Max aguó la fiesta de Mercedes. GP de Alemania 2019
Max Verstappen (Red Bull) fue el primer loco bajo la lluvia. Porque este GP de Alemania 2019 fue una locura, una bendita locura para la Fórmula 1, gracias a esa lluvia con la que amaneció el domingo en este Hockenheimring rodeado de un bosque, donde quizá algún gnomo invocó al cielo, para acabar de dislocar lo que ya el sábado había quedado roto para cualquier pronóstico certero.
Tras dominar los hombres de Ferrari las sesiones de entrenamientos libres, Lewis Hamilton (Mercedes) daba un golpe de martillo en la “Q3” y marcaba una incontestable “pole position” en este Gran Premio de celebración de su equipo.
Porque Mercedes tenía muchos motivos de celebración y por ello se constituía como el patrocinador principal de este GP de Alemania disputado en casa, coincidiendo con el 125 Aniversario de su primera victoria en competición, cuando el coche ganador de la carrera Paris – Rouen, disputada el 22 de julio de 1894, obtuvo el triunfo propulsado por un motor bicilíndrico V2 desarrollado por Gottlieb Daimler (con 3,5 CV de potencia).
Además, en este GP de Alemania, Mercedes firmaba también su participación número 200 en Grandes Premios de F1, desde su debut en el GP de Francia de 1954, en el que Juan Manuel Fangio obtuvo la victoria al volante de un Mercedes W196 con 256 CV.
En esta fiesta de Mercedes, los integrantes del equipo cambiaban su indumentaria habitual por una vestimenta específica de época y modificaban también la imagen de sus monoplazas para rememorar las leyendas del pasado.
La celebración parecía pues bien encaminada para el equipo Mercedes-AMG F1, aunque Max Verstappen (Red Bull) se colaba entre las “Flechas de plata” de Hamilton y Bottas para situarse en segunda posición de parrilla de salida.
Pierre Gasly (Red Bull) parecía encontrar también la línea de trabajo a seguir y colocaba su monoplaza en P4, por delante de Kimi Räikkönen (Alfa Romeo), Romain Grosjean (Haas), Carlos Sainz Jr (McLaren), Sergio Pérez (Racing Point), Nico Hülkenberg (Renault) y Charles Leclerc (Ferrari) cerrando las diez primeras posiciones de salida.
El piloto monegasco no podía ni siquiera disputar la posición en “Q3”, al padecer una avería en la bomba de alimentación de su Ferrari SF90, aunque peor fortuna padecía todavía Sebastian Vettel (Ferrari), que saldría desde la última posición de parrilla al sufrir un problema con el turbocompresor en “Q1” y no poder salir a pista en la sesión de calificación, mala fortuna del equipo italiano en un circuito donde sus monoplazas parecían capaces de disputar la victoria.
Pero, si los entrenamientos se habían disputado sobre asfalto seco, el domingo todo iba a cambiar y la lluvia hacía su aparición solo unas horas antes de comenzar la prueba. Era la primera carrera, desde hacía tiempo, que arrancaría bajo el aguacero y todo se podía intentar en esas condiciones.
Cuando el reloj que marca la salida se situaba a las 15:30 horas, el “Safety Car” pilotado por Bernd Mÿlander arrancaba por delante de los guerreros, pastoreando durante unas vueltas esa manada de lobos hambrientos que intentaban adivinar el peligro oculto que había tras la pronunciada estela de agua que se levantaba del asfalto anegado por el agua.
Calzados todos los bólidos con neumáticos “extremos” de lluvia, por fin los monoplazas se detenían en parrilla para dar la salida desde parado. ¡Comienza el espectáculo!
Como ocurrió en el pasado GP de Austria 2019, Max Verstappen (Red Bull) se quedaba clavado en la salida, esta vez mimetizado también por su compañero, Pierre Gasly (Red Bull), que estaba situado justo detrás del piloto holandés.
