Euforias y tristezas. GP de Brasil 2018
Lewis Hamilton (Mercedes), abrazado agradecido a la máquina que le llevó a conquistar su quinto título y a ganar el GP de Brasil 2018, le ha devuelto a la marca de la estrella el honor de coronarse, una vez más, como vencedora del Campeonato de Constructores de la Fórmula 1.
Un poco más allá, en la sala de pesaje posterior a la carrera, Max Verstappen (Red Bull), con la sangre aún caliente, pediría explicaciones a Esteban Ocon (Force India).
Lo hacía de una forma vehemente, con empujones incluidos, por la incomprensible maniobra del piloto francés al intentar desdoblarse de Verstappen cuando éste marchaba líder de la prueba, tocando al monoplaza de Red Bull y provocando un trompo que le robaría el triunfo al que tenía todo el derecho el piloto holandés.
Verstappen lo habría ganado como lo saben hacer los campeones, pero quizá le faltó algo más de picaresca para rematar la faena.
Había sido una pelea limpia la que había mantenido con Lewis Hamilton (Mercedes) a lo largo de la carrera, superándole sobre el asfalto del circuito de Interlagos, pilotando un Red Bull capaz de doblegar con su aerodinámica y la increíble gestión de sus neumáticos la casi invencible consistencia de las máquinas germanas.
El desabrido rifirrafe con Ocon, inadmisible en sus formas y apenas justificable en el ardor del momento, le ha costado a Max Verstappen (Red Bull) una singular sanción, que le ocupará dos días de “trabajo para la comunidad” bajo supervisión de la FIA, sanción que no rebajará su ansia de alcanzar algún día la cima en su carrera deportiva.
El trazado brasileño aparecía en esta edición menos caluroso que en otras ocasiones, en las que el trópico, la samba y las mangueras de los bomberos lo convertían en tiempos pasados en una caldera ardiente, a la que luego se añadían el ruido y las emociones de carreras frenéticas en su trazado.
Aparecieron los Red Bull entre los destacados en las tandas libres, pero luego, tras una nueva fantástica “pole” (1 m 07,281 s), sería Lewis Hamilton (Mercedes) quien se situaría primero en parrilla de salida, seguido por Sebastian Vettel (Ferrari), Valtteri Bottas (Mercedes), Kimi Räikkönen (Ferrari), Max Verstappen (Red Bull), Marcus Ericsson (Sauber), Charles Leclerc (Sauber), Romain Grosjean (Haas), Pierre Gasly (Toro Rosso) y Kevin Magnussen (Haas).
Por detrás, arrancarían Daniel Ricciardo (Red Bull) en P11, Carlos Sainz Jr (Renault) en P15 y Fernando Alonso (McLaren) en P17, apurando las últimas amarguras de su despedida en la Fórmula 1, pocas horas antes de anunciar que volverá a pelear por la victoria en las 500 Millas de Indianápolis 2019 para intentar conquistar la ansiada “Triple Corona”.
Con los semáforos a punto de apagarse, el rostro de Maurizio Arrivabene, director de la “Scuderia”, aparecía en tensión, sabiendo que esta sería la última ocasión de Ferrari para neutralizar la ventaja que ostentaba el Team Mercedes-AMG F1 en su lucha por ganar el título de Constructores de la temporada.
Cuando se apagaban las luces rojas del semáforo se iniciaba una carrera desenfrenada y Valtteri Bottas (Mercedes) le ganaba la posición a Sebastian Vettel (Ferrari) al llegar a la primera frenada, favorecido por la monta en sus neumáticos de un compuesto “súper blando” más rápido que el compuesto “blando” montado por Vettel en la arrancada, al apostar Ferrari por una estrategia distinta a la de sus rivales (todos los “pit stops”).
La primera vuelta nos dejaba un toque entre Marcus Ericsson (Sauber) y Kevin Magnussen (Haas), además de mostrar la dura rivalidad entre los pilotos de Renault, siendo Nico Hülkenberg quien ganaba la partida a Carlos Sainz Jr, después de ser achuchado con cierta saña por el piloto español.
Max Verstappen (Red Bull) también se lanzaba frenético desde la salida y en la tercera vuelta avasallaba al Ferrari de Kimi Räikkönen, realizando un adelantamiento incontestable para el finés.
Un giro después, Verstappen y Räikkönen conseguían superar a Sebastian Vettel (Ferrari), cuyo bajo rendimiento en esta última fase del campeonato arroja alguna sombra sobre su verdadera capacidad de resistencia en la lucha.
