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Zona límite » Pequeña gran historia de la F1

Fangio gana su cuarta corona mundial

Un relato de El Abuelete del M3 - 27 abril 2012

Con la retirada del equipo Mercedes de todas las competiciones, a consecuencia de la tragedia de las 24 Horas de Le Mans del año anterior, en la temporada de 1956 Juan Manuel Fangio se traslada con sus tres coronas a un denominado equipo Ferrari-Lancia, producto de una curiosa combinación de intereses y egos personales de sus patrones.

Nuestro héroe, obtiene su primera victoria de la temporada de Fórmula 1 en Buenos Aires, con el Ferrari-Lancia D50. Participa en América en varias pruebas, incluidas las 12 Horas de Sebring, que gana sobre un Ferrari-Monza 860 Sport y, en abril, regresa a Europa, donde gana en Siracusa, hace 2º en Mónaco, abandona en Spa y triunfa nuevamente sobre el trazado de Silverstone.

El 5 de Agosto de 1956 Fangio vuelve a Nurbürgring, esta vez a bordo del Ferrari-Lancia D50. El coche frena tan bien y es tan ágil en las curvas que, en el famoso “Karroussell”, es todo un espectáculo verle ceñirse al peralte inferior y trazar una y otra pasada con precisión de maestro. Fangio, muy superior, gana el Gran Premio, seguido a gran distancia por Moss, Behra, Sales y Rosier, todos ellos con Maserati y los únicos que completan el recorrido en su totalidad.

Desde una perspectiva actual es difícil comprender que una prueba en la que acababan solamente cinco corredores, separados por distancias en algún caso siderales, pudiera atraer la atención de cientos de miles de espectadores. Tras 22 vueltas a su trazado de 22,8 kilómetros y 3h 38 m 44 s de carrera, tan solo lo justificarían la emoción de la salida, lo encarnizado de alguna disputa, la atracción morbosa de los accidentes y la posibilidad siempre latente del desenlace fatal en demasiadas ocasiones.

A Fangio le gusta el Ferrari-Lancia y lo demuestra. El argentino había dudado antes de firmar por la marca con la que finalmente habría de conquistar su 4º título mundial, pero sobre el papel era la opción más conveniente, tras la retirada de la competición de Mercedes.

Sin embargo, Fangio añoraba en cierto modo bastantes cosas que había tenido en el formidable equipo alemán. Según contaba el propio piloto, ”en Mercedes me había acostumbrado a tener tres mecánicos trabajando solo para mi coche y después no he vuelto a tener esa situación en ninguna escudería, de modo que con Mercedes tenía esa ventaja.”

Fangio y Enzo Ferrari tuvieron desavenencias en 1956, incluso en Nurbürgring, el circuito favorito del argentino. Durante los “1.000 Kilómetros”, celebrados a finales de mayo para la categoría Sport (no puntuable para el Campeonato de Fórmula 1), Fangio  tuvo que darle la victoria al Maserati de su amigo y rival, Stirling Moss, por culpa de un grave fallo de coordinación de su equipo en un repostaje.

Con triunfos, acuerdos y desacuerdos, Fangio consume su contrato con Ferrari esa temporada y, con su cuarto título en el bolsillo, se uniría a Maserati en la temporada de 1957, llegando al pináculo de la fama a bordo del elegante Maserati 250 F.

Pero antes, durante el Gran Premio de Italia de 1956, el mundo del automovilismo deportivo habría de vivir uno de los gestos de caballerosidad y generosidad más hermosos de su historia.



Nota: Los precios reflejados en esta información corresponden a la fecha de publicación.

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