Leña y fuego en los bosques de Spa. GP Bélgica 2017
Un año más, tras la pausa veraniega, el retorno de la Fórmula 1 se ha oficiado en una de sus “catedrales”, pues no hay para ello mejor templo de la velocidad que el trazado de Spa-Francorchamps.
Circuito legendario el de la región de Las Ardenas, campo de batalla donde nacen y se forjan leyendas, allí se realizaba un homenaje en recuerdo de una de ellas, Michael Schumacher (el “Káiser” sumido en un sueño del que desearíamos su despertar), quizá el personaje más grande por lo abrumador de sus cifras. Su hijo, Mick Schumacher, era el encargado de pilotar sobre el mágico trazado belga aquel Benetton B194 con el que su padre consiguió el primer campeonato de Fórmula 1 en 1994.
Era el día en que otro piloto destinado a convertirse en leyenda, el británico Lewis Hamilton, había igualado el número de “poles” del alemán, 68 veces encabezando una parrilla de salida. Y lo hacía ocupando el asiento del Mercedes que Michael Schumacher había dejado vacío tras su segunda y definitiva retirada en 2012.
Un trazado como Spa es de los que dan o quitan prestigio con el paso del tiempo. Atrás quedaron los días en que superar el Eau Rouge “sin levantar” era algo que solo podían alcanzar los corazones fuertes.
Hoy, algún retoque en el trazado, más carga aerodinámica en los monoplazas, neumáticos más anchos de compuesto “ultrablando” y el software adecuado lo hacen más asequible. Pero este circuito tiene otros puntos donde demostrar cada uno lo que lleva dentro y rara es la edición en la que no se producen esos momentos emotivos que hacen grande la Fórmula 1.
De igual modo, es el juez implacable para juzgar las debilidades y el GP de Bélgica 2017 ha dejado muy claro que el equipo McLaren-Honda continúa sumergido en un decepcionante bucle infinito en el que permanece atrapado otro de los pilotos destinados a la leyenda, un Fernando Alonso cuyas posibilidades se diluyen a la misma velocidad que se escapa el tiempo para ello.
Pero, en este renacer de la temporada, el duelo está fijado entre un Sebastian Vettel que encabeza la clasificación pilotando el Ferrari y Lewis Hamilton (Mercedes), cada día un paso más cerca del piloto alemán y dispuesto a superarle para conseguir ese cuarto entorchado que les igualaría en títulos y le acercaría, un poco más, a los más grandes.
Con las tandas libres disputadas sobre márgenes muy estrechos, la “pole” 68 del sábado situaba el Mercedes de Lewis Hamilton solo dos décimas por delante del Ferrari de Sebastian Vettel y otra vez se repetía la secuencia en la segunda fila, con Valtteri Bottas (Mercedes) por delante de Kimi Räikkönen (Ferrari).
Detrás de ellos, se colocaría Max Vestappen (Red Bull), arropado por miles de camisetas naranja, superando a su compañero Daniel Ricciardo (Red Bull) y dispuesto siempre a ser parte del espectáculo.
La cuarta fila situaba a Nico Hülkenberg (Renault) por delante de Sergio Pérez (Force India), cerrando las plazas de honor de parrilla Esteban Ocón (Force India) y el McLaren de Fernando Alonso, gracias a las 5 posiciones de penalización de Jolyon Palmer (Renault), al cambiar la caja de cambios.
Cuando se produjo la salida nadie cedió, pero al llegar a la primera curva, en apenas 270 metros, Fernando Alonso (McLaren) había estirado increíblemente su montura para rebasar por el exterior a Nico Hülkenberg (Renault) y Sergio Pérez (Force India), llegando incluso a situarse muy próximo a los dos Red Bull.
Por delante, Lewis Hamilton (Mercedes) aguantaba con maestría los intentos de Sebastian Vettel (Mercedes) por colocarse en cabeza.
Bastaron tres o cuatro vueltas para desvanecerse el espejismo de un McLaren competitivo. El trazado belga permite duelos rayando lo heroico, pero impone sus “matemáticas”, las que devolvieron al piloto asturiano a su 11º lugar.
