El Toleman TG184 que llevó al podio Ayrton Senna

El Toleman-Hart TG184 no fue Campeón del Mundo de Fórmula 1. Ni siquiera llegó a ganar ningún Gran Premio (aunque a punto estuvo). Pero fue capaz de mostrar algunos destellos de competitividad para llegar hasta las posiciones de podio, bajo la fascinante “magia” de uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1.

El artífice de tan magna proeza fue el legendario Ayrton Senna, el único capaz de sacar de aquel monoplaza las prestaciones que ningún otro piloto hubiera sido capaz de conseguir.

Bajo un aguacero incesante, un joven piloto, recién llegado a la máxima categoría del automovilismo, puso en jaque a los mejores pilotos del momento, para luchar por la victoria en aquel agónico y emocionante Gran Premio de Mónaco de 1984.

Aquel piloto “principiante” mostró al mundo sus dotes sobrenaturales para conducir un monoplaza sobre la lluvia, disputando el triunfo nada menos que al experimentado Alain Prost (McLaren-TAG Porsche MP4/2).

A los mandos de un Toleman-Hart TG184 (con el número 19), el debutante Ayrton Senna había obtenido la decimotercera posición en la parrilla de salida, con un tiempo de 1 m 25,009 s. El piloto brasileño era claramente más rápido que su compañero de equipo, Johnny Cecotto (1 m 25,872 s), pero se encontraba todavía lejos de los tiempos registrados por los tres primeros clasificados para la salida, con Alain Prost (McLaren-TAG Porsche MP4/2) en la “pole position” (1 m 22,661 s), Nigel Mansell (Lotus-Renault 95T) en segunda posición (1 m 22,752 s) y René Arnoux (Ferrari 126C4) en el tercer puesto (1 m 22,935 s).

Otros experimentados pilotos, como Michele Alboreto (Ferrari 126C4), Patrick Tambay (Renault RE50), Andrea de Cesaris (Ligier-Renault JS23), Niki Lauda (McLaren-TAG MP4/2), Nelson Piquet (Brabham-BMW BT53), Keke Rosberg (Williams-Honda FW09) o Elio de Angelis (Lotus-Renault 95T), salían también por delante del Toleman-Hart TG184 de Senna y nada llevaba a pensar que fuera capaz de disputar los primeros puestos con un coche que se encontraba a nada menos que 2,3 segundos por vuelta del McLaren de Prost.

Nada, salvo la confianza de Ayrton Senna en sí mismo y una capacidad de pilotaje sobre asfalto mojado que todos sus rivales desconocían.

La carrera arrancó ya en condiciones de lluvia y en la primera curva se vieron envueltos en un accidente Derek Warwick (Renault RE50) y Patrick Tambay (Renault RE50). Alain Prost (McLaren-TAG) se mantuvo en la primera posición durante las primeras vueltas, hasta que Nigel Mansell (Lotus-Renault) conseguía adelantarle y le arrebataba el liderato provisional.

Entre tanto, pilotos como Michele Alboreto (Ferrari) o Nelson Piquet (Brabham-BMW) tenían que abandonar la prueba, mientras el joven Ayrton Senna escalaba posiciones progresivamente y se colocaba en zona de puntos (en aquella época solo sumaban puntos los seis primeros clasificados).

Bajo una lluvia cada vez más intensa, Mansell perdía el control de su monoplaza y golpeaba las protecciones, para volver a dejar a Prost al frente de la prueba, mientras Ayrton Senna (Toleman-Hart) ya había conseguido adelantar a Niki Lauda (McLaren-TAG), René Arnoux (Ferrari) y Keke Rosberg (Williams-Honda), para situarse en la segunda posición provisional.

Con mucho agua sobre el asfalto urbano de Montecarlo y Senna recortándole varios segundos a Prost en cada vuelta, el piloto de Toleman se colocaba a la estela del francés para atacar su liderato, momento en el cual el Director de Carrera (Jacky Ickx) decidió sacar bandera roja y dar por concluida la competición en la vuelta 31, decisión que acabaría costándole el título a Alain Prost a final de la temporada (al sumar solo la mitad de puntos en Mónaco).

Aunque Senna no estuvo conforme con la decisión de detener la carrera, lo cierto es que acabó jugando también a su favor. Al finalizar la prueba, en Toleman confesaron que la suspensión trasera de su monoplaza estaba dañada y no hubiera durado más de tres o cuatro vueltas antes de tener que abandonar.

Aquella segunda posición en el GP de Mónaco de 1984 fue el primer resultado de Ayrton Senna en la Fórmula 1, aunque todavía sería capaz de llevar su monoplaza hasta el tercer escalón del podio en los Grandes Premios de Gran Bretaña (Brands Hatch) y Portugal (Estoril).

Y el Toleman-Hart TG184-02 quedó marcado para siempre bajo la magia de Ayrton Senna, con un palmarés de tres podios que nadie hubiera imaginado a principio de la temporada 1984.

Desde entonces hasta nuestros días, el monoplaza ha tenido dos propietarios, incluido Stefan Johansson (el ex-piloto de Fórmula 1 se lo quedó como parte de pago a sus servicios con Toleman en 1984) y se mantiene en estado completamente original (no ha necesitado ninguna restauración), alcanzando en 2015 un valor de subasta establecido en un millón de libras esterlinas (1.426.000 euros).