Nuevas esperanzas para Rosberg. GP de Europa 2016
A Hermann Tilke le tuvieron que permitir algunas licencias con la limitadísima anchura del trazado de este espectacular circuito urbano de Bakú (República de Azerbaiyán), que en algún punto recordaba trampas y embudos casi insalvables, como los del legendario y ya desaparecido Circuito Guadalope, en las tierras turolenses de Alcañiz.
Con semejante limitación y la experiencia de lo ocurrido en las dos carreras de GP2 celebradas con antelación al GP de Europa de 2016, cualquier previsión de desastre colectivo por amontonamiento podía quedarse corta, esperando la salida de varios “Safety Car” a lo largo de la carrera.
Puedo permitirme esta reflexión porque con ella ocuparé el espacio que había reservado en mi crónica para relatar “golpes” que, para bien de todos, no han llegado a ocurrir.
Llegaba el Circo de la F1 a esta “Tierra de Fuego” de Azerbaiyán, con el temor y la esperanza de lo desconocido, debiendo confiar los pilotos más trabajadores en la relativa fiabilidad de sus simuladores y en su impronta para adaptarse a cualquier situación y su capacidad de aprender rápido.
Entre estos últimos se encontraba Lewis Hamilton (Mercedes), convencido de haberse encaramado de nuevo en el tren de la gloria y preguntándose, a estas horas, cuál es el verdadero motivo por el que su compañero y rival, Nico Rosberg (Mercedes), ha vuelto a poner “tierra de fuego” y muchos puntos entre ellos.
Una “Q3” desastrosa relegaba al piloto británico a la 10ª posición en la parrilla, siendo Nico Rosberg el que marcara una nueva “pole” para Mercedes, ocho décimas por delante de Sergio Pérez (Force India), al que una penalización de cinco puestos (por la sustitución de su caja de cambios) relegaría a la 7ª posición de salida, dejando el 2º lugar al Red Bull de Daniel Ricciardo y los puestos 3º y 4º a los Ferrari de Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen.
También se situaban por delante del “Checo Pérez” el Williams de Felipe Massa y el Toro Rosso de Daniil Kvyat, siendo el Williams de Valtteri Bottas (8º) y el Red Bull de Max Verstappen (9º) los que completaban las diez primeras posiciones en la parrilla de salida, por delante de un Hamilton dispuesto a no hacer prisioneros en su asalto a los lugares de cabeza.
Bastante atrás saldrían los pilotos españoles, Fernando Alonso (13º) con su contradictorio McLaren-Honda y Carlos Sainz (18º) de nuevo penalizado en su Toro Rosso-Ferrari.
Cuando se apagaron los semáforos, casi todos presumíamos un desastre en la “primera curva”, con salida inmediata del “Safety Car”. Pero tan solo presenciamos el disparo de una brillante “Flecha de plata”, la de Nico Rosberg (Mercedes), acelerando en busca de un nuevo “Grand Chelem” e inalcanzable para sus rivales.
Han sido 51 vueltas sobre un trazado más parecido al de un videojuego que a lo que, a estas alturas del Siglo XXI, parecería dictar lo políticamente correcto. Bienvenido sea el atrevimiento de obligar a los monoplazas del futuro a pasar lamiendo los muros cargados de siglos de esta ciudad de Bakú, donde se mezclan las tradiciones y una arquitectura de vanguardia.
Salvo insignificantes contactos, nadie hubo de reparar más daños que los que, a consecuencia de su desgaste, obligaban a pasar por el “pit lane” a los más madrugadores. Aquellos cuya estrategia (luego desarmada por la práctica) jugó a dos paradas, el primero de ellos, el mismísimo Max Verstappen y un giro después el “aussie” Daniel Ricciardo, en una jornada en la que los Red Bull no han cubierto sus expectativas.
Lewis Hamilton (Mercedes), en su feroz ataque a las posiciones delanteras, se ha visto frenado por las dudas que el mal funcionamiento de algún sensor introdujo en la gestión de su monoplaza. Demasiada dependencia de factores externos para un pura sangre al que solo le vale, ganar y ganar y volver a ganar, como diría el incomparable “Zapatones” del fútbol (Luis Aragonés).
En la vuelta 22, después de que lo hubiera hecho el Ferrari de Vettel y habiendo creado un colchón de tiempo suficiente para evitar sobresaltos, entraba Rosberg a efectuar su única parada, calzando su Mercedes con el compuesto que, salvo imprevistos, le llevaría hasta una nueva victoria.
Sin mayores sobresaltos, se iban a producir las habituales peleas por el orgullo y los últimos puntos, destacando Sergio Pérez, que en la última vuelta ha llevado su Force India al límite para conseguir escalar hasta el tercer escalón del primer podio de Bakú, arrebatándole a Kimi Räikkönen (Ferrari), sobre el asfalto, lo que ya tenía asegurado, pues el “hombre de hielo” debía sumar 5 segundos de penalización por pisar la línea de salida del “pit” durante la prueba.
Decepcionante el resultado para los Toro Rosso de Carlos Sainz Jr y Daniil Kvyat, retirados con problemas mecánicos en sus monoplazas.
Y nueva decepción, también, dentro de McLaren- Honda, en la misma semana que los responsables de Honda han reconocido el error conceptual que lastra a la unidad de potencia desde el principio. Nuevo abandono preventivo de Fernando Alonso y 11ª posición en la meta de Jenson Button, demasiada frustración y excesivo castigo para el palmarés de dos campeones a los que se les acaba el tiempo, a la vez que la Fórmula 1 mira hacia el futuro.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE EUROPA 2016
1º Nico Rosberg (Mercedes), 51 vueltas en 1 h 32 m 52,3 s
2º Sebastian Vettel (Ferrari), a 16,7 s
3º Sergio Pérez (Force India-Mercedes), a 25,2 s
4º Kimi Räikkönen (Ferrari), a 33,1 s
5º Lewis Hamilton (Mercedes), a 56,3 s
6º Valtteri Bottas (Williams-Mercedes), a 1 m 00,8 s
7º Daniel Ricciardo (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 1 m 09,2 s
8º Max Verstappen (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 1 m 10,7 s
9º Nico Hulkenberg (Force India-Mercedes), a 1 m 17,7 s
10º Felipe Massa (Williams-Mercedes), a 1 m 25,3 s