Hasta siempre Jules… con el pie en la tabla
Jules Bianchi descansa ya en paz. Como si de un espíritu rebelde se tratara, vivió rápido y murió joven, demasiado joven. El fuerte accidente que tuvo en el GP de Japón de 2014 se ha llevado por delante a uno de los pilotos más prometedores de la Fórmula 1 actual (estaba en la estela de la Escudería Ferrari).
Aquel fatídico impacto en Suzuka, contra la grúa que retiraba el monoplaza de Adrian Sutil, le expuso a una deceleración de 254 G (según los nuevos informes desvelados esta misma semana), un golpe tan brutal como mortal, al que Jules ha resistido durante nueve largos y angustiosos meses, en la esperanza de que su fortaleza le sacara adelante ante semejante prueba de vida.
Pero la vida también depende de las leyes físicas y los doctores sostienen que no hay físico que soporte un golpe tan duro. Jules lo ha hecho durante algunos meses, pero finalmente se ha ido.
Y habrá volado a la velocidad que solo los campeones son capaces de alcanzar, para encontrarse con otros grandes pilotos que, como él, vivieron a fondo y murieron demasiado jóvenes, pilotos como Ayrton Senna, Roland Ratzenberger, Elio de Angelis, Riccardo Paletti, Gilles Villeneuve, Patrick Depailler, Ronnie Peterson, Tom Pryce…
Han pasado más de dos décadas desde aquel fatal accidente de Ayton Senna en Imola (1 de mayo de 1994) y, desde entonces, los avances introducidos en los monoplazas, en materia de seguridad, se han convertido en desenlaces felices ante tremendos accidentes. Sólo hay que recordar los espectaculares golpes de Sergio Pérez (GP de Mónaco de 2011), de Robert Kubica (GP de Canadá de 2007) o de Fernando Alonso (GP Brasil de 2003), entre otros muchos, afortunadamente sin consecuencias físicas.
No cabe duda de que el automovilismo sigue siendo un deporte de riesgo, pero dicho riesgo debe ser controlado y mitigado al máximo, poniendo para ello todos los medios necesarios y todos los procedimientos que eviten situaciones fatales ante accidentes inevitables.
Los accidentes son el resultado de la conjunción de varios detalles que confluyen en el siniestro, pero el de Jules Bianchi resulta especialmente dramático porque, quizá, podría haberse evitado.
Como sucede en los accidentes aéreos, la Federación Internacional de Automovilismo ha estudiado y estudia la forma de evitar semejantes situaciones desencadenantes de los accidentes.
Una de las innovaciones introducidas en 2015, a raíz del accidente de Bianchi, ha sido el “Virtual Safety Car”, un “coche de seguridad virtual” que se emplea cuando en dirección de carrera estiman que hay pilotos o comisarios en situación de peligro en algún punto del circuito y no parece necesario meter en pista el tradicional “Safety Car”. Los pilotos están obligados entonces a reducir la velocidad para evitar nuevas situaciones de riesgo, hasta que desaparece el cartel de “VSC”.
Jules Bianchi dio sus primeros pasos en el mundo de la competición en distintos campeonatos de karting, hasta que realizó el salto a los monoplazas en la temporada 2007. Su debut en el Campeonato de Francia de Fórmula Renault 2.0 no pudo ser más exitoso, con cinco victorias que le permitieron conquistar el título. En 2008 daba el salto a la Fórmula 3 y en 2009 se proclamaba campeón en la F3 Euro Series, con nueve victorias a lo largo del año.
Sus destacadas actuaciones en otras categorías superiores, como la Fórmula GP2 (2010 y 2011) y la Fórmula Renault 3.5 Series (2012), sirvieron de catapulta definitiva para debutar en la Fórmula 1 en la temporada 2012 (como piloto de pruebas de Force India), obteniendo en 2013 un asiento titular dentro del equipo Marussia. Al volante de unos monoplazas con reconocida falta de competitividad, Bianchi fue capaz de mostrar su categoría, sumando los primeros puntos para el equipo Marussia (y únicos hasta la fecha) con su noveno puesto obtenido en el GP de Mónaco de 2014. Pocos meses después llegaría ese fatídico accidente en el circuito de Suzuka, sufriendo un fuerte impacto que ha terminado con su vida.
La F.I.A. ha decidido retirar de la Fórmula 1 el número 17, en honor a Jules Bianchi. El joven piloto francés eligió este número para correr en la temporada 2014 y lo empleó tanto en el Marussia-Ferrari MR03 con el que competía como en los test que realizó al volante del Ferrari F14-T.
Desde Autolimite.com queremos también rendir nuestro pequeño homenaje a Jules Bianchi, un piloto que será recordado en el tiempo, por sus brillantes logros en la pista y también por su desbordante categoría como persona.
Hasta siempre Jules… con el pie en la tabla.