El valor de un euro. GP de Italia 2012
Shakespeare dejaba muy claro el valor de lo insignificante en una de sus mejores obras, Ricardo III, dramatizando la pérdida de un reino en la rotura de un clavo desprendido de una herradura de su montura en el fragor de la batalla.
¡¡Maldita tuerca, incapaz de sujetar una barra de la suspensión trasera del Ferrari de Alonso!! O eso nos contaron, después del desastre de la Q3 del sábado.
De nada sirve mostrar músculo y actitud si, llegado el momento de la verdad, alguien olvida apretar o reponer una tuerca de valor inferior a un euro dentro de un presupuesto multimillonario. En solo un instante, se volatilizaba el sueño de marcar una “pole” casi segura.
Así pues, eran Hamilton y Button los que se colocaban en primera fila de parrilla, “Sables de plata” en ristre, dispuestos a demostrar a mandoble limpio que, en este campeonato, todo está por decidir a mitad del camino.
Massa ocupaba la línea siguiente, junto a Schumacher, en ese intento del brasileño de aferrarse al estribo de un tren que se le escapa, mientras Vettel partía desde la quinta posición, protegido de forma más o menos voluntaria por Rosberg, Räikkönen, Kobayashi y Di Resta ante un feroz Fernando Alonso, colocado décimo y dispuesto a saltar como un tigre.
El asfalto de Monza tiene un tono rojizo, una pátina de muchos Grandes Premios disputados, con triunfos increíbles y algunas tragedias. Los de Ferrari lo saben muy bien y la consigna era no quedarse en la primera “chicane”. Lo de Spa-Francorchamps fue suficiente. Aún así, Fernando Alonso se lanzaba a pelear con determinación por un puesto entre los mejores.
El vertiginoso trazado de Monza, en su endemoniada sencillez, se ha convertido en escenario de batallas frenéticas en las que todos se han batido el cobre contra todos, excepto contra Hamilton. Con la velocidad y el brillo de un misil, el piloto británico ha cabalgado en disputa consigo mismo.
A lo largo de las vueltas, Alonso remontaba en la pista las posiciones que no debió perder en los entrenamientos clasificatorios y entraba en pit-lane en la vuelta 21, junto a Vettel, para hacer el único cambio previsto de sus Pirelli. Los compuestos seleccionados en este Gran Premio han sido los medios y los duros y el trazado de Monza les daba un plus de durabilidad poco habitual en la temporada.
La gestión de los neumáticos parecen dominarla bien en Sauber y Sergio Pérez ya ha demostrado su capacidad para hacer eternos los compuestos que a otros equipos se les derriten como cera caliente. Salir desde el puesto trece de la parrilla podrá parecer el preludio de la mala suerte, pero tiene la ventaja de permitir elegir el compuesto de goma que mejor se adapte a tu estrategia de carrera.
Mientras todos los que le precedieron en la salida se han visto obligados a cambiar su monta en torno a la vuelta 21, el “Checo” Pérez ha sido capaz de estirar su parada catorce vueltas más y ha podido elegir el momento de hacer el “truco final”. Sus adversarios retornaron a pista envueltos en medio del tráfico, en la lucha de todos contra todos, teniendo que volver a pasar y repasar a rivales ya superados, mientras que el piloto mejicano no encontraba delante más rival que su propia lucha contra el cronómetro para ganar un tiempo precioso.
De esta forma, en la vuelta 35, como por arte de magia, Pérez cambiaba ruedas y volvía a la pista con “zapatos nuevos”, para empezar a doblegar a todos los que tenía por delante gracias al mayor agarre de sus neumáticos.
En la vuelta 46, Pérez conseguía adelantar a Fernando Alonso y Hamilton se ha librado porque, en su cabalgada de ganador, ha podido gestionar adecuadamente las gomas blandas, alargando a conveniencia su entrada en boxes.
De esta manera, la bandera de cuadros ha saludado a Lewis Hamilton, Sergio Pérez y Fernando Alonso, llevándoles hasta ese podio inigualable de Monza. Sabor italiano en una recta de meta sin ídolos italianos sobre la pista, pero Ferrari es una religión en sí misma y Fernando se hace querer y respetar dentro de ella.
