El renacer de Rosberg. GP de Singapur 2016
Con su tercera victoria consecutiva (octava de la temporada) y celebrando su Gran Premio número 200 (debutó en 2006 en el equipo Williams), Nico Rosberg (Mercedes) ha puesto en evidencia a quienes, antes de la pausa veraniega, pronosticamos como inevitable el cuarto título para su compañero de equipo y encarnizado rival, Lewis Hamilton (Mercedes).
Si en algún momento creímos ver a un Nico sumido en la fatalidad, aceptando su condición de segundón dentro del equipo Mercedes, habremos de reconocer hoy, mientras se encienden las luminarias de la victoria en este trazado incomparable de Marina Bay, que nos equivocamos enormemente, que Rosberg ha renacido y que nada está decidido en la cabeza del actual Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2016.
La incuestionable superioridad de los de Brackley queda reflejada en sus cifras y ante ello solo cabe aceptar que el título, con solo seis pruebas pendientes de disputa, irá a parar, por pura lógica, a manos de uno de sus pilotos, pese a los signos de recuperación que muestran sus seguidores más próximos, el Red Bull de Daniel Ricciardo (cada día más incisivo) y el Ferrari de Sebastian Vettel (cada día un poquito más lejos, a pesar de su esfuerzo).
En ese ejercicio de reivindicación que mantiene el alemán Nico Rosberg desde la prueba de Spa-Francorchamps (GP de Bélgica), su dominio casi unánime de las tandas libres y de calificación contrastan con los signos de irregularidad que muestran las cifras de Lewis Hamilton. Bajo los focos de Singapur ha quedado patente, tras la visera de Nico, el brillo de los ojos de quien busca y desea la victoria.
Nico Rosberg (Mercedes) colocaba su “Flecha de plata” en la primera posición de la parrilla de salida, emparejado con el Red Bull de Daniel Ricciardo y secundado por Lewis Hamilton (Mercedes) y Max Verstappen (Red Bull). La tercera fila la ocupaban Kimi Räikkönen (Ferrari) y Carlos Sainz Jr (Toro Rosso), seguidos por Daniil Kvyat (Toro Rosso), Nico Hülkenberg (Force India), Fernando Alonso (McLaren) y Valtteri Bottas (Williams) completando las diez primeras posiciones de partida.
Apenas se apagaban las luces de salida, se encendían las mechas de la competición… Max Verstappen (Red Bull) hacía patinar su embrague, Carlos Sainz Jr (Toro Rosso) atacaba su hueco y tocaba las ruedas de Nico Hülkenberg (Force India), que perdía el control de su monoplaza y acababa estrellándose contra el muro de protección, quedando en medio de la pista y obligando al “Safety Car” a entrar en acción (obligada tradición desde la inauguración del circuito urbano de Marina Bay en 2008).
El pontón lateral del Toro Rosso quedaba lo suficientemente dañado como para ver la bandera negra con círculo naranja que le obligaba a pasar por “pit lane”, comenzando así Sainz su propia carrera contra la adversidad (más tarde sufriría la perdida de potencia en su unidad de propulsión).
Fernando Alonso (McLaren) y Sebastian Vettel (Ferrari) mostraban su calidad y veteranía sobre las aguas turbulentas y sacaban buen provecho a río revuelto, ocupando el asturiano una quinta plaza que iba a defender con todas sus fuerzas y apareciendo el alemán muy adelantado respecto a su retrasado lugar de partida. Vettel salía último a causa de un problema en la suspensión durante la Q1 y el equipo Ferrari aprovechaba para cambiar el motor y la caja de cambios de su monoplaza antes de la carrera.
Situado en un cómodo liderato, Nico Rosberg (Mercedes) recibía un aviso sobre la necesidad de refrigerar sus frenos. No obstante, a pesar de la advertencia de sus ingenieros sobre la gravedad del asunto, el piloto alemán continuaba ganando tiempo a sus inmediatos seguidores, Ricciardo (Red Bull) y Räikkönen (Ferrari).
Cuando el mensaje se repetía para su compañero, Lewis Hamilton (Mercedes), todos sus perseguidores agudizaban la atención, al acecho de cualquier debilidad.
Carrera técnica donde las haya, Marina Bay es un lugar donde las estrategias dan y quitan los objetivos perseguidos al menor titubeo táctico. Sus 23 curvas, la estrechez relativa del recorrido y el calor agobiante ponen a prueba la resistencia y capacidad de reacción de estos gladiadores nocturnos, mientras Singapur les mira, con miles de luces iluminando la ardiente oscuridad.
En esa lucha a corta distancia (habitual en este trazado), ha sido emocionante el lance surgido entre Daniil Kvyat (Toro Rosso) y Max Verstappen (Red Bull). El ruso reivindicando su derecho a permanecer en la élite y el jovencísimo holandés reclamando vía libre, tirando de galones adquiridos sobre el asfalto.
Bonita pugna también la que han mantenido durante varias vueltas Kimi Räikkönen (Ferrari) y Lewis Hamilton (Mercedes), en un juego táctico en el que ha sucumbido el piloto finlandés, “copiando el viento” del Mercedes en un movimiento que le ha dejado fuera del podio.
A catorce vueltas del final, en Red Bull le calzaban neumáticos “súper blandos” al “aussie” Ricciardo (en su tercera parada) para lanzarse a la caza de Nico Rosberg (Mercedes), que había resistido la tentación de una tercera entrada en “pit” y se disponía a exprimir los 26 segundos que tenía de ventaja con los neumáticos de compuesto “blando” que llevaba montados desde la vuelta 33 (gráfico con todos los pit stop de la
carrera).
Asistíamos así a una cabalgada emocionante de final de carrera, en la que uno volaba y el otro resistía (mientras adelantaban coches doblados), apurando Rosberg la última vida de gomas y frenos de su Mercedes para llegar vencedor a la meta, con apenas medio segundo de ventaja sobre Daniel Ricciardo (Red Bull).
Tras ellos, cruzaban la línea de meta Lewis Hamilton (Mercedes) y Kimi Räikkönen (Ferrari), con sus bólidos separados por un par de segundos, mientras que Sebastian Vettel (Ferrari) finalizaba en un meritorio quinto puesto, después de protagonizar una ejemplar remontada (salía en última posición de parrilla) y por delante de Max Verstappen (Red Bull), que en los últimos giros había conseguido superar a Fernando Alonso (McLaren).
El séptimo puesto del piloto español es otro pequeño salto hacia delante en el futuro de McLaren-Honda, necesitado todavía de un impulso revulsivo que parece dispuesto a liderar Jost Capito, el nuevo responsable máximo del equipo.
Este nuevo triunfo de Nico Rosberg supone un asalto más hacia el título en un campeonato que ha vuelto ha ganar la emoción que hace un par de meses parecía descartada, aunque ya sepamos que el ganador final tendrá la estrella de Mercedes.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE SINGAPUR 2016
1º Nico Rosberg (Mercedes), 61 vueltas en 1 h 55 m 48,9 s
2º Daniel Ricciardo (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 0,5 s
3º Lewis Hamilton (Mercedes), a 8,0 s
4º Kimi Räikkönen (Ferrari), a 10,2 s
5º Sebastian Vettel (Ferrari), a 27,7 s
6º Max Verstappen (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 1 m 11,2 s
7º Fernando Alonso (McLaren-Honda), a 1 m 29,2 s
8º Sergio Pérez (Force India-Mercedes), a 1 m 51,1 s
9º Daniil Kvyat (Toro Rosso-Ferrari), a 1 m 51,6 s
10º Kevin Magnussen (Renault), a 1 m 59,1 s
