Max Verstappen, el adolescente que cambió la F1

Sí lo confieso. Confieso que era uno de los muchos que opinaba que la llegada a la Fórmula 1 de un piloto tan joven como Max Verstappen era demasiado prematura y precipitada. Sin suficiente experiencia, sin la madurez necesaria para competir en la máxima categoría automovilística del mundo, la llegada de este joven holandés de 17 años me parecía demasiado arriesgada, incluso temeraria en esa jauría de leones, lobos y zorros que se dan cita en el “Gran Circo”.

Hasta su desembarco en el equipo Toro Rosso, el hijo del también ex piloto de Fórmula 1, Jos Verstappen, había participado tan solo en carreras de karting y un año en el Campeonato de Europa de Fórmula 3 (2014), aunque con un éxito incuestionable. Si en los kart obtuvo nada menos que 19 títulos entre las temporadas 2005 y 2013 (incluido el de Campeón de Europa y Campeón del Mundo en 2013), en la Fórmula 3 ganó 10 de las 33 carreras disputadas en su año de debut, finalizando tercero en el campeonato.

La demostración de que muchos estábamos equivocados no se hizo esperar. Ya en el primer Gran Premio de la temporada 2015, Max Verstappen nos cerraba la boca o, más bien, nos dejaba con la boca abierta.

He de decir que, mi escepticismo ante el asunto me llevó a pensar que el joven Max, con la presión de tener que callar bocas y falto de experiencia, se llevaría por delante a varios de sus rivales en la salida de aquel primer GP de Australia.

Pero aquella carrera de debut fue perfecta, sin fallos, sin contratiempos, digna de todo un experimentado piloto, que acabó para él antes de tiempo a causa de una avería mecánica, aunque sus primeros puntos llegarían ya en el siguiente GP de Malasia (7º clasificado).

Max Verstappen ha sido la demostración de que el talento y una buena preparación desde la base pueden llevar a un piloto hasta la Fórmula 1 sin necesidad de tener que ir quemando temporadas en categorías inferiores, aunque francamente no creo que esto fuera posible con todos los pilotos. También puede ser una señal de que los actuales Fórmula 1 son más fáciles de pilotar que los monoplazas de antaño (ya no es necesario “fajarse” con aspectos tan complicados como el rápido manejo del cambio, ni con el “punta-tacón” en las reducciones, ya que ahora todo está automatizado).

El joven Verstappen puede ser quizá una excepción “excepcional”, no sé si un ejemplar único, aunque sí realmente súper dotado para la práctica de este deporte. Ya lo apuntan algunos de los ingenieros que trabajan directamente con él en la Scuderia Toro Rosso y lo debieron tener muy claro en Red Bull cuando le montaron directamente en los monoplazas del equipo italiano ya para esta temporada (sin un aparente entrenamiento previo).

En su carné adolescente sumaba tan solo 17 años, pero en su cabeza parece ya un joven bien maduro, con unas ideas claras que expresa sin titubeos de pubertad, aunque sin poder disimular una mirada de joven promesa, con todo por descubrir y muchas ganas de demostrar.

En un mundo de “lobos” a dentelladas, el joven Max Verstappen ha mostrado que tiene facilidad de palabra y las ideas claras, que está bien asesorado en todo momento y que ha alcanzado ya un nivel de madurez difícil de encontrar en un piloto de su edad.

Su sorprendente llegada a la Fórmula 1, con tan escasa edad y experiencia, hizo saltar todas las alarmas y llevó a la FIA a tomar la decisión de endurecer las normas para poder obtener la Superlicencia. Sin embargo, el extraordinario debut del joven piloto holandés ha vuelto a dejar en entredicho la necesidad de dichos cambios, constatando que cada caso es único y merece su análisis particular, por extraño que parezca.

Max Verstappen llegó este año a la máxima categoría del automovilismo como una posible promesa llena de interrogantes, para convertirse en una apuesta segura, capaz de cambiar la perspectiva que teníamos, hasta ahora, sobre los pilotos de Fórmula 1.

Recientemente, hemos tenido acceso a una entrevista en la cual refleja esas ganas de descubrir sus propios límites y esa ambición por alcanzar grandes metas en un futuro.

¿Estás contento con el progreso que ha mostrado el coche este año?

Estoy muy contento. Creo que el equipo ha hecho un trabajo fantástico durante el invierno y resulta extraordinario poder estar luchando por los puntos desde el comienzo. Es también la mejor forma de poder ver cómo vas progresando a lo largo de una temporada en la que estamos todavía aprendiendo.

En el pasado GP de Malasia has sido el piloto más joven de la historia de la F1 en sumar puntos. ¿Qué importancia le das a los récords?

Es fantástico marcar un récord nada más comenzar, pero no es ese el récord que yo quiero. Resulta estupendo ser el piloto más joven que ha puntuado en la F1 y quiero seguir sumando puntos, pero a partir de un determinado momento lo que querré será ganar carreras. Eso es lo que busco y para lo que me estoy preparando en este momento.

¿Cuáles son los aspectos más difíciles que te has encontrado como piloto de Fórmula 1, especialmente siendo tan joven?

La parte más complicada ha sido comprender cómo funcionan los neumáticos y la unidad de potencia porque es muy diferente a lo que yo había empleado anteriormente, especialmente para mí que tan solo había realizado una sola temporada en monoplazas (debutó en el Campeonato Europeo de F3 en 2014).

El resto de pilotos tienen mucha experiencia y yo estoy todavía aprendiendo, aunque creo que estamos realizando un buen trabajo y el equipo está siempre ahí para ayudarme. Toro Rosso es un sitio fantástico para continuar evolucionando.

¿Crees que los otros pilotos te tratan diferente por ser tan joven?

Quizá al principio, pero es algo normal cuando comienzas en cualquier categoría. Para alcanzar la amistad de los otros pilotos necesitas primero ganarte su respeto y eso es algo que se fue produciendo a lo largo de las primeras carreras. A partir del GP de China pude ver cómo se acercaban cada vez más pilotos a hablar conmigo y percibía que me había ganado ese respeto.

¿Cuál es tu principal objetivo para el resto de la temporada?

Lo más importante es intentar seguir sumando puntos en cada carrera. El coche parece suficientemente competitivo para conseguirlo y solo hemos tenido algunos problemas con la degradación de los neumáticos, aunque los test que realizamos unas semanas antes del GP de Mónaco nos ayudaron a comprender mejor su funcionamiento.