Una carretera de montaña, 600 CV reunidos en tres coches deportivos, veinticinco años de historia y mil curvas por delante. La jornada no podía presentarse más emocionante. Por si fuera poco, la lluvia nos acompaña de forma intermitente, desafiando a nuestros tres espectaculares bólidos y la paciencia de Jesús Izquierdo, cámara en mano.
Lo que no sabe el azar de la meteorología ni el omnipresente señor Murphy es que el bueno de nuestro fotógrafo es “4×4”. El Lancia Delta HF Integrale Evo le “guiña el ojo”, su tracción a las cuatro ruedas tampoco tiene miedo al suelo mojado. La cosa cambia por completo a los mandos de sus dos contendientes de tracción trasera: el BMW M3, más predecible gracias a la progresividad de su motor atmosférico; el Ford Sierra RS Cosworth, más temperamental con su poderosa “patada” de motor sobrealimentado.
Veinticinco años después, cualquiera de los actuales deportivos compactos que tienen hoy en torno a 200 CV, son probablemente más rápidos, eficaces, seguros y fáciles de conducir que nuestros tres protagonistas, pero no cabe duda de que, el BMW M3, el Ford Sierra Cosworth y el Lancia Delta Integrale siguen siendo verdaderas máquinas de diversión y transmiten todas las sensaciones sin filtro, en estado puro. Sobre el papel, cualquiera de estos coches es capaz de hacer vibrar al más impasible de los conductores y, en la práctica, puedo asegurar que no defraudan.
Pero, antes de sucumbir al placer de su conducción, hago memoria para recordar su procedencia y, el comienzo de semejante saga de deportivos, podríamos concretarlo en el año 1986.
«Nuestro agradecimiento a Roberto, Miguel Ángel y Aquiles, por confiarnos sus preciados “juguetes” y por el entusiasmo que muestran en el cuidado de sus coches.»