El rito de la victoria. GP de Gran Bretaña 2016
Poco queda de aquel aeródromo sobre cuyas pistas comenzaron a rodar los bólidos de carreras casi al tiempo que dejaron de hacerlo los pesados bombarderos de la II Guerra Mundial. Y pasaron los tiempos en que las tres pistas de aterrizaje sirvieron como trazado inicial de la primera carrera de Fórmula 1.
Una aventura que, en el verano de 1950, retomaba el espíritu de aquellos “Grand Prix” anteriores al conflicto bélico y que ahora, 66 años y varias remodelaciones después, ha convertido a Silverstone en el escenario de la victoria número 47 de Lewis Hamilton, un piloto inglés sobre una “Flecha de plata” alemana.
Quizá lo más permanente sea la fidelidad con que la afición más entendida de este deporte aguanta estoica las características únicas del verano “brithis”, llenando las tribunas de su trazado para disfrutar, según sus preferencias, de la variedad del espectáculo que brindan las 20 curvas de su remodelado trazado.
Algunas míticas, como “Copse”, “Becketts”, “Chapel”, “Stowe”, “Abeey”, “Woodcote”… curvas que, gracias a las nuevas normas de escapatorias, han dejado de ser trampas donde quedaban amontonados pilotos y máquinas en tiempos en que la salida de las pruebas se daban cualquiera que fuera la cantidad de lluvia del momento.
Tras lo ocurrido la semana anterior en el GP de Austria y calmadas, al menos superficialmente, las aguas en el equipo Mercedes AMG F1, Lewis Hamilton (Mercedes) ha querido dejar, negro sobre blanco, la supremacía de su pilotaje en todas y cada una de las sesiones de entrenamientos y calificación.
Dominando la “Qualy” hasta el extremo de volver a marcar una nueva “pole”, pese a que su mejor tiempo en “Q3” era anulado por haber sobrepasado los límites marcados por la FIA en determinadas curvas del trazado.
Con un tiempo de 1 m 29,287 s y Nico Rosberg (Mercedes) a su lado (por 319 milésimas), ha relegado a Max Verstappen (Red Bull) y Daniel Ricciardo (Red Bull) a la segunda línea con más de un segundo de diferencia; la tercera quedaba ocupada por Kimi Räikkönen (Ferrari) y Valtteri Bottas (Williams); en cuarta línea Carlos Sainz Jr (Toro Rosso) y Nico Hülkenberg (Force India) y completando los puestos preferentes, Fernando Alonso, (McLaren) y Sergio Pérez,(Force India), todos ellos beneficiándose, desde Bottas, de la penalización de cinco puestos impuesta a Sebastian Vettel (Ferrari) por tener que sustituir la caja de cambios (relegado así a la 11ª posición en parrilla).
Si a una carrera de Fórmula 1 le quitas el momento de la salida, le estás robando toda la emoción de ese instante mágico en que el semáforo rojo se apaga mientras se alborotan las pulsaciones de pilotos y espectadores.
Pese a que había dejado de llover unos minutos antes, la intensidad del aguacero previo y la cantidad de agua acumulada en varias zonas del circuito llevaron al director de carrera a ordenar la arrancada tras el “Safety Car”.
Ha sido una salida de toros bravos amansados por el pilotaje maestro de Bernd Mäylander, que pese a llevar al máximo su montura provocaba las quejas de varios pilotos durante las cinco vueltas en que actuaba de freno de la manada (no entendían por qué la dirección mantenía el “coche de seguridad” tanto tiempo en pista).
Con el asfalto muy deslizante en varias zonas del recorrido, se ha vivido una carrera en la que se han producido animados lances de carrera y frecuentes “excursiones” de la mayoría de participantes en esa curva 1 donde su escapatoria actual perdona hoy lo que en otros tiempos serían abandonos seguros.
