Carlos Sainz es el “Mejor Piloto WRC” de la historia
En tiempos de confinamiento (a causa del coronavirus) y sin más competiciones deportivas que las virtuales, los promotores del Campeonato del Mundo de Rallies WRC han tenido la idea de organizar la elección del “Mejor Piloto WRC” en la historia del Campeonato del Mundo de Rallies.
A través de su página web (wrc.com) y durante un mes de duración, el “concurso” promovía una votación abierta al público para que fueran eligiendo entre los 16 candidatos inicialmente considerados para luchar por semejante galardón, todos ellos campeones WRC.
Las primeras eliminatorias comenzaban con un grupo compuesto por 8 pilotos enfrentados entre sí (Sébastien Loeb, Richard Burns, Walter Röhrl, Colin McRae, Marcus Grönholm, Björn Waldegårg, Juha Kankkunen y Petter Solberg), contra otro grupo de otros 8 pilotos en las mismas condiciones (Sébastien Ogier, Stig Blomqvist, Miki Biasion, Didier Auriol, Carlos Sainz, Hannu Mikkola, Tommi Mäkinen y Ott Tänak).
Cada uno de ellos ha sido Campeón del Mundo de Rallies WRC en distintas épocas y sumaban entre todos nada menos que 39 títulos, destacando los 9 campeonatos de Sébastien Loeb, los 6 de Sébastien Ogier, los 4 de Juha Kankkunen y los 4 de Tommi Mäkinen, a priori, los principales favoritos por palmarés absoluto.
Así comenzaba todo y en el primer envite pasaban los primeros cuatro pilotos en un grupo (Sébastien Loeb, Walter Röhrl, Marcus Grönholm y Juha Kankkunen) y los primeros cuatro pilotos en el otro (Sébastien Ogier, Miki Biasion, Carlos Sainz y Tommi Mäkinen), quedando el resto fuera de concurso.
Ya en la siguiente eliminatoria, Sébastien Loeb se imponía sobre Walter Röhrl, Juha Kankkunen sobre Marcus Grönholm, Sébastien Ogier eliminaba a Miki Biasion y Carlos Sainz apeaba a Tommi Mäkinen.
Carlos Sainz (doble Campeón WRC) daba así la sorpresa y dejaba “en tierra” a nada menos que un cuatro veces campeón WRC como Mäkinen, pasando a enfrentarse con Sébastien Ogier (6 títulos) para un puesto en la final, mientras que Sébastien Loeb sería el que iba a disputar a Juha Kankkunen el otro puesto en la final.
El piloto francés, ganador absoluto del mayor número de títulos WRC, se aseguraba su paso a la final en la siguiente ronda eliminatoria, mientras que Carlos Sainz desbancaba a Sébastien Ogier y ocupaba la segunda plaza de finalista frente a Sébastien Loeb.
(Cuadro de todas las eliminatorias).
Sobre el papel, los números presentados por Sébastien Loeb (aún en activo en WRC) eran los mejores, con 9 títulos, 79 victorias y 118 podios en 179 rallies WRC disputados (Citroën y Hyundai), mientras que el también impresionante palmarés de Carlos Sainz (retirado del WRC en 2005) mostraba 2 coronas de campeón, 26 victorias y 97 podios WRC en 196 rallies disputados (Toyota, Lancia, Subaru, Ford y Citroën).
Con las espadas en alto, Sébastien Loeb y Carlos Sainz se sometían a la decisión final de un grupo de periodistas especializados y de todos los aficionados que han participado en la elección, apretando el resultado hasta el final.
Finalmente, con un 57,28 por ciento de los 80.000 votos emitidos en la final, Carlos Sainz ha sido galardonado como “Mejor Piloto WRC” de la historia, dejando constancia del reconocimiento de los aficionados a su dilatada trayectoria, en donde no solo han tenido en cuenta los números, sino todo lo que ha habido por detrás en la labor de Sainz, el piloto que revolucionó el Campeonato del Mundo de Rallies con su meticuloso método de trabajo, atención por los detalles y su capacidad de luchar por la victoria.
“No puedo estar más feliz y orgulloso. Mi vida ha sido el Mundial de Rallies, le he dedicado todo el tiempo del mundo y hoy, la familia de los rallies, me devuelve una gran sonrisa en este reconocimiento y me habéis hecho muy feliz”, declaraba el campeón en las redes sociales.
Carlos Sainz debutó en el Mundial de Rallies en el Rally de Portugal de 1987, al volante de un Ford Sierra RS Cosworth Grupo A, siendo el Rally Acrópolis de 2005 el último que disputó a los mandos de un Citroën Xsara WRC.
Su carácter competitivo, minucioso trabajo en la puesta a punto de sus coches y rapidez sobre los tramos de los diferentes rallies le llevó pronto a ser reconocido con el apodo de “El Matador” (el artífice del mote fue Juha Piironen, el entonces copiloto de Juha Kankkunen), siendo también considerado el mejor en la puesta a punto y desarrollo de los coches de carreras.
En todos los equipos oficiales en los que ha estado Carlos Sainz, el coche ha sido ganador y tanto Juha Kankkunen (en Toyota), como Colin McRae (en Subaru), Sébastien Loeb (en Citroën) y Sébastien Ogier (en Volkswagen) tienen mucho que agradecer el trabajo de desarrollo que realizó Carlos Sainz en los coches con los que luego fueron campeones.
Carlos Sainz fue el primer piloto no nórdico capaz de ganar el Rally de Finlandia en 1990 y ostentó durante muchos años el récord de rallies mundialistas disputados (196), hasta dar el paso a los Rally Raid y obtener la victoria en el Rally Dakar en tres ocasiones (2010, 2018 y 2020) con tres coches diferentes (Volkswagen Race Touareg 2, Peugeot 3008 DKR Maxi y MINI JCW Buggy).
Sainz ganó sus dos títulos mundialistas con los Toyota Celica GT-Four (1990) y Toyota Celica 4WD Turbo (1992), pero finalizó también subcampeón en cuatro ocasiones (1991, 1994, 1995 y 1998) y en la tercera posición en cinco temporadas (1996, 1997, 2000, 2002 y 2003), siempre luchando por la victoria y siendo especialmente recordado por el título que perdía en el último tramo del Rally de Gran Bretaña de 1998, al romperse el motor de su Toyota Corolla WRC a escasos metros de la meta.
Este ha sido el reconocimiento de los aficionados de todo el mundo al ya nombrado “Mejor Piloto WRC” de la historia, el que ha sido el “penúltimo” de los logros conseguidos por Carlos Sainz al volante de un coche de carreras.
Curiosamente, no es la primera vez que el piloto español obtiene semejante distinción, puesto que en el Rally de España/Cataluña de 2004 ya fue considerado por los pilotos, copilotos y jefes de equipo oficiales del Mundial de Rallies como el mejor piloto de rallies de todos los tiempos.