Los dos monoplazas de Mercedes se ponían al frente de la carrera y el núcleo duro de la parrilla abrazaba rápidamente a los dos monoplazas de las bebidas energéticas, con Kimi Räikkönen (Alfa Romeo) aprovechando el fallo en la arrancada de ambos Red Bull.
Los pilotos de Ferrari habían puesto sus esperanzas en remontar bajo la lluvia tras el desastre del sábado y Sebastian Vettel (Ferrari) ya había ganado siete posiciones en la segunda vuelta, justo antes de que Sergio Pérez (Racing Point) protagonizara el primer incidente de la carrera.
El piloto mexicano se estrellaba contra las protecciones poco antes de entrar en las curvas del “Motodrom” y provocaba la primera entrada en pista del “Safety Car”, momento en el cual casi todos los pilotos aprovechaban ya para entrar en “pit lane” y montar neumáticos de lluvia “intermedios” (todos los “pit stops”)
Cuando se retira el “SC”, los dos Mercedes de Hamilton y Bottas lideran la carrera con solvencia, aunque ya llevan a Verstappen (Red Bull) a la estela, mientras Leclerc (Ferrari) está cuarto y Vettel (Ferrari) ha escalado hasta la octava plaza, justo por delante de Carlos Sainz Jr (McLaren).
Ha dejado de llover y se produce el abandono de Daniel Ricciardo (Renault) con el motor roto, situando en la pista el cartel de “VSC” (“Coche de Seguridad Virtual”) y volviendo a provocar un nuevo baile de pilotos en “pit lane”.
Tras el relanzamiento, convertido el circuito en un escenario donde cada uno tendrá el papel que la lluvia o la suerte le conceda, Carlos Sainz Jr (McLaren) perdía la trazada en la penúltima curva, patinaba sin control sobre la deslizante escapatoria y quedaba a escasos centímetros de golpear el muro de protección, pudiendo volver a la pista con el coche intacto y seis posiciones perdidas (P14).
Sin saberlo ni quererlo, el piloto español inauguraba en ese delicado punto una sucesión de incidentes que acabarían marcando el resultado final de la carrera.
Pero, en un día de locura, siempre puede parecer que el más loco resulta ser el más cuerdo y Kevin Magnussen (Haas) lo intentaba, siendo el primero en calzar neumáticos “slick” de seco en la vuelta 21, cuando la pista estaba aún muy mojada.
Poco después le copiaban la táctica Sebastian Vettel (Ferrari), Max Verstappen (Red Bull), Daniil Kvyat (Toro Rosso), Lance Stroll (Racing Point), Lando Norris (McLaren), Alexander Albon (Toro Rosso), Kimi Räikkönen (Alfa Romeo), Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo), Romain Grosjean (Haas), Pierre Gasly (Red Bull), Valtteri Bottas (Mercedes), Charles Leclerc (Ferrari) y, por último, Lewis Hamilton (Mercedes) en la vuelta 28.
Las dificultades para manejar los monoplazas con los neumáticos de seco resultaban evidentes y los pilotos nos deleitaban con maniobras imposibles sobre el asfalto mojado, alguna de ellas tan espectaculares como el trompo de 360 grados que se marcaba Max Verstappen (Red Bull) en la vuelta 26, en el mismo giro en el que había calzado los neumáticos de compuesto medio (la mayor parte de sus rivales había montado compuesto blando).
El posterior abandono de Lando Norris (McLaren), cuando sufría una avería en el motor, provocaba una nueva bandera amarilla y salida del “Safety Car” en la vuelta 28. Incluso en medio de semejantes circunstancias de carrera, Charles Leclerc (Ferrari) se salía en la curva 15, la misma en la que Carlos Sainz Jr (McLaren) ya había probado el escaso agarre de la escapatoria, pero el piloto monegasco corría peor suerte y acababa estrellando sus ilusiones contra las protecciones exteriores.