Si en la primera mitad de la temporada se posicionaba como serio aspirante al quinto título, el desgaste y la falta de acierto del alemán le han llevado a ceder el preciado entorchado para que viaje a bordo del plateado Mercedes de Lewis Hamilton.
El ascenso de Max Verstappen (Red Bull) parecía imparable y ya en la vuelta 10 se situaba en segunda posición, tras adelantar a Valtteri Bottas (Mercedes) en la misma frenada de final de recta donde había adelantado previamente a los dos pilotos de Ferrari.
Bottas era de los primeros en entrar a cambiar neumáticos en la vuelta 18, seguido una vuelta después por Lewis Hamilton (Mercedes), que al volver a la pista se encontraba ya a Max Verstappen (Red Bull) como líder provisional.
Mientras van creando un abismo de segundos respecto a los demás, los primeros espadas mantienen duelos en la corta distancia y el piloto holandés aprovechaba la eficacia aerodinámica de su Red Bull en un trazado en el que las fuerzas “G” empujan como en pocos.
Max Verstappen aguantaba hasta la vuelta 35 para realizar su única parada, volviendo a pista en tercera posición, por detrás de Daniel Ricciardo (Red Bull) y Lewis Hamilton (Mercedes), al que vuelve a adelantar en la vuelta 40 aprovechando sus neumáticos más frescos de compuesto “blando”.
La parada de Ricciardo se producía en la vuelta 39 y dejaba de nuevo el liderato a Max Verstappen, que volaba imparable hacia el triunfo.
Pero la Fórmula 1 tiene una dinámica que lleva, a veces, a situaciones de inesperado resultado y, cuando el Red Bull de Max Verstappen parecía cabalgar hacia una merecida victoria, era rebasado por sorpresa por Esteban Ocon (Force India) en la vuelta 44.
Recién calzado con neumáticos “súper blandos”, Ocon iniciaba una temeraria maniobra para desdoblarse de la vuelta que ya llevaba perdida y en su trayectoria se enganchaba con el Red Bull del líder, realizando ambos un trompo en medio de la pista que le costaba a Ocon cumplir un “stop & go” de 10 segundos en medio de la carrera.
Envuelto en rabia, Verstappen sería ya incapaz de recuperar la ventaja alcanzada por Hamilton al adelantarle en medio del incidente con Ocon y el piloto británico se encaminaba veloz hacia la bandera de cuadros y su décima victoria de la temporada, secundado en el podio por Max Verstappen (Red Bull) y un Kimi Räikkönen (Ferrari) más consistente que su compañero de equipo en sus últimas carreras con los monoplazas del “cavallino”.
Una victoria casi inesperada para las gentes de Brackley, que alcanzaban la doble corona en el campeonato y su aguinaldo en la carambola, de ahí las caricias y piropos de Lewis Hamilton (Mercedes) hacia su montura.
Mucho más triste parecía la consumación de la derrota que se vive en el box de la “Scuderia”, el pobre resultado de Carlos Sainz Jr (P12) en su penúltima carrera pilotando para Renault y la frustración no disimulada de Fernando Alonso (P17), con dos vueltas perdidas y viviendo en McLaren una amarga despedida a una sola prueba de retirarse de la Fórmula 1.
Para rematar el relato hago mención a la excelente remontada y carrera de Daniel Ricciardo (P4), el discreto resultado de Valtteri Bottas (P5) y Sebastian Vettel (P6), el brillante sexto puesto de Charles Leclerc (Sauber) y el destacable resultado de ambos Haas-Ferrari en zona de puntos.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE BRASIL 2018
1º Lewis Hamilton (Mercedes), 71 vueltas en 1 h 27 m 09,0 s
2º Max Verstappen (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 1,4 s
3º Kimi Räikkönen (Ferrari), a 4,7 s
4º Daniel Ricciardo (Red Bull-TAG Heuer Renault), a 5,2 s
5º Valtteri Bottas (Mercedes), a 22,9 s
6º Sebastian Vettel (Ferrari), a 27,0 s
7º Charles Leclerc (Sauber-Ferrari), a 44,2 s
8º Romain Grosjean (Haas-Ferrari), a 51,2 s
9º Kevin Magnussen (Haas-Ferrari), a 52,8 s
10º Sergio Pérez (Force India-Mercedes), a 1 vuelta
Pole Position: Lewis Hamilton (Mercedes), en 1 m 07,281 s
Vuelta rápida en carrera: Valtteri Bottas (Mercedes), en 1 m 10,540 s