En Red Bull, hoy han podido comprobar lo duro que puede resultar un deporte como la Fórmula 1. Sebastian Vettel, “drive-through” incluido en su emocionante pelea con Alonso, ha visto cómo desfallecía su motor en medio de la batalla. Después ha sido Webber (sin opción ya a puntos) quien se ha retirado a una vuelta del final, tras realizar un espectacular trompo y destrozar sus neumáticos con un plano. Tampoco ha sido una jornada feliz para Jenson Button, que ha tenido que abandonar en el giro 34 cuando parecía cabalgar imparable hacia un puesto en el podio.
Massa, resucitado, se situaba segundo en el momento de la salida y finalizaba la carrera en cuarta posición, ocupando en esta pelea los lugares que nunca debió abandonar, desorientado en su laberinto. Es duro reconocer el papel de segundón cuando has tocado un título mundial con la manopla, pero aquello fue apenas un instante y cuanto antes te sitúes en la realidad, antes te abandonarán tus demonios.
La cara buena de la moneda le ha sonreído a Fernando Alonso que, peleando como acostumbra y protegido esta vez por Dios sabe qué dioses, ha visto convertirse en día de éxito una fecha en la que otro se hubiera conformado controlando daños. Ya nada se parece a la temporada 2011 y está claro que, a partir de Monza, unos y otros revisarán hasta la última tuerca. Ahorrar un euro es arriesgarse a perder un Reino.
Faltan siete carreras en tres continentes y Alonso sigue líder con 179 puntos, mientras que Hamilton (142) y Räikkönen (141) han superado a Vettel y Webber (140 y 132 puntos respectivamente).
Nota: Nuestra felicitación desde Autolimite.com para Pedro Martínez de la Rosa, que en Monza realizaba su Gran Premio número 100. Esperamos verte muchos más.
lunes, 10 septiembre 2012 a las 15:40
Cuanto menos curiosos ,y retomando el tema de la carrera anterior ,es ver que los tres a los que fastidio la carrera ,Grosjean,son 1º 2º y 3º .en cuanto a la carrera ,mejor imposible para Fernando,bueno si¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ que Lewis no hubiese estado tan fantastico¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
lunes, 10 septiembre 2012 a las 16:37
Tienes toda la razón, ¡¡no había reparado en ello!!Se los lleva por delante como en una partida de bolos y ayer…1º,2º,3º. Esa es la grandeza de la Fórmula 1. Por supuesto que deseo que Alonso alcance su tercer título, se lo tiene merecido porque está peleando con gente muy dura y son varios los que podrían ponérselo dificil desde Hamilton, gigantesco en las últimas pruebas a Webber, pasando por Vettel y Kimi, que parece que no está, pero ahí sigue, como en 2007. Saludos.
lunes, 10 septiembre 2012 a las 17:32
Hay que pensar que después de la debacle del sábado, todo ha salido a pedir de boca. Mejor, casi imposible.
Funcinaron las órdenes de equipo, aunque era evidente que Alonso podía adelantar a Massa. Tenía más ritmo. Lástima que luego vino Pérez como un misil. Los daños han sido leves o casi nulos habiendo quedado fuera de carrera los dos Red Bull. Kimi no acaba de despertar y con todo y con eso se ha situado el tercero en discordia. Ahora tenemos en un pañuelo a tres más Weber en la orilla del mismo. Button mucho tendrá que hacer para ser un rival al título.
Temporada llena de espectativas y con un candidato al título, el tercero en este caso para Alonso, cada día más firme.
Han vuelto a jugar malas pasadas el tuercas o la tuerca. No importa su valor económico sino su papel en el conjunto del vehículo. Todas las piezas son importantes.
El periplo asiático decidirá, pienso, el futuro campeón y no nos quedará más remedio que madrugar en algunos de ellos para verlo en directo.
¡¡¡ Puxa Alonso !!!
Saludos
lunes, 10 septiembre 2012 a las 18:00
Lo de la tuerca de 1 €, si es verdad, es para matarlos, si no la cambiaron después del «talegazo» de Spa.Me parece increíble, pero en Ferrari todo puede pasar. Confieso que el sábado, por un momento pensé en una conspiración. Pretendían un juego muy arriesgado a una sola carta (vuelta)y con Hamilton zascandileando muy inteligente entre Massa y Fernando. En mis notas escribí:¡¡GRAN CAGADA!!, pero luego vino la versión oficial y no va a ser uno más papista que el Papa. Pero por favor, que se dejen de jueguecitos con las cosas de comer no vaya a ser que se les atragante…Y en lo de madrugar,¡¡como para perdérselo!!Saludos.