piloto, o “gentleman driver”, potencias superiores a los 1000 CV a los que parece aspirar la Fórmula 1 en su nueva frontera, buscando una regeneración que no acaba de llegar.
Oscuro recorrido el del nuevo equipo McLaren- Honda y oscuro suceso el que va a impedir que Fernando Alonso pueda tomar la salida en la primera prueba de la temporada.
No es mi deseo especular con aquello que desconozco, pero el sentido común y muchas temporadas siguiendo a esta Fórmula, me hacen intuir, también a mí, que “algo extraño pasa”, como apunta Víctor M. Fernández en su opinión sobre el “Extraño motivo sobrenatural del accidente de Alonso”.
Dejemos al piloto asturiano tranquilo en su búsqueda de la normalidad, bastante llevará él en su fuero interno, preguntándose el por qué de algunas cosas.
El guerrero curtido en mil batallas, el samurái en la búsqueda de su “katana invencible”, tendrá que aprender a esperar, con paciencia oriental, que el maestro/tabernero, Hattori Hanzo, acierte en su forja, al igual que en el “Kill Bill” de Quentin Tarantino.
El enunciado del propósito del gigante japonés de la automoción de regresar a la F1, para revivir los éxitos del pasado, destapó las especulaciones más optimistas sobre el renacer de la vieja alianza que convirtió a McLaren en mito, durante la segunda mitad de la “década mágica”.
No en vano, primero Niki Lauda (1984), a continuación Alain Prost (1985, 1986 y 1989) y finalmente Ayrton Senna (1988, 1990 y 1991), consiguieran llevar a Woking siete coronas de piloto y seis de constructores (1984, 1985, 1988, 1989, 1990 y 1991) en ocho temporadas.
Pero no es solo el nombre, la intención y las glorias pasadas lo que lleva al éxito. Y la dureza del resultado de los entrenamientos de esta pretemporada están poniendo a prueba el ánimo y la capacidad tecnológica de los dos socios, apuntando algunas de las acciones de su comportamiento a una preocupante falta de sintonía en el lenguaje de sus sistemas y procedimientos.
Consecuencia dramática de todo ello… haber sido la formación que más tinta ha hecho correr y menos vueltas han conseguido completar en las 12 jornadas invernales de pretemporada.
Tras la victoria aplastante de los motores Mercedes en la temporada pasada, la única duda, aparte de la nueva irrupción de McLaren-Honda, era comprobar si Mercedes iba a seguir asfixiando a la competencia, con el riesgo de incrementar el evidente deterioro de la atención mundial sobre el futuro de la Fórmula 1.
Las primeras tandas en el Circuito de Jerez apuntaron a un despertar muy sugerente de Ferrari. Como por arte de magia, el dominio de Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen, con su nuevo Ferrari SF15-T, además del Sauber C34 de Felipe Nasr, montando el motor Ferrari F59/3, parecían indicar que, en plena revolución, los de Maranello habían dado con la tecla adecuada.
Pero la realidad es la que es: cuatro jornadas en el Circuit de Cataluña (Montmeló) en las que, únicamente un día (20 de Febrero), Daniel Ricciardo y su Red Bull-Renault RB11, vestido de “cebra”, consiguieron parar el crono por debajo del resto, mientras en las restantes jornadas, sospecho que, con el permiso tácito del “amo del juego”, han sido los monoplazas con propulsores Mercedes de Pastor Maldonado (19 y 21 de Febrero) y Romain Grosjean (22 de Febrero) los que llevaron a su Lotus-Mercedes E23 al podio imaginario de la primera tanda (atrás dejaron el motor Renault para otros).
En las siguientes y últimas cuatro jornadas sobre Montmeló, Felipe Massa (26 de Febrero) y Valtteri Bottas (1 de Marzo) mostraron el potencial de su Williams-Mercedes FW37, con Nico Rosberg (1 m 22,792 s) y Lewis Hamilton (1 m 23,022 s) sentenciando finalmente unos tiempos inalcanzables al volante del Mercedes AMG F1 W06 Hybrid.
