Tranquila batalla en Las Ardenas. GP de Bélgica 2018
La región belga de Las Ardenas, lugar donde se encuentra este circuito de Spa-Francorchamps, fue escenario de enconadas batallas en las dos Guerras Mundiales del Siglo XX.
Convertido su trazado en una de las catedrales de esta religión que es la Fórmula1, ahora acuden a su cita miles de espectadores vestidos de color naranja, en honor a Max Verstappen (Red Bull), con la esperanza de presenciar alguna de las emocionantes batallas deportivas con las que este Gran Circo nos atrapa y nos encadena a nuestros asientos.
Tras la pausa veraniega, con Lewis Hamilton (Mercedes) liderando el campeonato y 24 puntos de ventaja sobre su único rival efectivo, Sebastian Vettel (Ferrari), había interés en comprobar si las dos formaciones en disputa, Mercedes y Ferrari, se presentaban con sus armas tan afiladas como lo exigirán las nueve pruebas pendientes hasta el final de la temporada.
Al contrario que en ediciones anteriores, donde Red Bull primero (2010/2013) y Mercedes después (2014/2017) imponían una superioridad casi incontestable de sus monoplazas, la “Scuderia Ferrari”, que había estado muchos de esos años sumergida en una crisis profunda, está demostrando en este 2018 un potencial de respuesta que, salvo imponderables del azar, les sitúa ligeramente como favoritos para la conquista del ansiado título que haga repicar en la región de la Romagna las campanas de Maranello.
Con todo lo mostrado en los entrenamiento libres, apuntando en esa dirección, habría de llegar la lluvia que reverdece estos bosques de Las Ardenas para borrar en la “Q3” con un buen chaparrón el dominio que Sebastian Vettel (Ferrari) había marcado para Ferrari en la “Q2” (1 m 41,501 s).
Calzando todos neumáticos “intermedios” de lluvia, la pista se iba secando con el paso de la “Q3” y bastaría en los últimos momentos de la calificación una vuelta “arriesgando” para que Lewis Hamilton (1 m 58,179 s) impusiera su “Flecha de Plata” por delante del “Cavallino” de Sebastian Vettel (1 m 58,905 s), arrebatándole una “pole” con la que contaba el piloto alemán para encarar la siempre arriesgada salida de Spa-Francorchamps.
La segunda fila de parrilla la iban a ocupar Sebastian Ocon y Sergio Pérez, que aprovechaban magistralmente el chaparrón para situar los monoplazas de su renacido y rebautizado equipo “Racing Point Force India F1” en lugares poco habituales para los “bólidos rosa”.
Tras ellos, serían Romain Grosjean (Haas) y Kimi Räikkönen (Ferrari) quienes situaban sus monturas en tercera línea, aprovechando el potencial de los motores Ferrari en el largo trazado belga (Räikkönen hubiera aspirado a más si el equipo no hubiera cometido el error de colocar poco combustible en su monoplaza).
Con un fallo similar en el suministro de combustible, los dos pilotos de Red Bull se debían conformar con el 7º y 8º puesto de salida, con Max Verstappen arropado por miles de camisetas naranjas y Daniel Ricciardo iniciando su despedida de la escuadra energética tras el reciente fichaje con Renault para las próximas temporadas.
El “Top 10” de parrilla lo completaban Kevin Magnussen (Haas) y Pierre Gasly (Toro Rosso), el piloto francés ya confirmado como nuevo piloto de Red Bull-Honda en 2019 para sustituir la marcha de Ricciardo.
Muy lejos habían quedado los dos pilotos españoles, con Carlos Sainz Jr (Renault) sin pasar de la “Q1” (P16) y Fernando Alonso (McLaren) justo por detrás (P17), en otra jornada negra para los monoplazas naranjas.
Posteriormente, el cambio de elementos efectuado en los propulsores de Valtteri Bottas (Mercedes), Nico Hülkenberg (Renault) y Carlos Sainz Jr (Renault), dejaban a Fernando Alonso en la P14 de salida y relegan a Sainz a la P19 de parrilla.
Al apagarse los cinco semáforos rojos, los expectantes aficionados hemos vivido la emoción de comprobar como el Ferrari de Sebastian Vettel conseguía adelantar al Mercedes de Lewis Hamilton en la recta de “Kemmel”, tras una apurada de frenada “a cuatro” en la que participaban muy agresivos los dos Force India, llegando el de Esteban Ocon a un paso de colocarse líder, antes de abortar el intento (para no poner en riesgo a los dos principales aspirantes a la victoria) y ser adelantado por su compañero Sergio Pérez.
