En la parrilla del Gran Premio de Francia de 1951, en Reims, coinciden Juan Manuel Fangio, Nino Farina (primer campeón de Fórmula 1) y Luigi Fagioli, pilotando para la marca del trébol sus Alfa Romeo 159. Mezclándose con ellos, Alberto Ascari, serio rival de Fangio en aquella pista, otro argentino, el robustísimo José Froilán González y Luigi Villoresi, con el nuevo Ferrari 375F equipado con un motor de 12 cilindros que sorprendía por su ligereza y bajo consumo de combustible.
Juan M. Fangio sale muy bien con su Alfa, pero talonado por los rápidos Ferrari, que aprovechan para superar al argentino. Fangio se toca con el Talbot de Rossier, un percance que le obliga a parar, perdiendo valiosos segundos antes de encarar de nuevo la pista sin daños apreciables. Reduciendo las paradas para repostar y poniendo toda su enorme clase en juego, el gran Fangio obtiene una espectacular victoria en las campiñas francesas.
A finales de 1951, Fangio fue el único piloto de Alfa Romeo que terminó el G.P. de Alemania, en Nürburgring. Fue la primera vez que corría en este circuito y le encantó. Fangio describió el circuito como un fantástico reto, sin margen para el error. Y, precisamente, él mismo cometió un error en los entrenamientos.
Fangio reconoció que empezó la prueba de muy mal humor. El embrague de su Alfa Romeo 159 le daba problemas y no le entraban la 3ª y la 4ª marcha. Pese a todo, hizo el mejor tiempo y estuvo al mando de la carrera hasta la vuelta 14, en la que entró en boxes para repostar. Tras intentar reparar la avería, Fangio vuelve a la carrera a casi dos minutos de Ascari. En su retorno a la pista, el “Alfetta” sigue averiado y Fangio debe conformarse con el segundo puesto.
Aquella temporada, se disputaron ocho pruebas puntuables, entre ellas las 500 Millas de Indianápolis, con 200 vueltas sobre el óvalo americano. La rivalidad entre Alfa Romeo y Ferrari fue continua y será al final de temporada cuando Fangio derrota a Ferrari en el G.P. de España, en el circuito de Pedralbes, una batalla épica en la que las ruedas, los boxes y los repostajes tendrían un gran protagonismo. Después de cinco años y 27 victorias, los éxitos de Alfa Romeo habían llegado a su fin.
Alberto Ascari ganó en Nürburgring y Monza, pero Fangio, con sus triunfos en España, Suiza y Francia se convirtió, por primera vez, en el Campeón del Mundo de Fórmula 1 de 1951, con 40 años cumplidos.