Esta presencia dominante de Mercedes me lleva a evocar otra imagen cinematográfica, la del evolucionado monolito de “2001, odisea en el espacio”, aquella obra maestra de Stanley Kubrick, que en 1968 supo colocarse a la vanguardia de la ciencia ficción, llevándonos entonces a un futuro que aún ahora, en 2015, no ha sido superado.
Un relato en el que cada cual buscábamos una explicación. Aquel misterioso e inalcanzable monolito podía significar (¿significaba?) un extraño y vivo amanecer para unos y una preocupante decadencia para otros.
Mientras Kevin Magnussen se apresta para sustituir a Fernando Alonso en el GP de Australia 2015, vuelvo a pensar en el piloto asturiano, tratando él de reconstruir su biografía.
Dicen que, tras su accidente en Montmeló, las primeras respuestas a las preguntas del neurólogo fueron, “corro en kart y quiero ser piloto de Fórmula1”, transportándole en el tiempo dos décadas atrás.
Y no sabía que ya es uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1, doble Campeón del Mundo y ahora embarcado en un nuevo viaje con McLaren-Honda en busca de más títulos.
“¡¡Toma,toma, toma…!! Aquel su primer grito de guerra tras conseguirlo ya habrá resonado de nuevo en su cerebro. Extraño regreso, quizás orquestado a los acordes de “Así habló Zaratustra” en este extraño amanecer del Hombre.
jueves, 12 marzo 2015 a las 21:44
Buenas noches abuelete y restos de compañeros del foro.
Tras una larga espera esto está a punto de comenzar, y las previsiones para esta temporada tras los entrenamientos libres son parecidas a las de la anterior, excepto porque aparentemente tendremos una divertida lucha por la plaza de segundo mejor coche.
El campeonato se lo volverán a disputar entre Hamilton y Rosberg. Mi apuesta es muy clara y más después de lo que vivimos el año pasado. Se ve a Lewis muy asentado y centrado y a mi sinceramente me resulta muy difícil imaginar que Nico le pueda vencer, aunque en algunos circuitos le pueda ganar la mano. Creo que si no hay sorpresas su padre va a tener razón y vamos a tener campeón mucho antes de que acabe la temporada.
Yo al igual que el año pasado mientras no vea a nadie que le pueda disputar el título a Mercedes me centraré en los duelos interpares que se presentan de lo más entretenidos. Sobre todo y para mi gusto en Ferrari y Toro Rosso.
Por último me da pena pensar en Jules Bianchi y su difícil situación. Creo que la F1 ha perdido a otro de sus diamantes antes de que pudiera demostrar lo que prometía. Como ya paso con Kubica y con otros grandes que vieron truncada su carrera demasiado rápido, en este circo rápidamente aparecen nuevas promesas y se olvidan los que estaban.
Saludos a todos
Alberto
viernes, 13 marzo 2015 a las 21:49
Hola Albert, el Abuelete ha sobrevivido al invierno y el «resto» de los compañeros de foro espero que vayan apareciendo vivitos y coleando, jajaja.
Por lo demás, aquí estamos, ante un campeonato, el cuarto comentado desde estas páginas de Autolímite y con un porvenir nada claro para la competición y buena parte de los equipos, muy particularmente ese nuevo Team McLaren-Honda, en el que han comenzado de forma muy azarosa, empezando por el mismo Fernando Alonso tras su extraño, extrañísimo, suceso de Montmeló.
Parece evidente que va a ser Mercedes quien continúe cortando el bacalao y veremos qué hay, realmente, de la resurrección de Ferrari (ojalá sea cierta)y la constatación, con ello, del galimatías que existió antes de la salida de Lucca Cordero, lo inoportuno del movimiento de Alonso y de la capacidad de la Fórmula 1 para producir giros de sorprendente resultado. En fín, los semáforos ya funcionan y pronto veremos que ocurre. Esperemos que Fernando pueda participar en Malasia sin ningún hándicap, porque lo contrario SÍ QUE SERÍA REALMENTE PREOCUPANTE. Un saludo muy cordial y bienvenido a esta tu casa.