Ypres, un rally diferente

Antes de comenzar mi relato sobre el Rally d´Ypres (Bélgica), he de comentar que, actualmente, tres equipos españoles estamos participando en el Campeonato de Europa Histórico de rallyes: Antonio Sainz/Javier Cattaneo con Porsche 911 RSR, Miguel Díaz-Aboitiz/Diego Sanjuán con Renault 5 Alpine y Joaquín Domenech/Antonio Boto con un SEAT Panda Grupo 2.

Pues bien, el lunes 18 de junio partimos hacia Bruselas, vía aérea, y después a nuestro destino final, el pueblo de Wevelgem, acomodándonos en un hotelito muy singular en el cual estábamos nosotros, mecánicos incluidos, y un equipo italiano. Pequeña pega, que estaba situado a treinta kilómetros de Ypres, aunque quiero resaltar la amabilidad con la que nos trataron.

El martes empezamos a hacer todos los trámites administrativos, reglamentos, “road book” (libro de ruta del rally), etcétera. Pero, sobre todo, recogimos el “carnet” para poder entrenar los tramos. Solo se podía anotar y repasar, y todo debidamente sellado en dicho “carnet”.

Pues bien, comenzamos los reconocimientos con el coche de alquiler y los tramos no parecían realmente difíciles. Cumplimos las normas que la organización del rally imponía y, entre martes y miércoles, entrenamos todo el recorrido.

Los tramos eran nueve diferentes, destacando los tramos de Hollebeke (28,8 km), Heuvelland (26,7 km) y Langemark (18,4 km), que eran los más largos y también los más complicados. En el resto, el recorrido rondaba entre los 8 y los 14 kilómetros, contando el rally con un total de 14 tramos cronometrados.

Y el viernes 22 de junio daba comienzo el rally. El IRC (Intercontinental Rally Challenge) salía de Ypres, mientras que el Campeonato de Europa FIA y el Campeonato Belga de Históricos partía desde Boezinge, en total más de doscientos coches.

Así que, “vamos al lío”. Nada más empezar el rally, ya pudimos percibir que el “road book” entrañaba ciertas dificultades. Realizando el primer tramo, nos dimos cuenta de lo equivocados que estuvimos al valorar los tramos como “fáciles”. Aquello era tremendo, carecíamos de referencias, el entorno tan llano no te permitía ver muchas curvas y… los famosos cruces de Ypres, era un suplicio encontrarlos, pese a que teníamos notas de todos ellos. Para que os hagáis una idea, el tramo de Hollebeke (28,8 km) tenía 67 cruces en ángulo recto.

Una dificultad añadida es que, después de pasar los coches del IRC por lo tramos, cuando lo hicimos nosotros estaban muy, muy sucios, ya que otra característica de Ypres son los “rases” (es decir, cortar las curvas), cosa que a nosotros nos daba pavor, ¡¡había unos “agujeros”…!!

Total que, como os cuento, los tramos de este rally son muy distintos a los que hacemos en otro tipo de rallyes. ¡¡¡Cuánto echamos de menos esas carreteras de montaña… esos barrancos…!!!

Para colmo de males, los dos últimos tramos los hicimos con el motor rateando pero, tanto Joaquín como yo, estábamos decididos a terminar el rally. Hubo también algún enlace en el cual anduve algo perdido y me iba hacia Ámsterdam (es broma). Por fin, terminamos el rally y fue una sensación estupenda, ya que el reto había sido muy difícil.

Quiero destacar, la profesionalidad de la Organización, el trato recibido (todo fueron facilidades), el buen trabajo del equipo de mecánicos y la gran conducción de Joaquín.

La única nota desagradable, que Miguel (Díaz-Aboitiz) y Diego (Sanjuán) tuvieron problemas en su Renault 5 Alpine y no pudieron terminar la carrera. Toño Sainz y Javier (Porsche 911 RSR) acabaron en el puesto décimo séptimo y Joaquín y yo (Seat Panda Grupo 2) en el vigésimo cuarto y, lo más importante, ganadores de nuestra clase.

La próxima cita la tenemos los días 20, 21 y 22 de Julio en Estonia, rally que se realiza sobre tierra y del que os contare como nos ha ido.

Un fuerte abrazo para todos y agradecer de corazón a Autolimite esta estupenda oportunidad de compartir con vosotros el mundo de los rallyes.