Otras emociones bien distintas son las que se vivieron en la parte trasera del pelotón, donde Nico Hülkenberg (Renault), partiendo desde la penúltima fila (P18), apuraba una frenada imposible y se empotraba envuelto en una nube de goma quemada contra el McLaren de Fernando Alonso (Hülkenberg ha sido sancionado con diez posiciones en parrilla en el próximo GP de Italia).
En medio de la carambola, el monoplaza del asturiano salía proyectado por encima del Sauber-Ferrari de Charles Leclerc, en un vuelo impresionante que dejaba marcado sobre el Halo del Sauber las marcas de un fuerte impacto que pudiera haber acabado en tragedia.
El despegue del McLaren dañaba también el alerón posterior de Daniel Ricciardo (Red Bull), que un instante después golpeaba la parte trasera del Ferrari de Kimi Ráikkönen y le pinchaba la rueda trasera derecha.
Con tres coches eliminados y otros dos monoplazas seriamente dañados (Räikkönen y Ricciardo abandonarían la carrera pocas vueltas después), se habían consumido todos los gramos de emoción que nos iba a deparar este GP de Bélgica 2018, en el que Sebastian Vettel (Ferrari), administrando el relanzamiento de la carrera tras el abandono del “Safety Car”, no ha dado absolutamente ninguna opción a un Lewis Hamilton (Mercedes) poco brillante.
Cuarenta y cuatro vueltas anodinas, con una sola parada para cambiar neumáticos (todos los “pit stops”) y cada piloto consumiendo sus propias frustraciones y esperanzas, suficientemente lejos unos de otros para que los miles de espectadores no hayan podido contemplar, salvo la brillante remontada de Valtteri Bottas (Mercedes), ninguna batalla digna del lugar donde tantas y tan importantes se dieron.
En esas vueltas, era fácil imaginar a Sebastian Vettel (Ferrari) comprobando que su máquina rinde a la perfección (soñando quizás con su quinto título), a Lewis Hamilton (Mercedes) viviendo la inquietud de perder una pretérita superioridad que parece desvanecida y a Max Verstappen (Red Bull) satisfecho por obsequiar a toda su “afición naranja” con un merecido puesto en el podio.
Resulta imposible no pensar en Fernando Alonso (McLaren), sin daño físico tras su vuelo, imaginando ya otras singladuras con horizontes bien distintos a los de estos largos años en la Fórmula 1, viendo emociones, triunfos y desengaños de una competición en la que ha sido actor muy principal, sin haber conseguido plasmar en número de títulos (solo dos) aquellos que por talento y calidad de pilotaje le habrían correspondido.
Anunciada pues su marcha de la Fórmula 1 cuando termine la temporada 2018, solo espero que Fernando Alonso nos brinde más éxitos, victorias y títulos allá donde vaya.
Será Carlos Sainz Jr (Renault), heredero del asiento que abandonará Fernando Alonso en McLaren, quien deberá soñar con el regreso de la formación de Woking a los triunfos, 50 años después de aquella primera victoria de Bruce McLaren con el McLaren M7A en el GP de Bélgica de 1968.
Queda para nuestros sueños de aficionados la esperanza de ver resurgir con todos sus atributos de ruido y furia la emoción de la batalla que el próximo fin de semana, sobre el trazado del mítico Autódromo de Monza, feudo de Ferrari, nos devuelva las razones por las que nuestro corazón nos lleva a disfrutar o sufrir la F1.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE BÉLGICA 2018
1º Sebastian Vettel (Ferrari), 44 vueltas en 1 h 23 m 34,4 s
2º Lewis Hamilton (Mercedes), a 11,0 s
3º Max Verstappen (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 31,3 s
4º Valtteri Bottas (Mercedes), a 1 m 08,6 s
5º Sergio Pérez (Force India-Mercedes), a 1 m 11,0 s
6º Esteban Ocon (Force India-Mercedes), a 1 m 19,5 s
7º Romain Grosjean (Haas-Ferrari), a 1 m 25,9 s
8º Kevin Magnussen (Haas-Ferrari), a 1m 27,6 s
9º Pierre Gasly (Toro Rosso-Honda), a 1 m 45,9 s
10º Marcus Ericsson (Sauber-Ferrari), a 1 vuelta
NOTA: Valtteri Bottas (Mercedes) era penalizado con 5 segundos por causar una colisión con Sergey Sirotkin (Williams), aunque mantenía la cuarta posición final.
Pole Position: Lewis Hamilton (Mercedes), en 1 m 58,179 s (Q3 en lluvia)
Vuelta rápida en carrera: Valtteri Bottas (Mercedes), en 1 m 46,286 s