Con el Ferrari todavía empotrado en el muro, Lewis Hamilton (Mercedes) padecía el mismo problema también en la curva 15 y acababa rompiendo su alerón delantero contra las defensas, aunque podía volver a la pista y realizaba una entrada a “pit lane” tan apurada que le acabaría costando una penalización de 5 segundos (por entrar fuera de la línea de seguridad marcada).
Hamilton perdía más de un minuto de tiempo para reparar los daños y el nerviosismo se apoderaba entre los mecánicos al recibir a su piloto por sorpresa (volvían a montar neumáticos intermedios de lluvia que no tenían preparados).
El británico, sólido líder hasta el momento del incidente, volvía a la pista en la quinta posición, pero la debacle del equipo Mercedes-AMG F1 había comenzado.
Durante el “Safety Car” y con la lluvia de nuevo cayendo, todos los pilotos habían vuelto otra vez a “pit lane” para montar los neumáticos de agua intermedios y la carrera se retomaba en la vuelta 34 con Max Verstappen (Red Bull) como nuevo líder, Nico Hülkenberg (Renault) detrás y Valtteri Bottas (Mercedes) tercero, comenzando una segunda parte de carrera con tantos incidentes, tantos sobresaltos y tanta emoción que contarlos todos harían interminable esta crónica.
Ahora Hamilton (Mercedes) era acosado por Albon (Toro Rosso) y Sainz Jr (McLaren), mientras Vettel (Ferrari) se encontraba en P9 entre Räikkonen (Alfa Romeo) y Gasly (Red Bull).
Poco le duraba el sueño del podio a Nico Hülkenberg, que en la vuelta 41 estrellaba su Renault RS19 en el mismo punto, en la misma curva 15, en los mismos muros que Charles Leclerc (Ferrari) y Lewis Hamilton (Mercedes).
Nueva ralentización de carrera con “Safety Car” en pista y nuevo baile de “pit lane”, siendo ahora Lance Stroll (Racing Point) el primero en montar neumáticos blandos de seco en la vuelta 44, mientras Daniil Kvyat (Toro Rosso) copiaba la misma monta solo una vuelta después.
Verstappen (Red Bull), Bottas (Mercedes), Albon (Toro Rosso), Hamilton (Mercedes), Sainz Jr (McLaren) y Gasly (Red Bull) comandan ahora la carrera, enfrascados en una emocionante disputa que nos levanta del asiento, todos ellos calzados con neumáticos intermedios de lluvia.
Pero los equipos observan desde el muro cómo Stroll (Racing Point) y Kvyat (Toro Rosso) evolucionan más rápido con los neumáticos “slick” sobre la pista aún mojada y un nuevo baile comienza en el “pit lane” entre las vueltas 46 y 47, pasando todos los pilotos a montar ya neumáticos de compuesto blando para seco.
En solo unas vueltas, Stroll se había colocado primero gracias a su magistral movimiento con los neumáticos, aunque Verstappen le arrebataba rápido el liderato, Kvyat se encontraba en la tercera posición, Bottas estaba dispuesto a luchar hasta la última vuelta y Sainz Jr se mantenía en “zona de pesca”.
En medio de semejante lucha, presionado por su retrasada posición en carrera (P12) y asumiendo el máximo riesgo, Lewis Hamilton (Mercedes) se marcaba un espectacular trompo de 360 grados en la rapidísima curva de final de recta de meta. Aún con la suerte de no haber golpeado el coche, el británico debía hacer una parada adicional en “pit lane” para volver a cambiar sus destrozados neumáticos.
Solo tres giros después (vuelta 56), exactamente en el mismo punto, su compañero Bottas (Mercedes) copiaba idéntica maniobra, pero el finlandés perdía el control y se estrellaba contra las protecciones, sacando así un nuevo “Safety Car” a la pista.
La excitación no podía ser mayor, con todos los monoplazas agrupados para disputar un final de carrera al “esprint” y tan solo cuatro vueltas por completar.
