Renault Sport ha muerto…
Renault Sport ha muerto… ¡Viva Alpine!
La marca francesa ha decidido abandonar las creaciones de Renault Sport para concentrar todos sus modelos deportivos en Alpine, reconvertida en la marca de deportivos “premium” con la llegada del Alpine A110 en 2017 y máximo exponente de todos los vehículos deportivos del grupo a partir de 2021.
No es más que uno de los cambios introducidos en la reciente estrategia “Renaulution” del Grupo Renault, para alcanzar un posicionamiento más competitivo en el mercado mundial, realizando algo similar a lo que ha hecho SEAT con la nueva marca CUPRA (que concentra todos sus modelos deportivos).
Así pues, Renault Sport Cars ha muerto como división de vehículos deportivos de la marca del rombo, pero todos sus efectivos e instalaciones se mantienen intactos en la sede de Les Ulis y la fábrica de Dieppe (Francia), aunque ahora bajo el emblema “premium” de Alpine Cars, mientras que el departamento de competición y los vehículos de carreras (Renault Sport Racing) van a ser desarrollados por los mismos ingenieros, ahora encuadrados en Alpine Racing.
Renault comenzó ya en la década de 1960 su estrecha colaboración con Alpine (entonces marca independiente, fundada por Jean Rédélé en 1955), comprando Alpine y sus instalaciones originales de Dieppe en 1972.
Así nacieron coches deportivos ya míticos como el Renault-Alpine A110 Berlinette (1962) y algunos de los coches de carreras más exitosos de la marca francesa (todos los Alpine entre 1955 y 2016).
Aparecerían también otros modelos de calle tan sugerentes como el Renault-Alpine A310 (1971), el Renault 5 Alpine (1976) o el Renault 5 Turbo (1980), para dar paso a principios de la década de 1990 al primer Renault Clio 16V (1991) o a potentes berlinas como el Renault Safrane V6 Biturbo de 268 CV (1993), hasta que el Renault-Alpine A610 V6 Turbo (1991) marcaba el cierre de la primera etapa de Alpine en 1995.
Renault seguiría fabricado nuevas versiones deportivas de sus modelos más populares, pero la desaparición de los deportivos de Alpine les dejaba sin una verdadera identidad deportiva en sus coches más potentes y eficaces, empleando las señas de identidad de Renault Sport a partir de 1995 para suplir dicha carencia.
En realidad, Renault Sport nació como departamento de competición de la marca en 1976, involucrándose ya en el desarrollo del primer Renault RS01 de Fórmula 1, que marcó el comienzo de la conocida “Era Turbo” en la máxima categoría (1977 – 1986).
Los ingenieros y mecánicos de Renault Sport también fueron artífices del Renault-Alpine V6 Turbo A442B vencedor en las 24 Horas de Le Mans 1978.
Además, Renault Sport fue colaborador indispensable junto a Alpine en el desarrollo de coches como el Renault 5 Turbo (1980), tanto en sus versiones de calle como en las variantes de competición que tantas victorias obtuvieron (quién no se acuerda de Carlos Sainz al volante del Renault Maxi 5 Turbo en la temporada 1986).
Pero sería el Renault Sport Spider (1995) el primer modelo de calle que saldría de la factoría de Dieppe bajo la denominación Renault Sport, un biplaza de diseño futurista, con un chasis monocasco de aluminio, motor central trasero, propulsión a las ruedas posteriores y un peso de tan solo 930 kilogramos, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos con tan solo 150 CV de potencia (empleaba el motor 2.0 16V del Renault Clio Williams de 1993).
El Renault Clio R.S. 2.0 16V (1999) sería el siguiente modelo bajo la insignia de Renault Sport, siendo a partir de ese momento empleada siempre en las versiones R.S. más deportivas de la gama Twingo, Clio y Mégane en sus distintas generaciones (hasta la fecha).
También serían los responsables del desarrollo de modelos tan imponentes como el Renault Sport Clio V6 (2000) en sus versiones de carretera y competición (Renault Sport Clio V6 Trophy), así como en el desarrollo de coches de carreras tan impresionantes como el Renault Sport Mégane V6 Trophy (2009) o el Renault Sport R.S. 01 (2015) empleados en sus copas monomarca internacionales.
Cuatro décadas después de su aparición, Renault Sport desaparece como tal, pero Alpine seguirá siendo la marca encargada de dar soporte técnico a todos los modelos R.S. de Renault que ya se encuentran en la carretera o en los circuitos.
No sé si con la nueva estrategia de electrificación de la marca volveremos a ver versiones también deportivas de las futuras generaciones de Clio o Mégane. De momento, lo único que sabemos es que el próximo modelo deportivo que están desarrollando los ingenieros de Alpine será 100 % eléctrico, perdiendo el ruido del escape y el olor a gasolina que tantos momentos de emoción nos brindaron los coches de Renault Sport.