Las siete personalidades al volante… y alguna más

Ahora que estamos ya de vuelta al nuevo “curso escolar” 2015/2016, en la Escuela de Económicas y Ciencia Política de Londres (London Scholl of Economics and Political Science) han realizado un interesante estudio en colaboración con GoodYear.

En un curso de investigación sobre seguridad vial, realizado desde el punto de vista de la psicología social, se han identificado los diferentes patrones de comportamiento que seguimos al interactuar con el resto de los conductores, llegando a la conclusión de que los automovilistas europeos reflejamos siete tipos de personalidades que se manifiestan en el uso cotidiano.

Según el Doctor Chris Tennant, el psicólogo social encargado de este proyecto de investigación,”en función del momento y de la interacción que se esté produciendo con el resto de conductores, casi todos nosotros podremos reconocernos en una o en varias de estas siete personalidades al volante, aunque nadie encaja constantemente en un tipo o en otro”.

1 / El Profesor: necesita asegurarse de que los demás conductores saben en qué se han equivocado y espera que se reconozcan sus esfuerzos por enseñar a los demás.

2 / El Sabelotodo: piensa que está rodeado por perfectos incompetentes y se contenta con gritar con condescendencia a los demás conductores desde la protección que le brinda su propio coche.

3 / El Competitivo: necesita ir por delante de todos y se enfada si alguien se interpone en su camino. Es probable que acelere si intentan adelantarle o que cierre el paso para que nadie se le ponga por delante.

4 / El Justiciero: le gusta castigar a los demás conductores cuando cree que han hecho algo mal. Puede acabar por salir del coche o interpelar directamente a otros conductores.

5 / El Filósofo: acepta las faltas de los demás de buen grado e intenta darles una explicación racional. Es capaz de controlar sus sentimientos cuando conduce.

6 / El Evasivo: trata a los conductores que cometen infracciones de forma impersonal, los considera simplemente un peligro.

7 / El Fugitivo: escucha música o habla por teléfono para aislarse. Los fugitivos se entretienen con las relaciones sociales que han escogido para no tener que relacionarse con los demás conductores. Se trata también de una estrategia para no sentirse frustrados desde el primer momento.

La verdad es que, mirando a nuestro alrededor, dicho estudio se acerca mucho a lo que encontramos cada día en el tráfico cotidiano, auque yo me voy a permitir la licencia de ampliar la lista, añadiendo algunos tipos de conductores adicionales, sin haber realizado ningún riguroso estudio previo, simplemente fruto de mi propia observación cada vez que salgo a carretera.

8 / El Maleducado: el día que daban clases de educación en Barrio Sésamo le apagaron la tele y no se enteró de nada. Le molesta el mundo en general y se lo hace saber a todos los conductores que le rodean, tratando de joder y molestar a todo aquel que se cruza en su camino.

9 / El De izquierdas: quizá su signo político no lo tiene claro, pero en las vías desdobladas sí tiene claro que hay que ir por la izquierda. Total, para qué se va a quitar si va el primero.

10 / El Despistado: no se entera ni de por dónde va ni de lo que va haciendo. Se olvida de poner las luces cuando toca, pero te ciega con las largas casi siempre… no sabe que existen los intermitentes… de pronto acelera más de la cuenta… de pronto frena donde no hace falta…

11 / El Pisapedales: tiene más bien poca idea de conducir pero, como tiene un coche potente, exprime los caballos en las rectas para luego frenar más de lo que necesita ante la mínima curva que se presenta. Les gusta sentir el empuje mecánico y luego presume de que es capaz de llevar su coche a “todo trapo”.

12 / El Prepotente: de pequeño se tomó una pastilla de Viagra para solventar un dolor de cabeza y los efectos secundarios han determinado su convicción al volante de que “a mi no me pasa ni Dios”. Si su coche es más caro y potente que el tuyo, no tienes ningún derecho a adelantarle y ya se encargará de que no lo hagas, aunque para conseguirlo tenga que generar una situación potencial de peligro.

13 / El Matagigantes: lleva el motor turboalimentado de su pequeña “máquina” repleto de “anabolizantes” y está a la caza de cualquier despistado que se cruce con él al volante de un deportivo de campanillas, para demostrarle las virtudes de su “repro” y ajusticiarle a la mínima que acceda al juego de medir quién la tiene más larga.

14 / El que Le entra el turbo en las reducciones: le venía muy bien un curso de conducción, pero piensa que no le hace falta porque domina el coche a la perfección. Eso sí, cuando se pega la hostia de turno, la culpa es del turbo que “le ha entrado en las reducciones”, de algún fallo mecánico cualquiera o de la carretera, que tiene unas curvas “mu malas”, que a algo hay que echarle la culpa.

15 / El Gilipollas integral: suele ser ya el que engloba un buen número de las personalidades de conducción antes citadas, “cum laude” en estupidez, mala educación, soberbia y prepotencia, un espécimen que debería estar en vías de extinción y que, sin embargo, se multiplica a marchas forzadas en nuestras carreteras.

En fin, como podéis observar, nos encontramos ante un nutrido elenco de personalidades en la conducción que no sé si son autóctonas y exclusivas de nuestro país o si también se propagan por otras carreteras europeas.

Seguro que me he dejado alguna en el olvido, así que te animo a que nos dejes un comentario con aquellas otras personalidades que se te ocurran (siempre desde el respeto). 😉