Era el momento de darlo todo y Max Verstappen (Red Bull) afianzaba su liderato hasta cruzar como vencedor bajo la bandera de cuadros. Pero la lucha por detrás alcanzaba su cénit de emoción, viendo cómo Sebastian Vettel (Ferrari) aprovechaba la velocidad de su bólido para adelantar, uno tras otro, a Carlos Sainz Jr (McLaren), Lance Stroll (Racing Point) y Daniil Kvyat (Toro Rosso), finalizando en la segunda posición final y protagonizando ante sus compatriotas una magistral remontada desde la última posición de parrilla.
Sería Daniil Kvyat (Toro Rosso) quien completaba el podio de esta loca carrera bajo el agua, mientras Stroll obtenía un merecido cuarto puesto y Carlos Sainz Jr acababa en la quinta plaza (resultado agridulce para Sainz al pensar que podía haber aspirado al podio).
Excelente resultado también para Alexander Albon (Toro Rosso) en la sexta posición, mientras Räikkonen (Alfa Romeo) y Giovinazzi (Alfa Romeo) pasaban bajo la bandera de cuadros en P7 y P8 respectivamente, aunque al finalizar la carrera eran penalizados con 30 segundos por detectar los comisarios una anomalía en el embrague de sus monoplazas en el procedimiento de salida (sanción que en Alfa Romeo han recurrido).
Dicha penalización permitía ascender dos posiciones a los dos Haas de Romain Grosjean (P7) y Kevin Magnussen (P8), además de meter finalmente en los puntos a Lewis Hamilton (P9) y Robert Kubica (P10), sumando el polaco el primer punto de la temporada para Williams.
Pocas veces hemos podido ver tan exultantes a los tres integrantes del podio: Verstappen por haber ganado la carrera (el Dr. Helmut Marko prometió la pasada temporada cinco victorias con los nuevos motores Honda y ya van dos), Vettel por protagonizar tan imponente remontada y Kvyat por reencontrarse con el podio en su regreso a la Fórmula 1.
En el lado completamente opuesto de la alegría quedaba la debacle del derrotado equipo Mercedes, en una carrera de celebración que había pasado de un aplastante dominio al más absoluto desastre.
Y para los espectadores ha quedado un GP de Alemania 2019 que mantendremos en el recuerdo de las grandes historias de la Fórmula 1, un sueño de carrera a la altura de aquellos años de locura en los que el Gran Circo no se detenía ante nada, fuera el diluvio o el fuego, todo frenético, todo sin respiro, todo impredecible, todo un espectáculo inolvidable en el que los pilotos ganadores supieron luchar y adaptarse al medio.
CLASIFICACIÓN FINAL GP DE ALEMANIA 2019
1º Max Verstappen (Red Bull-Honda), 64 vueltas en 1 h 44 m 31,2 s
2º Sebastian Vettel (Ferrari), a 7,3 s
3º Daniil Kvyat (Toro Rosso-Honda), a 8,3 s
4º Lance Stroll (Racing Point-Mercedes), a 8,9 s
5º Carlos Sainz Jr (McLaren-Renault), a 9,5 s
6º Alexander Albon (Toro Rosso-Honda), a 10,0 s
7º Romain Grosjean (Haas-Ferrari), a 16,8 s
8º Kevin Magnussen (Haas-Ferrari), a 18,7 s
9º Lewis Hamilton (Mercedes), a 19,6 s
10º Robert Kubica (Williams-Mercedes), a 24,9 s
Pole Position: Lewis Hamilton (Mercedes), en 1 m 11,767 s
Vuelta rápida en carrera: Max Verstappen (Red Bull), vuelta 61 en 1 m 16,645 s
NOTA: Kimi Räikkönen (Alfa Romeo) y Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo) cruzaban la línea de meta en P7 y P8 respectivamente, pero al finalizar la carrera eran penalizados con 30 segundos de tiempo por emplear un dispositivo de ayuda en el procedimiento de salida prohibido por el reglamento, finalizando en P12 y P13 respectivamente.