Duele ver cómo otro animador de la fiesta, Max Verstappen (Red Bull), sufría su 6º abandono de la temporada (por avería del motor) y con él se marchaban parte de las expectativas de espectáculo en la vuelta 8.
El “blistering” (formación de ampollas) aparecido en los neumáticos delanteros del Mercedes de Hamilton hicieron pensar que servirían de palanca para que Sebastian Vettel (Ferrari) lanzase su ataque, aunque Hamilton resistía sin inmutarse y entraba en bóxes para evitar el “undercut” de Vettel, que entraría después (todos los «pit stops«).
Entretanto, Kimi Räikkönen (Ferrari) era sancionado con un “stop & go” de 10 segundos (por no reducir la velocidad con la bandera amarilla provocada por Verstappen) que le alejaba inicialmente de la lucha por el podio, mientras Fernando Alonso (McLaren) tendría ocasión de rebelarse contra las observaciones que le daban sus ingenieros desde “pit lane”.
Bastante trabajo tiene para mantener duelos que, lastrado por la falta de rendimiento del motor Honda, va perdiendo sucesivamente en la pista. El colofón lo ponía un nuevo desfallecimiento en su unidad de potencia en la vuelta 26, obligándole al 8º abandono de la temporada.
Lo más llamativo es que en Honda declaraban, al acabar la carrera, que todo se encontraba en orden, quizá una nueva muestra de la falta de entendimiento existente ya entre Alonso y la marca japonesa.
La feroz pelea que mantenían los dos pilotos de Force India acababa con el “Safety Car” en pista en la vuelta 30. Sergio Pérez volvía a taponar a su compañero, Esteban Ocon, en la bajada hacia Eau Rouge, tocándose por segunda vez prácticamente en el mismo sitio, lance que le costaba a Pérez la retirada y la airada reprimenda de su compañero, mientras retiraban de la pista los restos del encontronazo.
Cuando se retiraba el “Coche de seguridad” (vuelta 34), con todos los monoplazas agrupados en las últimas vueltas de carrera, la lucha entre Hamilton (con neumáticos de compuesto “blando”) y Vettel (con neumáticos de compuesto “ultrablando”) hacía prever una enconada batalla entre ambos pilotos de Mercedes y Ferrari, pero Lewis Hamilton (Mercedes) defendía su liderazgo con madera de campeón entre los bosques de Spa-Francorchamps y cruzaba la bandera a cuadros como vencedor del GP de Bélgica 2017.
Sebastian Vettel (Ferrari) se debía conformar con el segundo escalón del podio, seguido de un Daniel Ricciardo (Red Bull) que volvía a sacar el máximo partido a su monoplaza en las últimas vueltas de carrera, adelantando tras el “Safety Car” a Valtteri Bottas (Mercedes), que en la misma maniobra también era rebasado por Kimi Räikkönen (Ferrari).
Nico Hülkenberg (Renault) volvía a ser el más rápido tras los monoplazas de Mercedes, Ferrari y Red Bull, mientras Romain Grosjean (Haas) sumaba unos valioso puntos y Felipe Massa (Williams), Esteban Ocon (Force India) y Carlos Sainz Jr (Toro Rosso) cerraban los diez primeros clasificados.
Lewis Hamilton ha dado un pasito más hacia la leyenda, aunque sigue teniendo a Sebastian Vettel con siete puntos por delante en la clasificación provisional, un saldo positivo que defenderá con leña y fuego ante los “tifosi” del próximo GP de Italia, en otro templo de la velocidad como es el circuito de Monza.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE BÉLGICA 2017
1º Lewis Hamilton (Mercedes), 44 vueltas en 1 h 24 m 42,8 s
2º Sebastian Vettel (Ferrari), a 2,3 s
3º Daniel Ricciardo (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 10,8 s
4º Kimi Räikkönen (Ferrari), a 14,4 s
5º Valtteri Bottas (Mercedes), a 16,4 s
6º Nico Hülkenberg (Renault), a 28,1 s
7º Romain Grosjean (Haas-Ferrari), a 31,5 s
8º Felipe Massa (Williams-Mercedes), a 36,6 s
9º Esteban Ocon (Force India-Mercedes), a 38,1 s
10º Carlos Sainz Jr (Toro Rosso-Renault), a 39,4 s