El trasiego en “pit lane” llegaba tan pronto como las condiciones del asfalto permitían a los más atrevidos calzar gomas de seco y asistíamos así a entretenidos duelos por mantener o mejorar posiciones.
Fernando Alonso (McLaren) se quejaba de algún fallo táctico del equipo, a la vez que cometía algún error propio, incluido un “doble 360º” que salvaba con maestría en esa “Curva 1” pero le retrasaba varios puestos.
Las prestaciones de su montura parece que mejoran si bien es evidente que resultan insuficientes para la aspiración de dos campeones del mundo, porque su compañero, Jenson Button (McLaren) tampoco tenía una carrera tranquila.
La fortuna se aliaba con Carlos Sainz Jr (Toro Rosso) que aun marcándose un par de espectaculares trompos, conseguía mantenerse próximo a su posición de salida.
Imposible no mencionar a Max Verstappen (Red Bull), ese “maduro” jovenzuelo que carrera a carrera demuestra que ha venido para retirar a más de uno de los veteranos a los que la determinación de este alevín les está robando cualquier posibilidad de reverdecer antiguos laureles.
Sus peleas por las posiciones de cabeza lo convierten en un duro rival al que la cada vez más afinada máquina de Adrian Newey convierte en temible, incluso para las “Flechas de plata”.
El holandés supera, ya con reiterada frecuencia, las esperanzas de recuperación del equipo Ferrari, creando una nube de intranquilidad en Maranello, donde han vuelto a optar por la veteranía de Kimi Räikkonen mientras termina de madurar un proyecto que les convierta de nuevo en punta de lanza de la F1.
Con Lewis Hamilton (Mercedes) dominando a placer en su cabalgada hacia la victoria, Nico Rosberg (Mercedes) debía sortear un problema con su caja de cambios antes de cruzar segundo bajo la bandera de cuadros, recurriendo a la ayuda de su ingeniero (le indicaba los nuevos ajustes que tenía que hacer en el volante).
Pero la ayuda por radio parece exceder lo permitido por reglamento y al finalizar la carrera sería penalizado con 10” que colocaban a Max Verstappen (Red Bull) por delante en la clasificación final, pendiente todo del posible recurso de apelación de Mercedes para conservar el resultado.
En esta temporada que se acerca a su meridiano, hemos observado cómo varían, prueba a prueba, los gestos y el mensaje corporal de los contendientes sobre el podio.
Ayer era la tristeza casi infinita de Nico Rosberg (con un gesto de resignación ante la pérdida de su ventaja inicial frente a su compañero y rival) la que contrastaba con la alegría desbordante de Lewis Hamilton, un británico ante una afición entendida y entregada a su mérito, que se daba un auténtico baño de multitudes, arrojándose, cual estrella del rock, sobre un “océano” de brazos que le alzaban al nublado cielo de Silverstone en el dulce rito de la victoria.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE GRAN BRETAÑA 2016
1º Lewis Hamilton (Mercedes), 52 vueltas en 1 h 34 m 55,8 s
2º Max Verstappen (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 8,3 s
3º Nico Rosberg (Mercedes), a 6,9 s + 10 s de penalización
4º Daniel Ricciardo (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 26,2 s
5º Kimi Räikkönen (Ferrari), a 1 m 09,7 s
6º Sergio Pérez (Force India-Mercedes), a 1 m 16,9 s
7º Nico Hülkenberg (Force India-Mercedes), a 1 m 17,7 s
8º Carlos Sainz Jr (Toro Rosso-Ferrari), a 1 m 25,9 s
9º Sebastian Vettel (Ferrari), a 1 m 31,7 s
10º Daniil Kvyat (Toro Rosso-Ferrari), a 1 m 32,6 s
NOTA: La salida de la carrera se dio detrás del “Safety Car”, que estuvo en pista durante las cinco primeras vueltas. Nico Rosberg (Mercedes) cruzaba la meta en segunda posición, pero era penalizado con 10 s al finalizar la carrera por recibir ayuda de su ingeniero por radio.